
Todos sabemos que el pasaporte es un documento indispensable al momento de realizar un viaje internacional y que, para muchos destinos, debe tener una validez mínima de seis meses (si no estabas al tanto, ¡aquí tienes una advertencia!). Pero, ¿sabías que un pasaporte dañado puede dejarlo sin efecto y poner fin a tus ansiadas vacaciones? Para evitar problemas en tu próxima aventura en el extranjero, aquí tienes todo lo que necesitas saber al respecto.
Pasaporte dañado: los tipos de estropicios
Existen dos tipos principales de daños en el pasaporte: el desgaste por el uso y el daño genuino. Aunque son diferentes, la línea divisoria entre estas categorías puede ser borrosa. Además, la decisión final sobre la validez del documento no depende de nosotros, sino de la persona que examina tu pasaporte, ya sea un empleado de la aerolínea o un funcionario de inmigración.
“La mayor parte del tiempo no pasa nada con el desgaste por el uso”, explica William Lee, un agente de viajes de Chima Travel. “No obstante, cualquier tipo de daño en el pasaporte introduce la posibilidad de que una aerolínea o un país le nieguen la entrada al pasajero”, dice Lee. Esto es lo que debes saber sobre los dos tipos principales de daños.

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Daños propiamente dichos
Los daños más comunes en un pasaporte incluyen manchas de líquido, desgarros significativos, marcas no oficiales o no autorizadas en la página donde están los datos personales, páginas de visas faltantes (es decir, arrancadas) o perforaciones. Por lo general, la página de datos, que es donde está la fotografía de cada persona, es la más importante, pero los daños significativos en cualquier parte podrían representar un problema del que es necesario ocuparse.
Una nota aparte
Los sellos de novedad, como los que se pueden conseguir en Machu Picchu, Perú o en Port Lockroy, Antártida, también pueden ser considerados “daños” y, por lo tanto, invalidar tu pasaporte. La página cinco de los pasaportes estadounidenses, por ejemplo, aclara que “solo los funcionarios autorizados de los Estados Unidos o de países extranjeros pueden colocar sellos o hacer anotaciones o añadidos”.
Aunque no todos los funcionarios de las aerolíneas o de inmigración cobrarán una multa por un sello de novedad, no vale la pena correr el riesgo. En vez de marcar tu pasaporte con un sello de novedad, usa una hoja o una página de un cuaderno pequeño.
“Un pasaporte ‘dañado’ puede significar muchas cosas, pero, aún si es algo pequeño, puede ser difícil viajar”, comenta Lee. “Es fundamental que la foto y la página de datos estén en buen estado. Si esos elementos están dañados, entonces el documento no podrá ser usado para viajar”, apunta Lee.
Como no existe una regla estricta que se siga en todo el mundo, es mejor reemplazar el pasaporte dañado antes de partir. Nadie quiere volar al otro lado del mundo solo para que lo envíen de regreso a casa por algo que pudo ser solucionado con anterioridad.
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Viajar con un pasaporte dañado
Si viajas con un pasaporte dañado, tu destino está en manos del funcionario que lo examine. “Técnicamente, se puede viajar con un pasaporte que tenga daños menores, pero es riesgoso. Las aerolíneas y los funcionarios de inmigración pueden negar el embarque o la entrada si consideran que el daño es significativo”, expresa Duncan Greenfield-Turk, diseñador jefe de viajes de Global Travel Moments, una filial de Global Travel Collection.
Ahora bien, si el daño se produce mientras estás en el extranjero, la situación es muy diferente. “Dirígete a la embajada o consulado más cercano para solicitar un pasaporte de emergencia. Esto te permitirá regresar a casa, pero es posible que no te permita acceder a otros países”, expone Greenfield-Turk.
Cómo prevenir daños en el pasaporte

Guarda tu pasaporte de forma inteligente, tanto en casa como cuando estés de viaje. “Por suerte, hay muchos protectores para pasaportes. Amazon tiene un montón para elegir”, afirma Lee. “Además de eso, lo mejor es guardarlo en un lugar donde no pueda sufrir daños por agua, rasgarse, romperse o doblarse”, finaliza.