Entre los estrenos del mes de septiembre en los cines españoles está una nueva versión de la Odisea, el viaje épico que el héroe griego Ulises emprendió para volver a casa después de la guerra de Troya. La mítica obra de Homero es una fuente inagotable de versiones, revisiones, alusiones y revisitaciones. El destino final de Ulises era Ítaca, una isla muy real, nada de mito, que tiene muchos planes que ofrecer.
Qué destinos visitar en Grecia continental, según un asesor de viajes
Situada en el mar Jónico, frente a la costa occidental de Grecia, Ítaca conserva la esencia de un destino tranquilo, auténtico y lleno de historia. Aunque más pequeña y menos concurrida que otras islas griegas, su belleza natural y su riqueza cultural hacen que sea un lugar ideal para quienes buscan un viaje diferente.
Un viaje a territorios mitológicos
Uno de los principales atractivos de Ítaca es su vínculo con la mitología griega. En la obra de Homero, fue la tierra natal de Ulises (Odiseo), héroe de la Odisea. Pasear por la isla significa caminar entre historias y leyendas. Lugares como la cueva de las Ninfas o las ruinas del antiguo asentamiento de Alalkomenes evocan el espíritu de los relatos homéricos. Para los amantes de la literatura y la historia, esta es una razón de verdadero peso para disfrutar de la isla.
Una vuelta por Vathy, su capital
La capital de Ítaca es Vathy, un encantador pueblo con casas de tejados rojos que se asienta alrededor de una bahía tranquila. En su puerto encontrarás tabernas tradicionales donde degustar pescado fresco y pequeños cafés con vistas al mar. También es recomendable visitar el Museo Arqueológico de Vathy, que alberga hallazgos relacionados con la época micénica y el mito de Ulises.
Senderismo con vistas al Jónico
Ítaca es un paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo. La isla cuenta con numerosas rutas señalizadas que atraviesan montañas, olivares y pueblos pintorescos, siempre con vistas espectaculares al mar Jónico. Uno de los recorridos más recomendados es el que lleva hasta el monasterio de Kathara, situado en lo alto de una colina. Desde allí se puede contemplar una panorámica inolvidable de toda la isla.
Playas tranquilas y cristalinas
Aunque Ítaca no es tan conocida por sus playas como otras islas griegas, cuenta con calas y bahías de gran belleza. Algunas de las más destacadas son:
- Platis Gialos: amplia y de aguas turquesa, perfecta para familias.
- Filiatro: una playa de guijarros rodeada de vegetación, ideal para relajarse.
- Gidaki: accesible en barco o a pie, considerada una de las más hermosas de Ítaca por su entorno virgen.
Excursión a la Cueva de las Ninfas
La cueva de las Ninfas es uno de los lugares más enigmáticos de la isla. Se dice que Ulises escondió aquí sus tesoros a su regreso a Ítaca. Aunque la cueva no siempre está abierta al público, llegar hasta ella y conocer su historia resulta una experiencia fascinante. La visita combina arqueología, mitología y naturaleza en un mismo lugar.
Pueblos pintorescos del interior
Más allá de la costa, Ítaca también ofrece pequeños pueblos llenos de encanto. Stavros es uno de los más conocidos, situado en el norte de la isla, donde se encuentra un busto de Ulises que recuerda la conexión entre Ítaca y la Odisea. Otro lugar recomendable es Kioni, con su puerto pintoresco y tabernas junto al mar, perfecto para degustar la gastronomía local.
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Navegar alrededor de la isla
Una de las formas más auténticas de descubrir la isla es en barco. Existen excursiones que recorren la costa de Ítaca, permitiendo acceder a calas escondidas y disfrutar del mar cristalino. También se pueden contratar rutas que incluyen paradas en islas cercanas, como Cefalonia o Lefkada. Es una opción perfecta para quienes buscan un plan relajado y lleno de paisajes inolvidables.
Fantástica gastronomía local
La cocina de Ítaca es sencilla pero deliciosa. En sus tabernas tradicionales podrás probar platos típicos como el sofrito, el cordero asado o los quesos artesanales. Además, la isla es famosa por su aceite de oliva, que se produce en pequeñas explotaciones familiares.
Atardeceres inolvidables
Para terminar el día, nada mejor que contemplar un atardecer sobre el mar Jónico. Lugares como el mirador de Exogi ofrecen vistas espectaculares al horizonte, donde el sol se oculta tras las montañas y el mar se tiñe de tonos dorados y naranjas. Un plan sencillo pero lleno de magia que cierra con broche de oro cualquier visita a Ítaca.
