Mejores hoteles de Múnich: Bayerischer Hof
Cortersía

“Hay dos categorías de hoteles: alojamientos e instituciones. El Bayerischer Hof es una institución de primera clase.” Estas fueron las palabras que utilizó Roman Herzog, presidente de Alemania de 1994 a 1999, para referirse a este hotel. Agregaría que es también uno de los mejores hoteles de Múnich.

El rey Ludwig I de Baviera quería una casa para sus huéspedes cerca de su palacio, por lo que en 1841 abrió el Bayerischer Hof, construido en los terrenos de una antigua taberna. El diseño fue encargado a Friedrich von Gärtner, arquitecto favorito del rey, responsable de edificios icónicos como la Residenz, hogar de la familia real bávara.

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Hermann Volkhardt venía de orígenes sencillos. Su padre era editor de un periódico, pero él encontró su talento en la repostería, lo que le permitió ganarse un lugar vendiéndole a las clases altas. Amasó cierto capital y con la ayuda de algunos préstamos, logró comprar el Bayerischer Hof en 1897. Volkhardt ya tenía experiencia como hotelero, pero fue en el Bayerischer donde plasmó el hotel de sus sueños y de muchos otros.

El Grand Hotel es un concepto que nació en Europa en el siglo XIX, cuando viajar era un privilegio de las clases altas. La revolución industrial, con sus barcos de vapor, hizo posibles los viajes y eso requería hoteles con servicios de lujo en centros sociales importantes.

Con su arquitectura icónica, historia, tradición y servicios de lujo como spa y balnearios, el Bayerischer Hof era un punto de encuentro exclusivo tanto para visitantes como locales, a solo 500 metros de la Residenz. Y lo sigue siendo.

El «hotel más grandioso»

Cuatro restaurantes, seis bares, una sala de cine, spa, y una alberca en el punto más alto del hotel con vistas icónicas de Múnich… ¿seguimos? Un ballroom que ha visto presentaciones de Enrico Caruso y Benny Goodman, y un teatro construido para la esposa de Herr Volkhardt hijo, quien era cantante de ópera. Sophia Loren, Michael Jackson, familias reales y jefes de estado han pasado por aquí. 

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En el punto más crítico de la Segunda Guerra Mundial, los aliados bombardearon Múnich para desmoralizar a la población civil alemana, atacando tanto fábricas como símbolos culturales. En las primeras horas del 25 de abril de 1944, el hotel quedó en ruinas. Solo el Spiegelsaal (Salón de los Espejos) sobrevivió.

Cuando Hermann Volkhardt hijo vio regresar a su hijo Falk de la guerra, le dijo que ninguna pérdida se compararía a perderlo a él. Se prometieron construir un hotel aún más grandioso. En 1954, en los restos de aquél salón, montaron una cocina móvil y abrieron Der Spiegelsaal, el primer restaurante del Múnich de la posguerra y que hoy es Falk’s, el bar de la planta baja. 

Hoy, el hotel sigue siendo un pilar de la vida social de Múnich. Desde 1963, es sede de la Conferencia de Seguridad de Múnich, un evento al que asisten dignatarios de todo el mundo, y del Munich Film Festival.. A pesar de su prestigio global, sigue siendo un lugar de los locales. Mientras cenábamos en la terraza del Blue Spa, vimos mesas de adolescentes; lo mismo en el bar Der Spiegelsaal. Parecía un rito social: el lugar donde llevarías a tu novia a su primera cena formal o a celebrar algo importante con amigos

Este hotel tiene 50 tipos de habitaciones. Ni siquiera las de la misma categoría se ven iguales. Nosotros nos quedamos en una suite con arquitectura brutalista, una de las más nuevas, pero también podrías elegir una de las diseñadas por Graf Pilati, con toques cálidos y envolventes, o las que evocan una cabaña inglesa de Laura Ashley. Si lo prefieres, también están las habitaciones tradicionales bávaras, cargadas de historia.

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HABITACION_BRUTALISTA_BAYERISCHER-1000x667 - Mejores hoteles de Múnich: Bayerischer Hof

Esta vez no te daré una guía de los alrededores porque, con solo tres días en Múnich, nos enfocamos en conocer el hotel. Sin perder tiempo, comenzamos con el brunch del Roof Garden, con vista a la Peterskirche: carnes frías, quesos locales, salmón ahumado, huevos y crépes al momento…  Pero como este hotel no es como ningún otro, tu desayuno incluye un dispendio constante de champaña.

Después de descansar en la habitación, recorrimos el hotel. En 1970, adquirieron el contiguo Palais Montgelas, que para los Juegos Olímpicos de Múnich 72′ ya había sido remodelado. Hoy, sus salones históricos se rentan para eventos sociales. Si te interesa la historia, pregunta al concierge por un tour: es como un paseo privado por un museo.

Después del recorrido, nos dirigimos al piso más alto, donde te esperan varias opciones: entrenar en el gimnasio con vistas a la iglesia de San Pedro, nadar en la misma alberca donde han pasado estrellas de Hollywood, o, mi favorito, sumergirte en el spa diseñado por Andrée Putman. Los tonos ocres y los pequeños azulejos se pusieron ahí para emular una obra de arte.

Para la cena, puedes elegir Atelier, con sus tres estrellas Michelin; Garden, con un menú de brasserie; Palais Keller, especializado en cocina bávara en un ambiente moderno; o Trader’s Vic, un guiño a la época tiki. Nosotros optamos por el Blue Spa Winter Garden, con un menú breve de temporada y algunas especialidades bávaras. El servicio en todo el hotel es excepcional.

Desde 1972, el Bayerischer Hof München es un miembro la prestigiosa Legend Collection de Preferred Hotels & Resorts, el grupo de hoteles de lujo independientes más grande del mundo que actualmente representa a más de 650 hoteles, resorts, residencias y grupos de hoteles distintivos en 80 países. ¿Qué significa esto para el huésped? Altas expectativas que serán cumplidas. La colección reúne hoteles que, como este, han sido testigos de la historia, y con los años solo han reforzado su estatus de leyendas.

En 1992, Innegrit Volkhardt tomó la capitanía del negocio para convertirse en la cuarta generación de Volkhardts a cargo. El Bayerischer Hof es una institución dinástica que sigue siendo, a pesar de los años y los escenarios económicos, un negocio familiar y si vas a visitar Múnich, ¿por qué no quedarte en un hotel que refleje su historia?

Hay habitaciones desde 400 dólares.