
Hablar de Malta es hablar de uno de esos destinos que lo tienen todo: historia, cultura y una gran oferta de ocio. Descubre los múltiples planes que te ofrece esta isla mediterránea caracterizada por su belleza y confort.
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El país es un archipiélago compuesto por tres islas y situado al sur de Sicilia. Sus playas de aguas turquesas, los acantilados de postal, las aldeas de pescadores, su gastronomía mediterránea y las ciudades históricas; son sus poderosas razones para visitarlo. La mejor época para viajar hasta allí es de mayo a octubre, cuando está más animada. Sin embargo, si viajas en julio o agosto, estará bastante masificada (como cualquier ciudad del Mediterráneo, básicamente).
Todo empieza por La Valeta

Su cautivador casco histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En sus calles hay palacios señoriales e iglesias barrocas. Entre ellas destaca la Concatedral de San Juan, una joya en su estilo a la que merece la pena entrar para admirar los tonos dorados de sus tallas y los frescos que representan la vida de San Juan Bautista.
Además, la ciudad cuenta con varios monumentos como la bella Fuente de los Tritones o la Puerta de la Ciudad, desde la que se admiran las imponentes murallas medievales. Pero, seguramente, el que más te sorprenderá es el Teatro Real, con sus altísimas columnas de origen romano. Se siguen haciendo espectáculos en él, por si te interesa disfrutar de una obra en un lugar histórico.

Las redes sociales están repletas de fotos con sus calles más emblemáticas. La Triq Sant’ Orsla recorre dos de las más bellas: Old Theatre Street y St. Lucia Street. La segunda está decorada con banderitas de países y llena de terrazas en las que tomar un Aperol o un Martini a la hora del aperitivo. Ese es otro de sus atractivos, una oferta gastronómica excelente y variada con locales como Zero Sei y el Palazzo Preca Restaurant.
Ya tienes unos cuantos planes para La Valeta, pero si tienes tiempo no dejes de pasear por los jardines superiores e inferiores de Barrakka, entrar al exquisito Palacio del Gran Maestre o entrar en el Teatro Manoel, el tercero más antiguo de Europa.
Las tres ciudades de Malta
Se llega a ellas en quince minutos desde el puerto de La Valeta. Son Vittoriosa, Senglea y Copiscua; situadas una junto a la otra. Están consideradas una de las bellezas del Mediterráneo y se caracterizan por sus bellas edificaciones barrocas. En Senglea, la calle Triq Iz Zewg Mini va hasta los jardines Gardjola, dos lugares de interés. En cuanto a Copiscua, lo imperdible es la Iglesia de la Inmaculada Concepción. Por último, la más bella es Vittoriosa, con lugares como el Palacio del Inquisidor, el Fuerte de San Ángel y la Iglesia de San Lorenzo.

El impresionante Hipogeo de Hal Saflieni
Se trata del único templo prehistórico encontrado debajo de la tierra. Está situado a unos tres kilómetros de Senglea y fue descubierto en 1902 por casualidad. Es una necrópolis compuesta por distintas cámaras y uno de los claros imprescindibles de un viaje a Malta. También fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se calcula que fue construida en torno al 2500 a. C. y en ella se encontró la famosa escultura de la Dama Durmiente, actualmente expuesta en el Museo de Arqueología de La Valeta. Recuerda, es muy recomendable reservar entradas en su página web con bastante antelación.
La Gruta Azul, arquitectura en la naturaleza
En general, Malta está repleto de impresionantes costas, tanto de playas como de acantilados. Destacan St. Peter’s Pool, los acantilados de Dingli, la Golden Bay o el sorprendente Popeye’s Village, el plató donde se rodó la película Popeye (1980).

Sin embargo, el paraje que se lleva la palma es la impresionante Gruta Azul, con sus enormes arcos de roca naturales. Se puede llegar hasta allí con un ferry que parte del pequeño puerto de Wied Iz Zurrieq. Otra opción es ir hasta el Mirador que da hasta la propia gruta, al que se accede en vehículo particular o autobús.
El bonito pueblo de pescadores Marsaxlokk
Lo mejor de este pueblo a unos 20 minutos en coche de La Valeta es su precioso paseo marítimo. En las aguas del Mediterráneo verás amarradas las barcas de pescadores pintadas de colores vivos, conocidos como luzzus. Al final del mismo está la iglesia de Nuestra Señora de Pompeya.
Lo más recomendable es visitarlo los domingos por la mañana, cuando ponen el mercado de pescado fresco. Darte una vuelta por el mercado y acabar degustando una dorada (o lampuki, como le llaman los locales) en restaurantes como Liska o Capanna es un plan perfecto para una soleada mañana mediterránea.

Si tienes tiempo, Malta es un lugar lleno de sorpresas. En ella está una de las construcciones megalíticas más antiguas conservada, los templos de Hagar Qim. o Mdina, conocida como la ciudad del silencio y uno de los vestigios mejor conservados de la cultura fenicia. También están la Torre Roja, una construcción única por su color o la tranquila isla de Gozo. No dejes de ir a este sorprendente destino mediterráneo.