Dónde hacer un picnic: lugares en el mundo para una experiencia especial
Créditos: brebca/iStock

Los picnics son una de esas actividades con las que solíamos deleitarnos cuando éramos niños y que, con el tiempo, dejamos de lado. Quizá la razón por la que no volvimos a hacer este tipo de excursión sea simplemente las exigencias de nuestras rutinas diarias. Sin embargo, si nos damos permiso para imaginarnos sentados sobre un mantel a cuadros bajo el cielo azul, tomando un té helado, la idea de planificar una salida para comer rico y conectarnos con la naturaleza se vuelve sumamente atractiva. 

Gracias a su agradable sencillez, un buen picnic es el complemento ideal para unas staycations o para darle un toque diferente a un viaje al extranjero. La clave está en adelantarse a la pregunta de dónde hacer un picnic y elegir una experiencia que no solo sirva como telón de fondo para crear nuevos recuerdos, sino que también nos permita descubrir planes de lujo en nuestros destinos favoritos. Desde una playa remota en Indonesia, pasando por viñedos en Gavi, hasta cenas rodeados por las montañas del Cáucaso, aquí tienes cinco propuestas tan irresistibles como una cesta de mimbre llena de bocaditos dulces.

Una isla privada de arena blanca en Indonesia con Aliikai

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Las embarcaciones de Aliikai exploran la historia y cultura de Indonesia y están diseñados para parejas, familias y grupos pequeños. Créditos: Cortesía de Aliikai Voyage vía RG2 Communications

El picnic clásico suele transcurrir en un parque o una zona boscosa, pero siempre hay excepciones a la regla y Aliikai Voyage es un ejemplo de ello. Esta empresa, fundada por Diane y Patricia, dos viajeras experimentadas, dispone de una flota de yates de lujo que navegan por las aguas de Indonesia, permitiendo a sus invitados explorar las costas de Raja Ampat, la isla de Komodo, Alor o Banda Sea. 

La propuesta de Aliikai se basa en excursiones selectas a lo largo del año. Por ello, sus picnics van más allá de lo ordinario y se realizan en playas remotas, alejadas del bullicio de Bali y el ajetreo de Yakarta. Allí, el paisaje y la calidez de la brisa del sudeste asiático se complementan con una comida inspirada en los sabores locales. 

Un viñedo enclavado en las colinas de Gavi

Al igual que cualquier otro país, Italia es mucho más que atracciones populares como el Coliseo, la Torre de Pisa y la Fuente de Trevi. Si quieres apreciar ese encanto, ¿por qué no planear una escapada a La Raia, una finca vinícola situada en la región de Piamonte, a 50 minutos en auto de Génova? 

Esta propiedad de 180 hectáreas alberga un restaurante cuyas preparaciones van directamente desde la granja hasta la mesa y un íntimo relais boutique de 12 habitaciones conocido como Locanda La Raia. Así mismo, cuenta con un viñedo en el que los huéspedes pueden tomar una (o varias) copas del vino biodinámico de la casa. En este caso, lo único que faltaría para sentirse como la estrella de una película romántica de culto sería una banda sonora cantada en italiano. 

Un resort rodeado por las montañas del Cáucaso

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Lopota Lake Resort & Spa es un complejo de cinco estrellas donde los huéspedes pueden reservar un masaje con aceites naturales, usar el baño eslavo o nadar en sus piscinas cubiertas y al aire libre. Créditos: Cortesía de Lopota Lake Resort & Spa vía RG2 Communications

Cuando se trata de elegir dónde hacer un picnic, es probable que sitios fuera de las rutas turísticas tradicionales, como Georgia, no sean los primeros en la lista. No obstante, este país, conocido por sus vinos elaborados con métodos antiguos, se está perfilando como uno de los destinos emergentes de Europa. 

Además, Georgia es el hogar de Lopota Lake & Spa Resort. Este refugio no solo se centra en el bienestar del cuerpo y la mente, sino que también goza de vistas panorámicas al lago, las montañas del Cáucaso y un bosque cuyos árboles sirven de techo natural para disfrutar de la cocina georgiana como parte de las actividades de picnic.

Un prado en lo alto de St. Moritz

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Los huéspedes del Grand Hotel des Bains Kempinski St. Moritz también pueden optar por recorrer el valle de Engadina por su cuenta. Foto: ChrisRinckes/iStock

Aún faltan algunos meses para el verano, pero nunca es demasiado temprano para empezar a buscar aventuras novedosas. La cadena de hoteles Kempinski tiene varias propiedades en todo el mundo. Por suerte para nosotros, algunas de ellas ofrecen picnics que giran en torno a interesantes experiencias gastronómicas.

La elección dependerá de lo que busque cada viajero… Es decir, si prefiere el agua turquesa de las Seychelles o la tranquilidad de los Alpes. Si esta última opción suena como algo que te gustaría vivir, entonces el Grand Hotel des Bains Kempinski St. Moritz es una excelente opción. Allí, podrás descubrir los secretos del valle de Engadina de la mano de uno de sus chefs, quien, posteriormente, preparará un picnic de primera con ingredientes y sabores locales. Y lo que es mejor aún: puede que al final se anime a compartir sus lugares y rutas de senderismo preferidos.

Una finca privada en el campo de Vermont

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A diferencia de otros lugares, en Vermont los picnics son una cosa de varias estaciones. Créditos: jenifoto/iStock

Ahora cruzamos el charco hacia América del Norte para llegar al último lugar de la lista y responder a la pregunta de dónde hacer un picnic al viajar. Nuestro destino es Twin Farms, en el estado de Vermont. En este caso, los picnics forman parte de la programación veraniega, pero también pueden reservarse en primavera y otoño. 

Todos los picnics están incluidos en el precio de la estadía. Algunos comienzan en la estación de ski, mientras que otros proponen una caminata para subir a la Green Mountain, que ofrece una vista a ojo de pájaro de la región de Nueva Inglaterra. El final siempre es la mejor parte, ya que los huéspedes pueden recuperar energías con una variedad de sandwiches, charcutería o canapés. 

Y si te das cuenta de que los picnics no son tan emocionantes como en tus recuerdos de la niñez, puedes irte por otras alternativas, como, por ejemplo, participar en un tour de abejas, nadar en Copper Pond o liberar la mente en el onsen de la propiedad.