En 2024 más de 150 mil mexicanos visitaron Japón. No solo fue un aumento del 60% en comparación a 2023, también fue una cifra que marcó un récord histórico. Si eres uno de los miles de mexicanos que se enamoraron de este país y estás buscando regresar muy pronto (o conocerlo por primera vez), Aso City, en la isla volcánica de Kyushu, es una experiencia completamente diferente y auténtica.

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El documental The Fire of Love, cuenta una historia de amor entrañable entre dos vulcanólogos apasionados y devotos. Katia y Maurice Krafft, que entregaron sus vidas al estudio y entendimiento de los volcanes con una dedicación desenfrenada y sinceramente, contagiosa.
En Kyushu se encuentran tres ciudades importantes dentro de la región volcánica del suroeste del país, Unzen City en la prefectura de Nagasaki, Aso City en la prefectura de Kumamoto y Kagoshima City en la prefectura de Kagoshima.

La primera vez que yo escuché de la isla de Kyushu fue mientras veía este documental el mismo año que por casualidad terminé en un avión con dirección a la prefectura de Kumamoto donde se encuentra Aso City.
Un viaje con el que conocí Japón por primera vez y nunca hubiera deseado que fuera de otra forma. Muy lejos de los rascacielos de Tokio y su encanto futurista, los templos de Kioto y la gastronomía de Osaka, Aso tiene una esencia única. Visitar Aso es sinónimo de tranquilidad, naturaleza, cultura y conexión.
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Aso City anida, literalmente, dentro de la caldera de un volcán lo que le concede paisajes impresionantes, suelos fértiles y abundancia de aguas termales (onsen). Es algo sumamente inusual ya que las calderas generalmente están llenas de agua, pero hay un mito japonés que explica que la caldera de Aso fue abierta por el dios local Takeiwatatsunomikoto. La leyenda dice que el dios decidió abrir la caldera destruyendo sus muros a patadas por eso ahora cuenta con una salida natural para el agua al mar, lo que lo ha convertido en un lugar ideal para vivir.
Monte Aso, sus volcanes y su belleza imponente
Una de las atracciones por las que la región de Aso es más famosa es por su volcán activo. Todos los visitantes de Aso City buscan un vistazo al impresionante parque nacional Aso-Kuju. Es un espacio en el que podrás hacer senderismo para conocer toda la zona, hacer un picnic en las faldas del volcán, visitar el museo, andar en bicicleta por los caminos y mucho más. La meta final para la mayoría es llegar al crater del volcán. Si tienes suerte podrás acercarte hasta ver el agua de adentro, oler el azufre y quedar completamente deslumbrado por la belleza y peculiaridad de los paisajes. Si lo visitas en invierno lleva guantes, muchas capas de ropa y tennis para caminar en terrenos irregulares.







La última vez que el Monte Aso hizo erupción fue en 2016 el mismo año que dos terremotos azotaron la ciudad, pero es muy seguro acercarse. Japón cuenta con un monitoreo volcánico avanzado y protocolos de seguridad claros.Es posible que la entrada al crater no siempre esté abierta por las fumarolas del volcán que pueden ser dañinas si se inhalan por tiempos prolongados.
Los pastizales volcánicos de Aso
Además de los volcanes, Aso es famoso por su agricultura. Los suelos volcánicos de la región producen pastos ricos en minerales que alimentan al ganado y el agua es extremadamente pura. Esto con el clima y el entorno en general resulta en carne tierna, jugosa y bien marmoleada, leche y queso de excelente calidad. Además de frutas y verduras frescas, ricas y orgánicas. La crianza en Aso suele ser a pequeña escala y en forma tradicional lo que convierte a sus ingredientes en verdaderas joyas gastronómicas. Podrás disfrutar de carne premium, arroz, espárragos, jitomates, fresas, papas, todo cultivado en sus pastizales y regado con el agua prístina de sus manantiales.





Además de ser una fuente de alimento son parte fundamental de la cultura local. Muchas familias se dedican a la siembra y cuando se deben realizar quemas controladas para regenerar el suelo toda la ciudad toma parte. Aso tiene una cultura de comunidad alrededor de la naturaleza que se percibe en cada momento de tu estancia.
Waita Town, nunca has visto nada igual
En la misma región de Aso, al extremo norte de la caldera, está Waita Town. Un pequeño poblado que es famoso por sus onsen y sus escapes de vapor volcánico. Todo el pueblo tiene tubos de vapor que sale del suelo y lo aprovechan para cocinar y calentar sus casas. Es una escena impresionante. Puedes comprar tus ingredientes en tiendas locales y cocinarlos exclusivamente con el vapor que brota de la tierra como resultado de su cercanía con un volcán.





Si eres local hay vaporeras públicas a tu disposición, pero si vas de visita debes de pagar una tarifa para poder usar algunas de las vaporeras disponibles a la renta. Es todo un espectáculo caminar por las calles entre vapor que sale del suelo y experimentar una comida cocinada exclusivamente con ese regalo de la naturaleza. Sin duda, te abre los ojos a una conexión más auténtica con lo que la tierra provee.
Un destino de naturaleza y cultura
Aso destaca como destino por su cultura japonesa, naturaleza y la conexión de los locales con ella. La presencia de un volcán activo a pocos kilómetros de casas, escuelas y hospitales, lejos de generar temor ha forjado un respeto mutuo. Es una relación inquebrantable entre naturaleza que provee y hombre que aprovecha. Las bondades del territorio han construido una ciudad plena, unida y feliz. Algunas de las actividades imperdibles para vivir al máximo el destino y sentir que formas parte de su esencia son paseos en bicicleta eléctrica para conocer la versatilidad de sus paisajes, un lunch en los pastizales, cabalgar, visitar un Izakaya (cantina japonesa), rezar en sus templos, hacer senderismo en lugares como Mazeno Valley o hasta ver el volcán desde un helicóptero.






Cuando lo visites podrás hospedarte en ryokans (posadas japonesas) con aguas termales dentro del cuarto (onsens), tatamis (camas japonesas) y kotatsus (escritorios japoneses en el piso), como Aso no Yamaboushi o Takanosho. Pero si prefieres algo más inspirado en lo occidental hay opciones como Fairfield by Marriot.



Aso ofrece experiencias que cambiarán tu prespectiva, no solo por la gente y su hospitalidad, es algo mucho más fuerte. La mancuerna entre naturaleza y vida diaria trasciende la agricultura y ganadería. Es una dualidad arraigada que se convierte en identidad. Uno no existe sin el otro y le otorga una belleza inexplicable al destino.

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“Find what you love and let it kill you”, una frase del famoso escritor Charles Bukowski que es prueba irrefutable de la pasión humana y enmarca a la perfección los últimos días de Katia y Maurice. Ambos murieron en la erupción del Monte Unzen el 3 de junio de 1991. La lava los alcanzó en la localidad de Shimabara en Kyushu, Japón. Una culminación tan trágica como bella que me hace pensar en el privilegio que es amar algo hasta la muerte. Aso me hizo sentir que su gente está comprometida y feliz con su cultura, idiosincracia, tradiciones y sobre todo su lugar. Vivir Japón desde Aso es una experiencia que no has tenido en ningún otro viaje.
Prepara tu próximo viaje a Aso con: https://privatetravelservice.jrkyushu.co.jp/
Ellos te podrán guíar y apoyar en el proceso de cualquiera de las actividades que decidas que quieres hacer ahí.








