Cuáles son las plantas medicinales que se usan en el Amazonas
Comunidad a la orilla del río Marañon. Créditos: Gloria Montanaro.

En la ceremonia de limpieza, mi cuerpo siente conmoción por participar del ritual de lo sagrado. Carola comienza a hablar en su lengua madre mientras golpetea un ramillete de hojas en sus manos. Se acerca hasta uno de los viajeros que vino conmigo a esta expedición, parte del programa del crucero Aqua Nera, de Aqua Expeditions, que navega por el Amazonas, y comienza a cantar en un tono suave pero con gran resonancia mientras sacude el ramillete sobre su cabeza.

Ella es una de las figuras más importantes de San Regis, una comunidad cocama cocamilla ubicada en la cuenca del río Marañón. Como curandera, ha dedicado 17 años a apoyar a nueve comunidades de la región, llevando alivio y sanación a través de su profundo conocimiento de las plantas medicinales y la medicina tradicional. Su conexión con la naturaleza y sus remedios le ha ganado el respeto y la confianza de su gente.

El legado de una sanadora

Nacida en una familia con tradición chamánica, el abuelo de Carola fue quien percibió su don durante una ceremonia en la que su maestro identificó una estrella brillante en su aura. Esa misma ceremonia marcó el inicio de su entrenamiento como curandera, un camino que compartió con otros dos varones, aunque Carola fue la única que resistió los rigurosos ocho años de formación en la selva. Esta dieta purificadora incluyó solo pescado, plátano y agua, prohibiendo completamente el consumo de sal, azúcar, alcohol, carne, aceite, y requiriendo también abstinencia sexual. Según Carola, cualquier interrupción en esta dieta impide continuar el proceso.

La ayahuasca y el poder de la naturaleza

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Corte de ayahuasca. Créditos: Gloria Montanaro

La ayahuasca, una raíz sagrada en la medicina amazónica, es una de las herramientas principales de Carola. Ella mezcla esta planta con tabaco, chacruna y toé, hierve la mezcla y la consume para poder «ver» dentro del cuerpo de sus pacientes y diagnosticar enfermedades. Este saber ancestral le permite tratar una amplia gama de dolencias, desde diarreas, fiebre y dolores de cabeza, hasta partos complicados, reumatismo, parásitos e incluso mordeduras de serpiente. No solo atiende a personas de las comunidades cercanas, sino también a pacientes de la ciudad que buscan su ayuda para enfermedades más complejas.

Carola no cobra dinero por sus servicios, pues en su comunidad no tiene valor. A cambio, sus pacientes le ofrecen lo que tienen, como bananas u otros alimentos. Su estilo de vida es completamente orgánico; en San Regis no existe el colesterol, y las personas solo comen dos veces al día, a las 9 de la mañana y a las 3:30 o 4 de la tarde.

El conocimiento de las plantas

Carola domina el uso de plantas medicinales como pocas personas. Su práctica incluye el uso de hojas, flores, raíces y hasta manteca de animales para preparar remedios específicos según las necesidades de cada paciente. Entre sus remedios más conocidos se encuentran:

Pampa orégano: es una planta muy valorada para tratar problemas intestinales. Se consume en forma de té, y es especialmente eficaz para aliviar malestares estomacales como la indigestión, cólicos y diarrea, gracias a sus propiedades carminativas que ayudan a regular el sistema digestivo.

Ajo sacha: es conocido por sus potentes efectos en las vías respiratorias. Utilizado para tratar afecciones como la tos, bronquitis, sinusitis y asma, su capacidad expectorante y antiinflamatoria ha sido clave en muchas comunidades amazónicas. Durante la pandemia de COVID-19, se convirtió en una medicina fundamental para una comunidad que lo empleó con éxito, logrando que no hubiera fallecidos. Es un poderoso antibiótico natural que fortalece el sistema respiratorio y ayuda a combatir infecciones.

Hoja de algodón: se emplea para acelerar los partos. Las mujeres toman infusiones de esta planta durante el proceso de alumbramiento, ya que tiene propiedades que estimulan las contracciones uterinas, facilitando el parto de manera más rápida y segura.

Clavo huasca: es comúnmente macerado en agua ardiente y utilizado para aliviar el reumatismo y la artritis. Esta planta tiene potentes propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones, mejorando la movilidad y aliviando la rigidez muscular que suelen acompañar a estas condiciones.

Malva: utilizada para bajar la fiebre y aliviar dolores de cabeza. Las hojas frescas de la planta se exprimen en agua, creando un remedio que también ayuda a tratar inflamaciones urinarias, debido a sus propiedades antiinflamatorias y calmantes.

Uña de gato: famosa por sus beneficios preventivos contra el cáncer y su capacidad para controlar la diabetes. Consumida generalmente en forma de infusión o extracto, esta planta estimula el sistema inmunológico y tiene propiedades antioxidantes, lo que la convierte en un aliado en la lucha contra enfermedades crónicas y degenerativas.

Resina de ficus: conocida localmente como ojé, es una medicina poderosa contra los parásitos intestinales, que son un problema frecuente en las comunidades que consumen agua del río. La resina fresca, a menudo acompañada de una infusión de hojas de toronja, se toma en ayunas para limpiar el sistema digestivo, eliminando eficazmente los parásitos y restaurando la salud intestinal.

Pandelargo: aunque menos documentado, es una fruta medicinal utilizada en la región amazónica por sus propiedades curativas. Es conocida por regenerar el cuerpo y ayudar a mantener el equilibrio del organismo, aunque sus usos específicos pueden variar según la tradición local.

Toronja: además de ser una fruta nutritiva, tiene aplicaciones medicinales en el tratamiento de la caspa. Las propiedades astringentes y antifúngicas de la toronja ayudan a limpiar el cuero cabelludo y a eliminar la caspa, mejorando la salud del cabello de manera natural.

Catahua: es una planta utilizada principalmente para tratar problemas de la piel y parásitos. Con propiedades antiparasitarias, esta planta es útil en la limpieza de infecciones cutáneas y también se usa para expulsar parásitos del cuerpo, brindando alivio tanto externo como interno.

Capirona: conocido por su madera extremadamente dura, también tiene aplicaciones medicinales. La corteza de este árbol se utiliza por sus propiedades antisépticas y cicatrizantes, ayudando a tratar infecciones, heridas y ulceraciones en la piel, favoreciendo una rápida regeneración de los tejidos.

Antes de irnos, Carola nos regala un huayruro, una semilla considerada de la suerte para la cultura amazónica. Con su trabajo, ella continúa demostrando que la sabiduría ancestral sigue siendo un pilar fundamental en la salud y el bienestar de su comunidad, un testimonio vivo de la conexión entre los seres humanos y la naturaleza.