Sumérgete y explora Staten Island como un verdadero neoyorquino
En verano, las playas de Staten Island se llenan de locales y turistas. Créditos: Cortesía NYC & Company/Joe Cingrana

Cuando hablamos de la Ciudad de Nueva York, pensamos en Times Square, el Centro Rockefeller, la Quinta Avenida y Central Park, pero ¡sorpresa! Esta ciudad es mucho más que un paseo por Manhattan… Por algo le dicen La Gran Manzana, ¿no? A decir verdad, uno de sus distritos más interesantes es Staten Island, aquella isla que se puede avistar desde el observatorio del One World Trade Center. 

Staten Island es uno de los boroughs más suburbanos de la Ciudad de Nueva York. Sin embargo, es un crisol de colores, sensaciones y sabores que merece ser visitado durante, por lo menos, un día. Fred Dixon, presidente y CEO de NYC & Company, afirma que este lugar es “hogar de una variedad impresionante de sitios históricos, atracciones para familias, enclaves culturales, y hermosas áreas para disfrutar de la naturaleza”. Acá te mostramos todas las pruebas.

¿Cómo ir desde tierra firme hasta la isla?

A Staten Island se puede llegar por tierra o por agua. Si bien esta última es la opción más popular, cualquier elección resultará en una experiencia emocionante:

  • En ferry: existen dos servicios que conectan a Manhattan con Staten Island. Por un lado está el ferry gratuito que sale desde Whitehall Ferry Terminal y, por el otro, el NYC Ferry, que cuesta $2.75 USD. Ambos atracan en la terminal de St. George, en donde hay una estación de Staten Island Railway y muchas paradas de autobús.
  • En auto: en este caso debes atravesar uno de estos cuatro puentes; el Verrazzano-Narrows Bridge, que empieza en Brooklyn, o el Bayonne Bridge, Goethals Bridge o Outerbridge Crossing, que unen la isla con New Jersey.
  • En autobús: puedes utilizar la MetroCard para tomar un autobús express en Manhattan o en Bay Rigde, Brooklyn. El viaje dura alrededor de dos horas y 20 minutos.

¿Qué hacer en cada vecindario?

Los más de 60 vecindarios que componen Staten Island son tan encantadores como interesantes. Estas son algunas de las ubicaciones, atracciones y restaurantes que no te puedes perder.

Empezamos por St. George, que es donde llegan los ferrys que mencionamos previamente. Antes de continuar con la aventura, visita el North Shore Waterfront Esplanade, que tiene las mejores vistas panorámicas de los rascacielos de Manhattan. Luego, paga tus respetos a los 275 staten islanders que fallecieron en el atentado del 11 de septiembre en un monumento conocido como Postcards.

Los fanáticos de Gossip Girl, una de las series dosmileras más exitosas de la pantalla chica, tal vez reconozcan el St. George Theater. Además de funcionar como una locación para filmar, dispone de un programa que este año incluye la proyección de películas de culto como Titanic, shows de comedia en el que participarán estrellas como Whoopi Goldberg y conciertos tributo a artistas de la talla de Michael Jackson. Al salir de una de sus funciones puedes pedirte una pizza con masa delgada en Pier 76.

Charles Hogg es uno de los vecinos más famosos de esta zona. Se trata de una marmota que vive en el Staten Island Zoo y que forma parte de una cómica tradición neoyorquina que, con el paso de los años, se ha convertido en una tradición muy respetada. Cada 2 de febrero Charles sale de su madriguera; si ve su propia sombra, entonces el invierno se prolongará por seis semanas más, pero si no la ve, la primavera llegará temprano. 

Es probable que, después de ver la colección de víboras del zoológico, te den ganas de comer algo refrescante. Si ese es el caso, camina un kilómetro y medio hacia Egger’s Ice Cream Parlor, donde sirven postres dulces desde 1964. También puedes visitar la sucursal que Ralph’s Famous Italian Ices tiene en la avenida Port Richmond, pero ¡prepárate! La fila suele extenderse por toda la cuadra. 

The Alice Austen House Museum es una parada obligatoria para quienes llevan su cámara a todos lados o tienen curiosidad sobre la historia LGBTQ+ de la Ciudad que Nunca Duerme. Este museo documenta la vida y el trabajo de Alice Austen, considerada una de las fotógrafas más prolíficas y transgresoras de Estados Unidos. La colección, que se encuentra en una casa rural de estilo gótico, incluye instantáneas que retratan su relación con Gertrude Tate, así como la vida de los migrantes, la naturaleza y la arquitectura de fines del siglo XIX y principios del XX.  

Un atractivo inesperado de Rosebank es Little Sri Lanka, una comunidad que está distribuida entre  la terminal del ferry y Austen House, Tompkinsville y Stapleton. Además de pasear por sus calles, anímate a comer en  Lakruwana, un reconocido buffet que está decorado con temática budista, o en  New Asha, un lugar pequeño que es atendido por su propietario.

Durante el verano estatenisleño, el sol no da tregua. En esa época, las playas de la costa sur, conocidas como South Beach y Midland Beach, son un must. Para llegar a ellas, camina un kilómetro y medio desde la Casa Austen o toma la línea de autobús S51 hasta el Franklin Delano Roosevelt Boardwalk.

es la granja de Frederick Law Olmsted, el encargado de diseñar Central Park. Está ubicada en el vecindario Eltingville y todavía conserva algunos de los árboles que este famoso paisajista plantó hace casi 175 años.  

Por otro lado, el vecindario de Rossville contiene otro capítulo del pasado de esta isla. Nos referimos a Sandy Ground, el asentamiento afroamericano más antiguo y continuamente deshabitado en los Estados Unidos. Allí todavía se conserva el cementerio original y algunas casas históricas como Reverend Isaac Coleman y Rebecca Gray Coleman House, y Baymen’s Cottage.

Una isla estaría incompleta sin un faro y, por supuesto, que acá hay varios. El del Quinto Borough es uno de los más célebres y se llama Staten Island Range Light. Suele ser descrito como una “fantástica estructura octagonal con color rojo en la parte superior”. Fue construído hace más de 100 años y está a 44 metros sobre el nivel del mar. 

Los caminos empinados y sinuosos de Lighthouse Hill también dan cuenta de la arquitectura más interesante de este destino. El Jacques Marchais Museum of Tibetan Art es un claro ejemplo de esto. Tal era la fascinación de la coleccionista de arte Jacques Marchais con el Tíbet que lo diseñó para que se pareciera a uno de esos monasterios que se encuentran en lo más alto de las montañas chinas. ¿A que no te esperabas algo así de Staten Island?

Richmond Town fue el lugar del condado original para Staten Island. Allí se pueden hacer tours guiados, interactuar con intérpretes disfrazados y ver demostraciones de artesanías y habilidades como herrería. La programación incluye conciertos y festivales.

Este es el sitio más alejado del ferry, pero vale la pena visitarlo. Si estás interesado en descubrir parte de la historia estadounidense, ve a Conference House, una casona de 1680 en la que John Adams y Ben Franklin trataron de firmar la paz con los británicos durante la Guerra Revolucionaria. 

Para terminar el día, prueba Killmeyer’s Old Bavaria Inn, la cervecería favorita de los staten islanders, o toma una cena elegante en Angelina’s Ristorante, que ha sido visitado por estrellas como Kim Kardashian. 

¿El final de una aventura increíble?

Terminó el día en uno de los distritos más interesantes de la Ciudad de Nueva York, pero seguro que todavía hay mucho por descubrir. Si ese es tu caso, hay distintas opciones de hospedaje entre las que puedes elegir. Te recomendamos Fairfield Inn & Suites, de la cadena Marriott, Hampton Inn & Suites byHilton o Hilton Garden Inn.

El Hilton Garden Inn, particularmente, cuenta con una torre de 10 pisos con vistas panorámicas (¿a quién no le gusta esa característica?), Lorenzo’s Restaurant & Cabaret, que ofrece un brunch dominical con jazz, y Above, un club nocturno y salón en el rooftop.

Bueno, queda comprobado… Staten Island es una especie de diamante en bruto que no hay que dejar de lado cuando visitamos La Capital del Mundo. Sus hermosos parques, playas, sitios históricos y comida increíble son razón suficiente para ya mismo al ferry.

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