Sofitel Buenos Aires Recoleta: la alegría de vivir
Cortesía

Una pequeña ventana permite que los primeros rayos del sol se filtren en la habitación. Al correr las cortinas,
la vista se encuentra con opulentos diseños arquitectónicos y fachadas ornamentales que quedan grabadas en la memoria como una pintura evocadora de un refinado aire parisino, transportando el pensamiento al esplendor del siglo XIX.

Es precisamente en la intersección de Posadas con Libertad y Montevideo donde Sofitel Buenos Aires Recoleta se erige como un silencioso espectador del ir y venir de transeúntes, quienes raras veces se detienen a contemplar su fachada de ladrillos rojos y vegetación exuberante. Esta estructura, cargada de historia, parece susurrar la esencia del icónico barrio porteño.

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Sí, el mismo que se despojó de su aire modesto para convertirse en la zona más lujosa de la capital argentina en la que convergen galerías de arte, museos, parques, así como tiendas de alta costura y diseño de autor.

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Mención aparte merece su extraordinaria vida nocturna, que, como preámbulo, invita a descubrir genuinas expresiones humanas. Para ello, nada mejor que convertir al hotel de 175 habitaciones en el epicentro de la aventura.

Desde aquí, las vistas panorámicas de la ciudad funcionan como un mapa tridimensional que invita a descubrir cada rincón deseado: ya sea la emblemática librería El Ateneo, el Centro Cultural Recoleta o el Museo Nacional de Bellas Artes. Esta área de la ciudad parece ofrecer una opción para cada tipo de viajero.

El inicio del día bien puede comenzar con un magnífico desayuno en La Pâtisserie, un exclusivo spot de pastelería
francesa en donde se fusionan los clásicos sabores argentinos. Una vez en su interior la mirada y el olfato se extravían en una danza de sabores y texturas que deleitan cada uno de los cinco sentidos, mientras los visitantes saborean un croissant, un petit gâteaux con cremoso de vainilla, frambuesa o mango; un cheesecake, o bien unas tostadas francesas con fruta de temporada.

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Por la tarde, es ideal hacer una pausa y adentrarse en el luminoso espacio que alberga el restaurante Alma, dirigido por la chef ejecutiva Erika Scaffino, en donde los deliciosos sabores autóctonos de Argentina se fusionan con una sugerente cocina de autor. Este destino culinario ofrece una exclusiva selección de las mejores carnes del país sudamericano, con opciones que incluyen cortes tradicionales como ojo de bife, vacío o Wagyu, además de pesca del
día, cordero o cerdo. El menú, acompañado por alguna de las 150 etiquetas de los vinos más exquisitos de los terruños argentinos, hacen de cada instante una suculenta experiencia.

Al caer la noche, una atmósfera que recuerda a los refinados bares franceses de los años 60 aguarda en Felicia para
disfrutar de sabores y texturas estacionales inmersos en seductoras creaciones líquidas,
y un interiorismo que concilia el Art Déco con un diseño contemporáneo.

Abierto a huéspedes y locales por igual, este bar es uno de los secretos mejor guardados de Sofitel Buenos Aires
Recoleta, por lo que cada jueves propone el ciclo La Nuit de Felicia, con DJ en vivo, tragos inspirados en los artistas y músicos franceses famosos en la década de los 60 y platos para compartir.

Así, la escena en este vibrante y complejo barrio adquiere matices de ensueño en una noche que se resiste a morir
y refleja la joi de vivre.