Un paraíso tropical en Angra dos Reis
Matias Ternes

Él es moreno, alto, musculoso y de pelo rapado. Ella, rubia, con pelo lacio y largo, piel blanca que parece papel manteca, y un bikini negro. Nadan juntos en la piscina descubierta de Fasano Angra Dos Reis. Juegan, se besan, llaman mi atención. 

El escenario es de película. Detrás de ellos, el moderno edificio color madera del hotel, camuflado con los colores de la selva, el Pico do Frade envuelto en niebla y toda la gama de verdes que despliega el bosque tropical. Delante, la marina del condominio donde está emplazado el hotel: yates en línea en los tres peines náuticos, barcos a vela de fondo y un horizonte de mar cristalino que conquista toda la visual. Está nublado pero hace mucho calor. Aquí hay que venir preparado para vivir, en un solo día, todos los climas.

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Una nueva pareja con dos niños llega a la piscina. El marido le pide foto al moreno que protagoniza mi película. Me pregunto si será famoso, futbolista tal vez. Inventar o adivinar la vida de otros huéspedes en los hoteles es un gran deporte. Que tire la primera piedra el que jamás lo haya hecho.

Así se ve el paraíso tropical

El Hotel Fasano Angra dos Reis, reconocido internacionalmente por su calidad y servicio impecable, fue inaugurado en 2017 en el condominio Frade y es un lugar ideal para quienes, como yo, buscan comodidad y relajación en medio de un escenario paradisíaco en la Costa Verde, entre Rio de Janeiro y Sao Paulo.

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 “Nuestros huéspedes son muy silenciosos, cuidadosos y respetuosos entre ellos y con el ambiente”, comenta Michelle, PR de Fasano Angra, originaria de Curitiba, quien vive desde hace dos años en este paraíso. “Me acostumbré a escuchar pájaros cada mañana, al ruido del mar, a la tormenta tropical, pero no al calor extremo”. La humedad del valle, entre la montaña y el mar, hace que aquí las altas temperaturas se sientan mucho más.

Diseñado para dialogar con la naturaleza, la arquitectura del hotel marca un contrapunto discreto entre la vegetación exuberante del lugar. Para el interiorismo se pensó una selección minuciosa de colores, texturas y mobiliario chic que aportan sencillez y sofisticación. Su paleta de colores incluye tonos tierra, verdes y detalles azules como el mar.

Además de 60 apartamentos espaciosos, con vistas al mar y al campo, el Fasano Angra cuenta con un spa de 2 mil metros cuadrados dedicado al bienestar y a tratamientos para adultos y niños, un centro de fitness bien equipado, canchas de tenis, de golf, polideportiva y hasta una pequeña capilla para celebrar bodas. También ofrece un bulevar de tiendas y puntos gastronómicos con diferentes conceptos para atender los distintos momentos del día, incluyendo el Restaurante Praia y el Restaurante Gero. Otro gran atractivo del hotel es el Kids Club, un área con actividades, juguetes y piscina exclusiva para niños, que lo convierte en un destino excelente para familias. 

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Sumado a su servicio impecable y al alojamiento cómodo y sofisticado, el hotel propone experiencias al aire libre para hacer que cada estancia sea especial, como senderos con cascadas, paseos en bicicleta, picnics al aire libre, buceo, paseos en barco con catering personalizado, vela, cenas bajo la luna, senderos guiados con almuerzo en la Fazenda Bananal, así como travesías en paddleboard por la bahía de Angra. Quienes tomen estadías largas pueden conocer otras joyas de la costa verde, ya que por su ubicación estratégica entre Río de Janeiro y el litoral Paulista,  está a una hora en coche de Paraty y a minutos de Ilha Grande por la carretera.

Durante un paseo por la cancha de golf, entre cascadas y altísimos árboles de bambú, Michele nos muestra desde yacimientos arqueológicos de piedra hasta cientos de capibaras, una especie de carpincho que se multiplica día a día en la zona. Las flores y plantas nativas con sus colores fluorescentes completan el paisaje. Pienso que el clima tropical y la tierra fértil hicieron su obra maestra en Angra dos Reis.