
En el corazón de la provincia de Orense, acurrucado en el valle del río Sil, se encuentra un tesoro que aguarda ser descubierto por los viajeros ávidos de belleza, historia y buen vino. Estamos hablando de El Barco de Valdeorras, un pueblito escondido que enamora por su legado histórico, sus exquisitos vinos y sus paisajes que enamoran.
A solo dos horas de León, este municipio gallego ofrece una experiencia única, donde cada rincón cuenta una historia y cada sorbo de vino revela los secretos de la tierra. Lo que tienes que saber de este destino español.
El Barco de Valdorras, un pueblito escondido que sorprende por sus vinos y paisajes

Desde tiempos inmemoriales, El Barco de Valdeorras fue testigo de la huella dejada por civilizaciones antiguas y poderosos imperios. Situado en una zona fronteriza con las minas leonesas de Las Médulas, este pueblo fue un enclave esencial durante el dominio romano en la península. Las ruinas de la cultura romana y prerromana, junto con los imponentes pazos señoriales narran un pasado lleno de esplendor y grandeza.
Monumentos como el monasterio románico de Xagoaza, convertido en una bodega que resguarda el espíritu del vino, o el majestuoso pazo do Castro, ahora un hotel de ensueño, son testigos vivientes de la historia que impregna cada calle y cada piedra de este encantador pueblo.
Aquí, la pizarra y el vino son pilares fundamentales en la economía de El Barco de Valdeorras. La explotación minera de la pizarra, junto con la producción de vino amparado por la Denominación de Origen Valdeorras, son fuentes de prosperidad y tradición. Con su clima idóneo y sus suelos pizarrosos, esta región gallega supo cultivar variedades como la Godello, la Mencía y la Tempranillo, dando lugar a vinos de calidad reconocida en todo el mundo.
El pueblito de Aragón que tiene más bares por habitante en todo España
Bellos paisajes de un pueblito que cautiva

Desde el mirador del puente de San Fernando, donde se puede contemplar la majestuosidad del río Sil, hasta las callejuelas empedradas del casco antiguo, donde el tiempo parece detenerse entre casas de piedra y plazas históricas, este pueblito escondido de Orense invita a ser explorado con calma y asombro.
El conjunto monumental de O Castro, con sus ruinas medievales y su torre de vigilancia, ofrece una ventana al pasado desde la que se puede admirar el tránsito de mercancías y personas que antaño recorrían estas tierras. La Casa Grande de Viloira, con sus jardines centenarios y su historia ligada a la nobleza gallega, es otro tesoro arquitectónico que merece ser descubierto.
Pero no todo es historia y arquitectura en El Barco de Valdeorras. La naturaleza desborda en cada rincón, invitando a los visitantes a explorar sus senderos y cascadas ocultas. La Pincheira de Fervenza, con su cascada de 25 metros de altura, es un remanso de paz y belleza que deja sin aliento a quienes se aventuran a descubrirla.
El mirador de Alixo, con sus vistas panorámicas del pueblo y el río Sil, ofrece un espectáculo natural que si o si merece ser fotografiado. Y para aquellos que buscan una experiencia única, la Casa del Río Cigüeño, con su historia vinculada al patrón del pueblo y su entorno de cuento de hadas, es un destino imperdible.
Cómo llegar desde León
El recorrido más optimo para ir desde León a O Barco de Valdeorras es en tren que dura 2h 17m y cuesta €15 – €21. Alternativamente, puedes tomar un autobús, que cuesta €13 – €19 y dura 2h 20m. En auto, el recorrido dura también al rededor de dos horas y es el siguiente.