«Me gusta el lugar donde naciste, papá,” le dijo mi hija de cuatro años, Evie, a mi esposo, Vince, mientras estábamos en la cima de la Torre Eiffel.
El hermano de Evie, Rémy, de ocho años, asintió en señal de acuerdo mientras admiraba la vista espectacular. Al planear nuestro viaje de verano a París, donde Vince nació y creció, queríamos que nuestros hijos sintieran una apreciación genuina por su herencia francesa, más allá de los croissants y los cómics de Astérix con los que crecieron en Connecticut.
También queríamos evitar simplemente arrastrarlos de una institución cultural a otra. En su lugar, elegimos una combinación de atracciones poco comunes y actividades al aire libre que celebran la cultura, historia y vida diaria francesa. Esto es lo que más nos gustó para recorrer París en familia.
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Navegación a escala
Participa en una actividad clásica parisina navegando barcos de modelos antiguos en el Gran Estanque de patos en el Jardin du Luxembourg. El parque también cuenta con una crepería y un área de juegos construida de manera sostenible.
Hogar, dulce hogar
Con un bufé de desayuno que incluye croissants de chocolate, madeleines y Nutella, y un armario en el vestíbulo lleno de disfraces y juegos, el Hôtel Léopold, con 40 habitaciones, es ideal para familias. También cuenta con un acogedor salón y una biblioteca bien surtida, perfectos para hacer una pausa con una porción de pastel de manzana entre aventuras.
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Historia viva
En la Conciergerie, el palacio del siglo XIV donde estuvo prisionera María Antonieta, a los niños les encantará el HistoPad, una tableta que usa realidad aumentada para dar vida a las habitaciones. Descubrirán la celda de la reina y la mayor sala gótica civil de Europa. A la vuelta de la esquina se encuentra la etérea Sainte-Chapelle, que cuenta con más de mil ventanas de vidrieras luminosas.
Función circense
En los Pavillons de Bercy-Musée des Arts Forains, un museo que alberga más de 3 mil objetos usados en ferias del siglo XIX, los visitantes de todas las edades se deleitarán danzando en un salón de baile, viendo una ópera con muñecas mecánicas a tamaño real o pedaleando un carrusel de bicicletas de 1897.
También está el Jardin d’Acclimatation, un parque de atracciones en el Bois de Boulogne que abrió en 1860 y recibió una renovación en 2018 por parte del conglomerado de artículos de lujo francés LVMH.
Búsqueda del tesoro
No se puede pasar por alto el Louvre. Pero lo que podría convertirse en un colapso a mitad de la tarde se convierte en una emocionante (y manejable) excursión escolar en un tour privado de dos horas con Family Twist, sin hacer fila. Con un folleto de búsqueda del tesoro en mano, los niños encontrarán pistas en una docena de exposiciones, como la Venus de Milo y la Mona Lisa, lo que finalmente los llevará a un recuerdo escondido en el museo.
El gran concurso parisino de pastelería
Únete a las familias locales para aprender a hacer macarons en la querida pastelería Sweet Bazar. Aprenderás a batir claras de huevo, dar forma a la masa en pliegues como cintas y rellenar círculos como un profesional. Todos se irán con seis deliciosos macarons, que podrán disfrutar afuera en la recién reabierta Fuente Stravinsky, que cuenta con 16 encantadoras esculturas de Niki de Saint Phalle y Jean Tinguely (está justo al lado del Centro Pompidou).
¡A bordo!
Los pequeños capitanes pueden tomar el timón en un paseo en taxi acuático de 90 minutos por el Sena con River Limousine. Durante el recorrido, pasarán por Notre Dame, que ja re, y aprenderán datos históricos, como el hecho de que la Torre Eiffel originalmente fue pintada de rojo veneciano y que la ciudad comenzó como una pequeña aldea de pescadores en el siglo III a.C. Los niños tendrán jugo y, por supuesto, los padres podrán disfrutar de champán.
