
El cartel de bienvenida hizo que me lo pensara dos veces. Estaba viajando por la isla canadiense de Terranova y acababa de llegar a la península de Eastport. Me encontré con un letrero que me daba la bienvenida a Happy Adventure, y lo primero que pensé es que era una ciudad ficticia, un parque temático.
Pero cuál fue mi sorpresa al comprobar que era tan real como su llamativo nombre. Más tarde ese mismo día, cuando ya estaba sentada en una terraza con vistas a la cala de Powell’s Cove, una fresca pinta de cerveza Iceberg y posiblemente el mejor pescado con patatas fritas que he probado en mi vida, cansada pero contenta de un día completo de exploración, todo tendría sentido.
El pueblo de Happy Adventure es pequeño (en realidad, diminuto) y probablemente haya inspirado muchas postales. Una pintoresca comunidad costera con un igualmente pintoresco telón de fondo y la pesca como esencia. Una aldea, al fin y al cabo, que se encuentra al borde del Atlántico, con un trío de calas idílicas. En verano, hay muchas posibilidades de que veas pasar ballenas… o icebergs.
A estas alturas te estarás preguntando, al igual que yo, cómo un pueblo con un nombre tan único y bonito puede ser real, y no el escenario de un libro infantil.

Y es que no está exento de historias novelescas. El origen del nombre está en el centro de una antigua disputa que comenzó en el siglo XVII. Según el folclore local, el nombre rinde homenaje al capitán Peter Easton, quien utilizó el puerto para escapar de la Armada francesa. Otras teorías populares creen que los primeros pobladores encontraron en él un lugar tan hermoso y acogedor que se inspiraron para considerarlo una «aventura feliz», o que el hidrógrafo británico, que se refugió en una de las calas durante una salvaje tormenta en el Atlántico, fue el responsable del nombre. Sea como fuere, cosa es segura: todos entendieron que las vibraciones aquí eran deliciosas, y me alegra poder confirmarlo.
El único lugar para alojarse en Happy Adventure es una ventanilla única para dormir, comer, beber y vivir aventuras. El Happy Adventure Inn, de cinco habitaciones, tiene vistas a la pintoresca Powell’s Cove y cuenta con un restaurante y bar, el Chucky’s Seafood & Wild Game Restaurant . Con opciones limitadas para cenar por esta zona, este lugar es una buena alternativa alas latas de Pringles y los sándwiches rancios de gasolinera que suelen traer los viajes por carretera.

Platos como calamares, sopa de mariscos, vieiras, filete de alce y bacalao gratinado deslumbran, pero la estrella del menú es el pescado y patatas fritas, sin lugar a dudas. Pídelo «estilo Newfie» como lo hacen los lugareños y tendrás aderezo y salsa como acompañamiento celestial.
Sube luego al acogedor bar o a la terraza al aire libre con tu bebida preferida para contar tus actividades del día antes o después de la cena. Y asegúrate de echar un vistazo a las pinturas al óleo que adornan las paredes de esta residencia, realizadas por uno de sus propietarios, que también es un artista local.

Con un nombre como Happy Adventure, puedes apostar a que cumple sobradamente en actividades aventureras. Puedes explorar Damnable Trails , una red de senderos a pie que atraviesan los escarpados promontorios costeros y el bosque boreal con puntos de interés históricos (antiguos cementerios, casas patrimoniales, etc.), playas y vistas panorámicas. Aunque fueron remodelados recientemente, estos caminos ruteros datan del siglo XIX, cuando unían las comunidades de esta región de la península. Varían en dificultad, pero si tienes poco tiempo, el sendero Round Head Lookout es una excursión rápida que te llevará a hermosas vistas, de la ciudad de Salvage y el océano circundante. O bien, puedes optar por un circuito más largo en busca de las ballenas en Net Point o Old Harry Cove.
También puedes subirte a una embarcación para disfrutarlo todo desde el agua. Happy Adventure Tours ofrece una gran variedad de expediciones en bote, como los recorridos de pesca que incluyen una parada en Little Denier para ver la colonia de frailecillos residentes y las cuevas marinas. También se pueden realizar avistamientos de ballenas, “caza” de icebergs y paseos al atardecer.
Y no faltan, claro, paseos rguiados en kayak y alquiler, desde el Salvage Harbor, que parece un libro de cuentos, o dentro del Parque Nacional Terra Nova , el más oriental de Canadá. Yo remé en el parque, con los ojos bien abiertos en busca de una o dos ballenas, y si bien fue infructuoso, sí que vi otro tipo de vida marina: medusas, erizos de mar y peces, y todo ello mientras algunas águilas ocasionales me sobrevolaban.


Pero no te preocupes, porque si tú has venido a relajarte, este lugar tampoco te va a defraudar. Puedes ir a cualquiera de las fotogénicas playas de la península, todas a un paso de la ciudad. Sandy Cove Beach es una larga extensión de arena escondida en la ladera que, si tienes suerte, estará está salpicada de vibrantes flores de lupino en tonos púrpura y rosa. Las playas de Eastport y Northside también están cerca, y en los meses más cálidos, son frecuentadas tanto por lugareños como por turistas.
Artículo original: There’s a Real Town Called Happy Adventure and It’s an Outdoor Lover’s Paradise