
San Andrés quiere convertirse en uno de los destinos isleños favoritos por los viajeros. Nattivo Collection Hotel tomó la batuta para crear una oferta novedosa que conquiste al turista, combinando las expresiones de la naturaleza con las menidades de un hotel boutique de lujo.
Cuando cae la tarde en la terraza de Nattivo, el cielo se hace uno con el mar y la piscina pareciera infinita reflejada en los barandales de vidrio.
El paisaje se disfruta en maridaje con cócteles que honran los sabores frescos de la isla y preparados con las técnicas tradicionales de la mixología, como antesala a la cena en uno de los tres restaurantes del hotel.
“Creemos que el lujo que nosotros damos se basa en el bienestar, y este puede interpretarse de muchas formas: estar bien contigo, conectar con la naturaleza, descansar. Es un lujo intangible en el que procuramos que la persona se sienta bien”, destaca Mariana Gaviria, una de las fundadoras de Nattivo Collection Hotel.
Melissa y Mariana Gaviria y Michelle Meneses Flores, las tres mentes detrás del concepto de Nattivo, crearon una filosofía de turismo premium y de bienestar con que están madurando la oferta del sector hotelero en San Andrés.
Una experiencia 360°

El hotel cuenta con 99 habitaciones, que incluye categorías estándar, dobles y suites, con una tarifa promedio superior al millón de pesos por noche. Cuentan con las amenidades de un hotel premium en cualquier parte del país y crearon un circuito gastronómico con tres restaurantes en funcionamiento y uno próximo a empezar operaciones.
“Tenemos que dar una oferta de valor que justifique venir a San Andrés y quedarse en Nattivo. Nuestro producto es diferenciado, resalta los valores culturales, gastronómicos y artesanales de vivir en la isla”, señala Andrés Delgadillo, general manager del hotel.
El servicio es perstado por personas oriundas de la isla, representando el 98% del personal del hotel, quienes reciben formación en hospitalidad.
El camino hacia las habitaciones es ambientado por los olores dulces del caribe, con una fragancia diseñada exclusivamente para el hotel. Desde el lobby hasta el séptimo piso, las puertas del ascensor se abren a un tono distinto de azul en honor al Mar de los Siete Colores, uno de los atractivos turísticos de la isla.

Por su ubicación central, a 3 minutos de la playa y en una zona comercial, contribuyen a la economía local, porque los viajeros pueden encontrar esos productos y servicios adicionales que requiere dentro de la misma ciudadela.
Sin entrar en la categoría de todo incluido, se propusieron crear una experiencia 360, a partir de una red de experiencias validadas por la marca, para que los turistas pudieran acceder a las distintas actividades que se pueden realizar en la isla.
“En Nattivo lo que hacemos es trabajar con algunos actores que nos ayudan a extender nuestra experiencia; por ejemplo, con operadores turísticos que ofrecen tours por la isla, clases de buceo, recorridos por los cayos y demás. Para nosotros es clave vincular esos proveedores locales que hablen el mismo idioma de Nattivo, en el sentido de que la calidad del servicio debe ser consecuente con la que ofrecemos en el hotel”, enfatiza Delgadillo.
Gastronomía a la carta
Como parte de ese 360 el hotel cuenta con tres propuestas gastronómicas, con una identidad bastante marcada y pensada para diferentes ocasiones de consumo.
En el primer piso se ubican dos de los restaurantes, al costado del lobby está Casa Bonita, al que se puede acceder desde el hotel o por la entrada independiente -que invita a pasar a quienes no son huéspedes- y que es la propuesta más elegante de Nattivo.


En el exterior, se ubica Bésame Morenita, donde la brisa suave de la noche sabe mejor con tacos y margaritas. Esta taquería fusiona sabores de la cocina mexicana y pacífica.
Para quienes buscan una experiencia más tradicional y acercarse a la gastronomía local, el restaurante principal del hotel se encuentra en el séptimo piso. Allí se ofrece desayunos tipo buffet, almuerzos y cenas a la carta, con platos internacionales y coctelería de autor.
A finales de 2025 aspiran a abrir su cuarto restaurante, Muo, para complementar la oferta gastronómica del hotel.
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