
Solo existe una localidad en todo el mundo que ha sido testigo del nacimiento de la democracia como forma de gobierno, escenario de la Guerra del Peloponeso y sede de las míticas Olimpiadas en dos ocasiones. A menudo llamada la cuna de la cultura occidental, Atenas también ha visto sus calles llenarse de visitantes sorprendidos por su ecléctico paisaje urbano, compuesto por un fantástico patrimonio histórico, bares, restaurantes modernos, y cómodos hospedajes.
Los restos de la Acrópolis, la emblemática ciudadela que ha servido tanto de fortaleza como de lugar sagrado, se erigen sobre el centro de Atenas como un símbolo de su cultura y pasado. Este es, sin dudas, uno de sus atractivos más visitados. Sin embargo, el estatus de la capital griega como un simple lugar de paso hacia Santorini, Míkonos o Corfú quedó atrás gracias a su floreciente escena turística, activa durante todo el año.
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Un brindis por la buena mesa


Con sus sabores frescos, vibrantes y equilibrados, la comida griega es casi tan legendaria como el Discóbolo de Mirón de Eleuteras. Negocios como O Thanasis (Mitropoleos 69) han perfeccionado las recetas tradicionales para confeccionar un menú repleto de delicias callejeras. Reconocido como uno de los 150 Restaurantes Más Legendarios del Mundo por Taste Atlas en 2023, el plato estrella de este establecimiento, con 54 años de historia, es el souvlaki. Se trata de una brocheta de carne de res a la parrilla, servida con pan pita, papas fritas y rodajas de tomate que aportan un toque refrescante.
Quienes busquen algo más vanguardista pueden dirigirse al número 54 de la calle Solomou. Allí se encuentra Pharaoh, un restaurante cuya propuesta gira en torno a la cocina con leña y un extenso catálogo de más de 400 vinos naturales de todo el mundo. La experiencia se completa con actuaciones de DJs locales, quienes musicalizan las noches con discos de vinilo. Si bien la oferta del día puede cambiar según los ingredientes disponibles, las dolmadakias, hojas de palma rellenas, son una de las entradas favoritas de los comensales.
Grecia no solo es conocida por la calidad de su aceite de oliva, sino también por ser uno de los principales productores de vino de la región. Por ello, no puedes irte de Atenas sin visitar Wine is Fine, un bar de vinos de inspiración francesa. Ubicado en el centro de la ciudad (Vissis 6), a 20 minutos a pie del Acrópolis, dispone de una amplia selección de variedades orgánicas, difíciles de encontrar en otras partes de Europa, así como opciones de origen local.
Descubriendo Atenas, un paso a la vez

La Antigua Grecia fue la residencia de múltiples genios creativos. Solo basta con recordar la Victoria de Samotracia, la copa de Dionisio y las esculturas de Fidias. Esa vena artística sigue vive en muchos de los rincones de Atenas, incluyendo el Museo de Arte Contemporáneo Nacional de Atenas (EMΣT, por sus siglas en griego). De hecho, la colección de más de 1.500 obras del EMΣT demuestra que los artistas del siglo XXI, tanto griegos como internacionales, siguen creando proyectos innovadores.
Entre las exposiciones actuales del EMΣT (avenida Kallirrois y calle Amvr. Frantzi) destacan El origen del efecto dominó de la onda expansiva (amarillo y turquesa) de Claudia Comte y El Edén epicúreo de Hadassah Emmerich. Ambas forman parte de un ciclo de exposiciones titulado ¿Qué pasaría si las mujeres gobernaran el mundo? Parte 2, que estará en exhibición hasta el 12 de enero del próximo año.
Todos sabemos que, gracias a su relevancia histórica, el Partenón y la Ágora Antigua son algunos de los puntos que más le hacen ojitos a quienes visitan Atenas. No obstante, hay otros lugares que también valen la pena visitar. Tal es el caso del Monte Licabeto.
Ya sea en las cálidas tardes de verano o en los fríos días de invierno, este lugar ofrece vistas impresionantes de la metrópoli, ya que, con 263 metros de elevación, es su punto más elevado. El funicular es la manera más fácil de llegar a la cima del monte Licabeto. Pero, muchos viajeros disfrutan del desafío de subir a pie. Sea cual sea tu elección, siempre podrás contemplar el atardecer desde el café o el restaurante.
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Un merecido descanso

La mejor forma de cerrar una jornada turística es disfrutar de un momento de relajación y descanso, y Polis Hammam es perfecto para ello. Este centro de bienestar (Avliton 6-8) dispone de espacios diseñados para realizar baños de vapor caliente, uno de los rituales de purificación más antiguos de Medio Oriente y el mundo. Otras opciones para darse un mimo en la ciudad son el Holmes Place Wellness & Spa (Voukourestiou & 4 Stadiou, primer piso) y Divani Athens Spa & Thalasso Centre (10 Agiou Nikolaou).
Por último, pero no por eso menos importante, está la elección de un alojamiento confortable. El Brown Acropol Hotel (1 calle Panagi Tsaldari) ofrece 165 habitaciones y suites de primera categoría e inspiración vintage. Además, está en uno de los edificios neoclásicos más elegantes de Atenas. Con una hospitalidad contemporánea, ubicación privilegiada (a pasos de la Plaza Omonía) y un restaurante en la azotea que sirve clásicos mediterráneos, este hospedaje es todo lo que un viajero necesita para cerrar un viaje a la ciudad de los dioses con broche de oro.