
Mucho antes de convertirse en un imán para los amantes del sol y los superyates, Palma de Mallorca fue uno de los principales puertos comerciales del Mediterráneo. Su profunda y protegida bahía atrajo a comerciantes y marineros de Europa y el norte de África, fomentando un intercambio cultural que hoy se refleja en sus imponentes torres góticas, patios moriscos y murallas renacentistas. Siglos después, la capital de las Islas Baleares sigue siendo un punto de encuentro, pero ahora también destaca por su artesanía, sus tiendas y sus galerías de arte.
Cada primavera, la ciudad alcanza su punto álgido creativo con Xtant, un encuentro de varios días fundado en 2020 por la diseñadora madrileña Kavita Parmar y la emprendedora colombiana Marcella Echavarría. Más de 80 artesanos de 30 países exhiben sus creaciones en edificios históricos, como el palacio barroco Can Vivot, desde alfombras tejidas a mano hasta caftanes bordados y textiles teñidos. Además, los talleres permiten aprender técnicas tradicionales, como el tejido de esparto o la roba de llengües, la tela característica de la isla inspirada en los patrones ikat traídos por la Ruta de la Seda.
Si lo tuyo son los aromas, en Arquinesia y Viti Vinci encontrarás perfumes elaborados con plantas locales, desde hinojo y naranja hasta bergamota. Para los amantes de la cerámica, PK Studio ofrece jarrones y vajillas minimalistas creadas por el arquitecto convertido en artista, Roberto Paparcone, quien incluso invita a los visitantes a experimentar en el torno de alfarería.

Desde la izquierda: David Bonet/Pelaires; Paparcono
En pleno casco antiguo, Rialto Living, ubicado en un palacio del siglo XV, combina diseño de interiores y moda isleña contemporánea. Creado por Klas Käll y Barbara Bergman, la tienda-concepto exhibe artículos para el hogar y colecciones de moda, mientras que su estudio ha intervenido en hoteles emblemáticos como Son Bunyola de Richard Branson.
La diseñadora mallorquina Rosa Esteva, fundadora de Cortana, también mantiene viva la tradición local desde su tienda insignia: vestidos monocromáticos, blusas vaporosas y colecciones de edición limitada, incluidos vestidos de novia y vajillas artesanales. Mientras tanto, el diseñador Jaime Llambias trabaja en su showroom con cita previa, utilizando tintes naturales y tejidos reciclados como el drap isleño para crear piezas esculturales y contemporáneas.
El arte contemporáneo de Palma brilla en Pelaires, la galería más longeva de España, fundada en 1969 y estrechamente vinculada a Joan Miró, y en la sucursal española de la Galería Kewenig, que expone a artistas internacionales en un salón abovedado de una capilla del siglo XIII.

Para sumergirse en la esencia creativa de la ciudad, Portella, un hotel boutique de 14 habitaciones en un palacio del siglo XVII, ofrece una experiencia artística única. Con litografías de Miró, lámparas de Gordiola y vistas a los baños árabes del siglo X, el hotel combina historia y modernidad, permitiendo sentir la corriente contemporánea que atraviesa cada rincón de Palma de Mallorca.