
Como muchos saben, México es conocido por su riqueza cultural, histórica y natural, elementos que se reflejan en sus pintorescos pueblos. Entre ellos, algunos han sido seleccionados por la ONU Turismo como los pueblos más bonitos de México.
Estos destinos, además de resplandecer de belleza, cargan en la espalda un gran valor cultural, mucha autenticidad de sus tradiciones y una importante capacidad para ofrecer una experiencia turística sostenible. Este reconocimiento internacional subraya la importancia de preservar y promover estas comunidades.

Los pueblos más bonitos de México
Siete son los pueblos que podrían considerarse como los «más bonitos de México»: Creel, Cuetzalan del Progreso, El Fuerte, Higueras, Jalpa de Cánovas, Maní, y Omitlán de Juárez. Cada uno de ellos abre una ventana única a las diferentes regiones de México, mostrando la diversidad y riqueza que caracterizan al país.

Creel
Ubicado a 247 kilómetros al suroeste de Chihuahua, en la Sierra Madre Occidental, Creel es un pueblo que forma parte de la Región Turística Barrancas del Cobre. Esta región es conocida por sus impresionantes cañones, que se extienden por más de 30,000 km². Creel es un punto estratégico en la famosa ruta ferroviaria Chihuahua-Pacífico, considerada una de las más escénicas del mundo.
Creel destaca por su patrimonio cultural rarámuri. Los visitantes pueden participar en actividades de ecoturismo comunitario, que incluyen rutas de senderismo guiadas por hombres rarámuri y talleres de cocina y tejido tradicional ofrecidos por mujeres de la comunidad.

Cuetzalan del Progreso
Cuetzalan del Progreso, en el estado de Puebla, es un pueblo rodeado de bosques mesófilos de montaña y envuelto en la cosmovisión del pueblo nahua. Su reconocimiento como Pueblo Mágico en 2002 fue un reflejo de su enfoque en la sostenibilidad social, económica y ambiental. La agricultura es una actividad fundamental, con productos como el café de sombra, la pimienta negra y la miel de Melipona, que están íntimamente ligados al turismo.
La conservación de la biodiversidad es una prioridad en Cuetzalan. La observación de aves y otras actividades relacionadas fueron promovidas para proteger el ecosistema local. Además, la preservación de tradiciones indígenas, como la danza de los voladores, es otro aspecto central de la identidad de Cuetzalan.

El Fuerte
El Fuerte, situado en el estado de Sinaloa, forma parte de la ruta mágica del Mar de Cortés-Barrancas del Cobre. Desde su designación como Pueblo Mágico en 2009, ha sido reconocido por su riqueza cultural y natural. Este pueblo promueve la inclusión de productos turísticos, campesinos y artesanales, destacando la cultura indígena Mayo Yoreme. Aquí, los recorridos agroturísticos permiten a los visitantes conocer la gastronomía única de la región, como el yorimuni y las tisanas de hierbas.
El Fuerte también es conocido por su Semana Santa, celebrada en siete centros ceremoniales indígenas, lo que refuerza su identidad cultural y su oferta turística.

Higueras
En el noreste del estado de Nuevo León, se encuentra Higueras, conocido como la capital del orégano. Este producto juega un papel crucial en la gastronomía local y se convirtió en un elemento clave de su oferta turística. La Feria Anual del Orégano, celebrada durante la Semana Santa, reúne a habitantes y turistas.
La Sierra de Picachos, un área natural protegida dentro de Higueras, es otro de sus atractivos. Esta región es vital para la conservación de la biodiversidad y es una fuente hídrica crucial para Nuevo León. Higueras goza de rutas turísticas que promueven su riqueza natural y cultural, incluyendo actividades como la elaboración de quesos de cabra, la producción de vino y la recolección de orégano.

Jalpa de Cánovas
Jalpa de Cánovas, fue reconocido como uno de los Pueblos Mágicos de Guanajuato gracias a que es un lugar donde la gastronomía juega un papel central. Platillos como el caldo de zorra y el mole de nuez son emblemáticos de la región, y su producción de alimentos derivados del membrillo y la nuez ha sido integrada exitosamente en la oferta turística.
La iniciativa «Vive Jalpa» busca integrar diversas cadenas productivas locales en un solo producto turístico, ofreciendo a los visitantes una experiencia completa que incluye recorridos en bicicleta, picnics y talleres de dulces tradicionales.

Maní
En la península de Yucatán, Maní es un antiguo poblado que fue un centro importante de la cultura maya. Con un enfoque en el turismo rural, Maní revalorizó actividades como la crianza de abejas meliponas y el bordado de prendas típicas. La Ruta de los Conventos y el Ex Convento de San Miguel son puntos clave de su patrimonio histórico.
El proyecto «Maní Verde» fue fundamental en la reingeniería del desarrollo local, fomentando la sostenibilidad social, económica y ambiental.

Omitlán de Juárez
Finalmente, Omitlán de Juárez, en Hidalgo, forma parte del Geoparque Comarca Minera, designado por la UNESCO. Este pueblo, con una fuerte tradición cultural, ha desarrollado diversas iniciativas para preservar su identidad.
El Callejón del Dicho es una muestra de ello, con expresiones locales que se han plasmado en murales como una forma de documentar y promover su patrimonio inmaterial.