
La gastronomía argentina es reconocida obviamente por su carne y famosos asados. Pero, quién puede negarse a terminar una exquisita comida porteña con un final dulce o simplemente, darse el gusto. En esta línea, la capital del país goza de varios postres típicos que reflejan la rica herencia culinaria de Buenos Aires.
Desde las tradicionales facturas hasta los elaborados postres con raíces europeas, la oferta de dulces en la «ciudad que nunca duerme» es tan variada como deliciosa. Estos postres se pueden encontrar en cafeterías, panaderías y restaurantes de toda la ciudad.
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Los postres típicos de Buenos Aires más exquisitos
Para quienes quieran conocer la cultura gastronómica de la ciudad, ya sea como postre post almuerzo o cena, acompañado de un té o un café en Buenos Aires, podrán encontrar en estos postres una forma de conectar con las tradiciones locales. Este recorrido por los dulces porteños es un vistazo a los sabores y a las costumbres que rodean a cada uno de ellos.
Alfajor, un clásico porteño
El alfajor es uno de los postres típicos de Buenos Aires que se encuentra en todas partes, desde quioscos hasta elegantes confiterías. Su origen se remonta a la época colonial y hoy en día, se presentan en múltiples variedades.
Los alfajores suelen estar hechos de dos galletas unidas por dulce de leche y cubiertas con chocolate o azúcar glas. La versión más popular es el alfajor de maicena, que se distingue por su textura suave y su relleno generoso de dulce de leche, un ingrediente omnipresente en la repostería argentina.

Dulce de leche… el ingrediente infaltable
El dulce de leche es un elemento fundamental en muchos de los postres típicos de Buenos Aires. Aunque no es un postre en sí mismo, se utiliza como base o relleno en una variedad de dulces, como tortas, alfajores y facturas.
Este caramelo de leche se elabora cocinando lentamente leche y azúcar hasta obtener una consistencia espesa y un color dorado. Su sabor característico lo convirtió en uno de los símbolos gastronómicos de Argentina.
Chocotorta, una torta pero sin horno
La chocotorta es otro de los postres típicos de Buenos Aires que ha ganado popularidad en las últimas décadas. Se trata de un postre que no requiere cocción y que combina capas de galletas de chocolate (normalmente Chocolinas) con una mezcla de queso crema y dulce de leche.
La torta se arma alternando capas de galletas humedecidas en café o leche con la mezcla cremosa, lo que da como resultado un postre con una textura suave y un sabor equilibrado.

Panqueques con dulce de leche
Los panqueques con dulce de leche son otro ejemplo de la fusión de influencias europeas en los postres típicos de Buenos Aires.
Los panqueques, de origen francés, se rellenan con abundante dulce de leche y se enrollan o doblan antes de servirse. A veces se espolvorean con azúcar impalpable o se flambean con ron.
Flan con dulce de leche
Este postre combina la suavidad del flan tradicional con la dulzura del dulce de leche. El flan se prepara con huevos, leche y azúcar y se sirve acompañado de una generosa porción de dulce de leche por encima. A veces, también crema.
Este postre típico de Buenos Aires se encuentra en la mayoría de los restaurantes de la ciudad.

Tiramisú
El tiramisú es un ejemplo claro de la influencia italiana en la gastronomía de Buenos Aires.
Este postre se prepara con capas de bizcochos empapados en café, intercaladas con una crema a base de queso mascarpone y cacao en polvo por encima.
Vigilante: un dúo de queso y dulce
El vigilante es una combinación simple y tradicional de queso fresco y dulce de batata o membrillo. Este postre es un claro reflejo de la fusión de culturas en Buenos Aires, ya que combina ingredientes básicos de la dieta criolla con técnicas de conservación europeas.
Aunque se puede encontrar en todo el país, es en Buenos Aires donde se ha popularizado como una opción rápida y sencilla para el postre o la merienda.