Los propietarios tradicionales de Wunambal Gaambera nos estaban esperando, atizando un fuego que emanaba de leña de hierro duro. Unos cientos de pasajeros y yo habíamos llegado a Ngula, conocida comúnmente como la isla Jar, que se encuentra a casi 644 kilómetros al noreste de la ciudad de Broome, Australia, en la región de Kimberley.
Después de saltar de un Zodiac, llegamos a una amplia playa de arena. Los guardianes del fuego nos hicieron señas para que camináramos a través del humo. La escena formaba parte de una ceremonia conocida como jimirri, cuyo objetivo es purificar el espíritu. Fue como tropezar con un set de filmación, pero no se trataba de un truco publicitario.
La línea de cruceros Seabourn lleva años cultivando una asociación con el pueblo Wunambal Gaambera, cuyo hogar ancestral se extiende a lo largo de 6 millones de acres entre Broome y Darwin. Gracias a la financiación de Seabourn, así como del gobierno de Australia Occidental, los propietarios tradicionales de Wunambal Gaambera han pasado más de una década desarrollando recorridos, preservando lugares de interés cultural, fortaleciendo la infraestructura y mejorando la experiencia de los visitantes de esta región.
Explorando la naturaleza de Kimberley
Este es un lugar lleno de impresionantes cañones y acantilados de roca roja, idílicas playas de arena blanca, bosques de manglares hundidos y los magníficos picos de la cordillera Bungle Bungle.
Junto con otros grupos aborígenes, los antepasados de los Wunambal Gaambera vivieron en esta parte del mundo durante decenas de miles de años. Eso fue así hasta que fueron reubicados por la fuerza por los colonos europeos. En 2011, Australia reconoció formalmente una parte de Kimberley como territorio Wunambal Gaambera.
Este destino ahora está en el radar de los barcos de expedición de lujo como el nuestro, el Seabourn Pursuit. Con 132 suites, es la plataforma ideal para explorar esta costa accidentada y notable.
Durante mi viaje de 10 días, que partió de Broome, rápidamente caí en una rutina agradable. Comenzaba mis mañanas con un flat white y un muffin de arándanos. Luego subía a bordo de un Zodiac para una excursión matutina, que podía ir desde un recorrido de observación de aves o un crucero por cascadas de 76 metros de altura hasta un viaje a sitios de arte rupestre que datan de hace 45 mil años.
La preponderancia de cocodrilos de agua salada (vi un total de ocho) significa que no se ofrecen excursiones en kayak. “Nunca pongan las manos o las piernas en el agua”, nos advirtió un miembro del equipo de expedición, mientras aseguraba que nunca había oído hablar de un cocodrilo que atacara un Zodiac completamente cargado.
Cocodrilos, arrecifes y otras aventuras de lujo
Después de recorrer lugares como Talbot Bay, con sus impresionantes cañones de arenisca, volvíamos al Pursuit a tiempo para un almuerzo tardío. Algunos huéspedes volvían a salir para seguir explorando en el calor de la tarde.
Yo, en cambio, solía quedarme dentro para ir al spa, disfrutar de la piscina infinita o unirme a una de las muchas clases de ejercicio gratuitas. Cuando se ponía el sol, me dirigía al Sky Bar de la cubierta superior para tomar un poco de champán y caviar antes de la cena de la marca Regiis Ova de Thomas Keller, ambos disponibles en todos los viajes de Seabourn.
La combinación de una aventura agreste durante el día y un lujo discreto por la noche fue un éxito entre muchos de los pasajeros a bordo. ¿La razón? La mayoría tenían más de 60 años y no querían sacrificar la comodidad para ver las extraordinarias maravillas naturales de Kimberley, en Australia.
Una mañana inolvidable, algunos de nosotros nos levantamos a las 5:30 de la mañana para ver el arrecife Montgomery. Se trata de una formación que tiene casi 2 mil millones de años. A pesar de ser el segundo arrecife más famoso del país, posee una de las vistas más impresionantes de Australia.
Mientras el cielo se volvía de un naranja resplandeciente, nuestro Zodiac pasó zumbando junto a un grupo de tortugas marinas. Sus cabezas asomaban por la superficie y luego desaparecían. El arrecife, que se extiende alrededor de 300 kilómetros cuadrados, se vuelve más espectacular cuando percibes la enorme amplitud de mareas de la zona. Aparece y desaparece a medida que el agua sube y baja hasta 9 metros en un solo día.
A medida que nos acercamos a él, el arrecife emergió del océano. De repente aparecieron lagunas, ensenadas, cascadas y manglares a nuestro alrededor. Como tantas otras de nuestras aventuras, se convirtió en un viaje por tierras antiguas a través del tiempo.
A continuación, te presento una mirada más cercana al lujoso barco de expedición Seabourn Pursuit, con mi opinión sobre sus amenities y excursiones en tierra para descubrir el lado más auténtico de Australia. Al final también detallo los lugares que visita.
Lo que nos gustó
- El entusiasmo, el conocimiento y las habilidades del equipo de expedición de 24 miembros hicieron que atravesar aguas infestadas de cocodrilos fuera seguro y cómodo. Incluso para muchos de los huéspedes que tenían 65 años o más.
- Las suites cuyas terrazas están al nivel de la entrada se sienten espaciosas. Ofrecen comodidades como vestidores, armarios con calentadores para trajes de neopreno o ropa polar y bares personalizados.
- La tripulación es cálida y atenta por lo que todos podrán sentirse mimados al visitar Australia.
- La comida y las bebidas son de primera categoría. Esto incluye el champán y el caviar de cortesía de Regiis Ova, una marca co-propiedad del chef Thomas Keller, que se sirve en cualquier lugar y en cualquier momento.
Los camarotes
La mayoría de las habitaciones forman parte de la categoría Veranda, que miden 33 metros cuadrados y tienen un balcón con mesa y sillas. Aunque me pareció compacta, tiene detalles agradables como la sala de estar, el vestidor, la TV de pantalla plana interactiva, el bar y refrigerador personalizados y un armario para calentar prendas como los trajes de neopreno. En los cruceros polares, este último es ideal para chaquetas y botas.
Las camas queen tienen sábanas sedosas y almohadas suave, media y firme para cada lado. Los espaciosos baños de mármol, con productos Molton Brown, tienen lavabos de doble ancho, una gran bañera y una ducha apretada.
En toda la suite abundan los enchufes y puertos USB. Los detalles hogareños, incluido un atlas mundial, una manta de cachemira y binoculares Swarovski Optik, se sienten lujosos. Sorprendentemente, no hay cafetera.
Las suites Penthouse, más grandes y con áreas de dormitorio privadas, tienen una superficie de 48 metros cuadrados que incluye una terraza de 9 metros cuadrados. Sin embargo, mi favorita es la Suite Penthouse Panorama, más pequeña, pero con paredes de vidrio curvado gigantes que van de piso a techo y revelan impresionantes vistas al exterior.
Las suites Owners abarcan 95 metros cuadrados y disponen de una mesa de comedor, sillones y elegantes vestíbulos. Las suites Signature, por su parte, tienen balcones envolventes con jacuzzis. Las dos suites Wintergarden dúplex, la crème de la crème del barco, ofrecen vistas de doble altura con dormitorios en el piso superior y dos terrazas que suman un total de 19 metros cuadrados.
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Bares y restaurantes
The Restaurant, como se conoce al restaurante principal del barco, suele estar tranquilo durante el desayuno y el almuerzo, ya que los huéspedes suelen comer en sus habitaciones o en el buffet de Colonnade. En mi opinión, el servicio de la cena no siempre es deslumbrante, pero tampoco decepciona. Mis platos favoritos fueron las costillas braseadas con cerveza Guinness, el pargo fresco con coliflor y los suflés nocturnos.
The Restaurant hace hincapié en servir pescados frescos, como el barramundi australiano. Algunos filetes proceden del prestigioso Double R Ranch, con sede en el estado de Washington. Cuando es posible, el barco obtiene otros ingredientes locales, como las ostras de una granja en Kuri Bay, Australia. También adoré el plato de petit fours que se sirve durante la noche, algo que ahora es poco común en las líneas de cruceros de lujo.
El Colonnade suele ofrecer almuerzos y cenas tipo buffet con un tema específico. Además, ofrece asientos al aire libre (para mí, lo mejor fueron los sorbetes y helados caseros). Algunas noches, el barco ofreció un atractivo menú de Tierra y Océano en el Colonnade: podría haberme preparado una comida con el crujiente pan recién horneado, la tapenade y el rústico paté de pollo ahumado que me sirvieron como entrantes.
Seabourn Square es el lugar ideal para tomar un café, así como para disfrutar de comidas rápidas en el desayuno y el almuerzo.
Para un barco de su tamaño, el Seabourn Pursuit alberga una buena cantidad de bares y lounges. Mi favorito fue el íntimo Sky Bar, con vistas panorámicas al océano y al atardecer. Antes de la cena, el Constellation Lounge es el más animado; muchos pasajeros se quedan allí después de la cena. The Club, con sus relucientes sillas doradas, ofrece té por la tarde y una pista de baile. El Bow Lounge se encuentra en la cubierta 6 de la proa y ofrece excelentes vistas al océano, refrigerios durante el día, una máquina de café expreso de autoservicio y pantallas táctiles que muestran la ubicación del barco, además de información científica y de navegación.
Muchos de los vinos de cortesía que se sirven son elaborados en Australia. Algunos de ellos destacan por encima de otros. La carta de vinos de primera calidad ofrece muchas opciones a distintos precios y el sommelier guardará las botellas sin terminar si así lo deseas.
Entre los licores de cortesía se incluyen marcas de alto nivel como Remy Martin VSOP, Glenfiddich, Bombay Sapphire y Ketel One. El muy admirado caviar Regiis Ova, del que es copropietario el chef estrella Thomas Keller, se sirve en cualquier momento y en cualquier lugar en porciones generosas. En muchas ocasiones disfruté del mío con una copa de champán Montaudon Brut NV que el personal entrega como una cortesía.
El servicio de comedor en la suite está disponible las 24 horas, los 7 días de la semana, con un menú amplio y variado. Durante el horario de cena, los huéspedes pueden pedir comidas de varios platos de The Restaurant. Alguien se encargará de servir cada preparación en la suite o la terraza.
Excursiones en tierra
Navegar en Kimberley requiere normas de seguridad rigurosas y un personal que pueda cumplirlas. En mi viaje, un equipo de 24 miembros hizo precisamente eso, una tarea nada fácil con muchos pasajeros mayores.
La enérgica y experimentada tripulación repetía constantemente las advertencias sobre los cocodrilos de agua salada de más de 450 kilos que acechaban silenciosamente bajo la superficie del agua. Como mencioné anteriormente, los cocodrilos no permiten hacer kayak, pero esa actividad si es posible en otras expediciones de Seabourn.
Las fuertes mareas, por su parte, no nos permitieron utilizar los dos impresionantes submarinos del barco (que tienen numerosos mecanismos de seguridad incorporados). Sin embargo, a veces se utilizan en otros itinerarios, siempre y cuando las condiciones sean las adecuadas.
Aunque lo único que pudimos hacer fue explorar en Zodiac, cada día parecía ser mejor que el anterior. Vimos las cataratas gemelas King George, de 23 metros de altura. Nos maravillamos con los cocodrilos gigantes que descansaban en playas de arena blanca de Australia. Y navegamos junto a formaciones rocosas de arenisca con profundas gargantas de más de 350 millones de años de antigüedad. Cada salida parecía un viaje a la prehistoria, como Jurassic Park por mar.
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Servicios y entretenimiento
Casi todas las excursiones diarias están incluidas en el precio del viaje. Solo las más espectaculares, como los paseos en helicóptero, tienen un costo adicional. Los miembros del equipo de expedición imparten charlas interesantes y también pasan el tiempo libre conversando con los pasajeros. Un día, por ejemplo, me reuní de improvisto con Emily Fosbery, miembro del equipo, para hablar de los cocodrilos.
La pequeña piscina infinita de la cubierta 5 está flanqueada por dos jacuzzis. Dos más, con un poco más de privacidad, se encuentran junto al Sky Bar en la cubierta 9. El espacioso gimnasio cuenta con máquinas de pesas y ejercicios. Una boutique vende de todo, desde joyas y ropa hasta artículos diversos.
El spa y centro de bienestar ofrecen muchos tratamientos, desde faciales y envolturas corporales hasta masajes, baños de vapor y saunas. Las clases gratuitas incluyen acondicionamiento corporal total, clases de abdominales, yoga y estiramientos guiados. El salón ofrece manicuras y pedicuras, así como servicios de peluquería.
Como es habitual en los barcos de expedición, el entretenimiento es limitado pero agradable: piensa en melodías de piano y un divertido dúo de voz y guitarra. Una noche, también tuvimos una fiesta de baile con un DJ bajo las estrellas. Durante mi estancia, que coincidió con el viaje inaugural en el Kimberley, dos famosos cantantes de ópera australianos subieron a bordo para actuar, eclipsando a todos los artistas que he visto en un barco.
Otro detalle para tener en cuenta es que la política de “puente abierto” del barco le permite a los huéspedes visitar el centro neurálgico del barco en cualquier momento y observar cómo trabajan el capitán y la tripulación.
Ofertas para toda la familia
Seabourn Pursuit no ofrece un programa para chicos. De hecho, no vi a ningún niño en mi travesía. Dicho esto, la línea de cruceros sí permite que pequeños de 6 años o más participen en viajes de expedición.
Los oficiales superiores del barco son los encargados de determinar si los niños pueden participar o no en una excursión determinada. Para ello tienen en cuenta el clima, las condiciones del mar y los desafíos de desembarque en los lugares visitados.
Accesibilidad
Seabourn apuesta por la accesibilidad. Por ello, ofrece mucha información a sus huéspedes, como sugerencias de proveedores para el alquiler de dispositivos de movilidad, y una dirección de correo electrónico especial para consultas ([email protected]). Hay cinco suites accesibles para sillas de ruedas a bordo del Pursuit.
No obstante, las expediciones pueden presentar desafíos, así que se recomienda a los posibles pasajeros que se pongan en contacto con el Departamento de Excursiones en Tierra antes de embarcarse. Durante mi navegación, noté que una persona que usaba silla de ruedas participó en muchas excursiones; la tripulación siempre estaba dispuesta a ayudarlo a satisfacer sus necesidades.
Hacia dónde navega Seabourn Pursuit
El Seabourn Pursuit ofrece cruceros a Kimberley, Australia, desde mayo hasta agosto. También visita otros destinos del Océano Pacífico, incluyendo Indonesia y la Polinesia Francesa, antes de dirigirse a los fiordos chilenos y la Antártida en noviembre.
