
Guatemala llegó a la Ciudad de México con una propuesta que habla de territorio, memoria y reinvención. Como país invitado de Original, el Encuentro de Arte Textil que reunió lo mejor del diseño y la artesanía de la región, se presentó un universo creativo que dialogó con las raíces mayas al mismo tiempo que impulsa una visión contemporánea. Del 27 al 30 de noviembre, el Complejo Cultural Los Pinos se convirtió en el escenario donde tradición e innovación convivieron en un punto de encuentro que sorprende incluso a quienes ya conocen la riqueza cultural guatemalteca.

La participación de Guatemala se materializó en una muestra que reunió el trabajo de 16 estudios de diseño y cuatro artistas del Movimiento Nacional de Tejedoras, quienes comparten un lenguaje que trasciende generaciones. Sus piezas mostraron la profundidad de su técnica, el simbolismo de los huipiles y tejidos mayas. Expresiones textiles que son al mismo tiempo historia, identidad y futuro. Más que un despliegue de objetos, este espacio propone una inmersión en las prácticas que han sostenido la vida comunitaria del país y que hoy nutren nuevas interpretaciones del diseño.
El corazón de la exposición fue una instalación inspirada en el Gran Jaguar, el emblemático Templo I de Tikal. A escala del 15%, esta estructura modular, habitable y creada con materiales sostenibles, invita a recorrer una reinterpretación contemporánea de uno de los iconos arquitectónicos del mundo maya. Su presencia imponente contrasta con la textura suave de los textiles tejidos con técnicas ancestrales, creando un diálogo entre la monumentalidad arqueológica y la delicadeza del trabajo artesanal. La experiencia se acompañó de una ambientación sonora que transportó a los visitantes a distintos paisajes de Guatemala, desde la selva hasta los mercados tradicionales.
La propuesta curatorial puso en evidencia cómo Guatemala ha integrado el diseño y la artesanía como lenguajes que enlazan pasado y presente.
Visitar el país, además de descubrir volcanes, lagos y ciudades coloniales, es adentrarse en un ecosistema creativo donde la gastronomía, la joyería, la textilería y el arte conviven en una energía que se renueva constantemente. Esta exposición busca que el visitante de Ciudad de México pueda sentir esa vitalidad, esa sensibilidad que procede de las manos que tejen y de las comunidades que resguardan saberes milenarios.

Original también fue un espacio de conversación y reflexión. El Foro Tejiendo Derechos abordó la apropiación intelectual textil desde la perspectiva del Movimiento Nacional de Tejedoras, un tema crucial para comprender el valor cultural, simbólico y económico del textil indígena, así como los desafíos para protegerlo de usos indebidos. Además, se impartieron talleres participativos destinados a personas mayores de 60 años, una invitación a reconectar con la manualidad, con el tiempo pausado y con el placer de crear.

La experiencia incorporó también la gastronomía guatemalteca. Cada tarde, el chef Néstor Sical ofreció una degustación de platillos tradicionales a las puertas de la Casa Benito Juárez, en un espacio que complementa la muestra textil con los sabores que definen la identidad culinaria del país.
Fue un recorrido multisensorial donde diseño, memoria y cocina se entrelazaron para mostrar una versión amplia y vibrante de Guatemala.
Una iniciativa del Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT), que reafirma que Guatemala no solo se visita: también se vive, se escucha y se teje.







