
El Gran Museo Egipcio (GEM) se ha convertido en uno de los hitos culturales más esperados del mundo. Tras más de dos décadas de planificación, inauguraciones parciales y aplazamientos, este nuevo macro-museo situado junto a las pirámides de Giza nace con la ambición de convertirse en la mayor institución arqueológica dedicada a una única civilización.
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Una construcción accidentada
La idea del GEM fue lanzada en la década de los 90, con el objetivo de relevar al antiguo Museo Egipcio en la plaza Tahrir y ofrecer un espacio moderno, amplio y acorde con la magnitud de la civilización egipcia. Desde entonces, se había ganado la fama de maldito. Desde la primera piedra en 2005 hasta su reciente apertura ha pasado por tres regímenes, una revolución, una pandemia y diversas guerras en la región.

El complejo del museo ocupa cerca de 470.000 m², en un emplazamiento estratégico junto al complejo de las pirámides de Giza, lo que subraya su carácter patrimonial y turístico global. Las galerías permanentes cubren aproximadamente 24.000 m² y el espacio total permite albergar tiendas, cafeterías, un centro de conservación, jardines y nada menos que más de 100.000 piezas.
Lo más destacado del nuevo museo
El GEM está repleto de verdaderas joyas del mundo antiguo. Su gran apuesta es la colección completa de los tesoros de Tutankamón, que reúne más de 5.000 piezas y que se muestran todas reunidas por primera vez. La galería también cuenta la increíble historia del descubrimiento del mausoleo del joven faraón, que apareció intacto en 1922 en el Valle de los Reyes de Luxor. Los artefactos más destacados: la famosa máscara dorada, el trono real y varios equipos funerarios.

También destaca la imponente estatua de Ramsés II, un coloso de piedra de varios metros de altura y de más 80 toneladas. Preside el Gran Vestíbulo, la recepción del Museo. Antiguamente, estaba frente al templo principal del dios Ptah, en la legendaria metrópolis de Menfis, que hoy estaría en las afueras de El Cairo.
La mayoría de objetos conservados del Antiguo Egipto tienen carácter funerario. Entre ellos, están las barcas funerarias del faraón Keops. Tienen su propia galería, que era uno de los secretos mejor guardados de la construcción del GEM. Son dos vestigios impresionantes que dan testimonio de la riqueza y la tecnología del Antiguo Reino.
Por último, la nueva institución ha hecho un gran esfuerzo por mostrar aspectos de la lejana sociedad egipcia mediante tecnologías de realidad aumentada, en busca de una musealización moderna. En este sentido, hay galerías que relatan diversos aspectos de aquel imperio: «Sociedad», «Realeza» o «Creencias».
Visitar el GEM: información práctica
Para quienes planean hacer una visita, es importante que tengan en cuenta lo siguiente:
- La ubicación exacta del museo es en la carretera del desierto de El Cairo-Alejandría, junto al complejo de Giza.
- Horarios oficiales: el complejo abre de lunes a viernes de 8:30 h a 19:00 h, y los miércoles y sábados extiende la apertura hasta las 22:00 h. Las galerías permanentes se encuentran abiertas de 9:00 h a 18:00 h (o hasta las 21:00 h en días especiales).
- Entradas: se recomienda comprar con antelación a través de la web oficial; los visitantes extranjeros pueden pagar tarifas distintas de los ciudadanos egipcios.
- Fase de apertura: el museo tuvo una “soft opening” en octubre de 2024 con galerías seleccionadas, y la apertura completa al público se hizo el 4 de noviembre de 2025 después de la ceremonia inaugural del 1 de noviembre.
Contexto geopolítico y turístico

El GEM no es solo un museo: es una pieza clave dentro de la estrategia de Egipto para recuperar su posición como destino turístico internacional. El gobierno egipcio espera que este proyecto ayude a alcanzar los 30 millones de visitantes en los próximos años. Además, la ubicación cerca de las pirámides y la construcción de nuevos accesos, como el aeropuerto Sphinx, refuerzan la conexión entre patrimonio antiguo y desarrollo moderno.
En el plano cultural, el museo refuerza la narrativa egipcia de custodio de una civilización milenaria y simboliza el deseo de proyectarse hacia el siglo XXI con orgullo patrimonial y diseño de vanguardia.
Un museo diseñado para el siglo XXI
El diseño arquitectónico del GEM incorpora elementos que dialogan con las pirámides: su techo inclinado se alinea con las cumbres de Giza, y sus amplios ventanales permiten vistas directas al desierto mientras se camina por la escalera monumental del atrio. Tecnología, conservación e interacción definen la experiencia: laboratorios visibles, zonas de restauración abiertas al público, recorridos inmersivos y la exhibición de piezas nunca antes vistas.
Gracias a esta combinación de patrimonio y modernidad, el Gran Museo Egipcio se perfila como un destino indispensable para quienes viajan a El Cairo y desean comprender no solo las pirámides, sino la civilización que las construyó.







