Grecia, considerada la cuna de la civilización occidental, está llena de tesoros arqueológicos, desde las majestuosas columnas de mármol del Partenón hasta el enigmático Oráculo de Delfos. Sin embargo, muchas de estas atracciones son tan populares que el país ha adoptado medidas para reducir las aglomeraciones en temporada alta. Pero hay una joya oculta que probablemente pasarás por alto: el Canal de Corinto.
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Una maravilla náutica por descubrir
Esta maravilla náutica de seis kilómetros de longitud se encuentra a unos 80 kilómetros al oeste de Atenas y atraviesa el istmo de Corinto, una estrecha franja de tierra que separa la península del Peloponeso del continente griego. La construcción del canal comenzó bajo el emperador romano Nerón en el año 67 d. C., pero no se completó hasta 1893, después de que Grecia se independizara del Imperio Otomano. Con 64 kilómetros de longitud y 24 metros de ancho, conecta el mar Jónico con el mar Egeo y es el canal navegable más estrecho del mundo. Esta antigua maravilla es una belleza que debes contemplar en persona.
Navegando por el canal
La mejor manera de conocer el canal es a bordo de un pequeño crucero, ya que la mayoría de los barcos modernos son demasiado grandes para atravesarlo. Como pasajero del Abercrombie & Kent Adriatic Voyage, que incluye puertos de escala en Croacia, Montenegro y Grecia, puedes viajar a bordo del barco más grande que puede navegar por el Canal de Corinto. Este barco de clase Explorer tiene 18 metros de ancho, lo que deja entre 3,3 y 1,5 metros de espacio mientras lo atraviesas.
“Lo mejor es que sientes que puedes tocar los costados”, comparte Susan Langley, arqueóloga marítima y profesora de Abercrombie & Kent, con Travel + Leisure. “Es sorprendente lo estrecho que es el canal y que nuestro barco realmente puede transportar lo necesario. Todos los barcos grandes tienen que rodearlo”.
La experiencia de cruzar el canal
Hoy en día, el Canal de Corinto sirve principalmente a barcos pesqueros, pequeños buques mercantes y líneas de cruceros boutique. Sin embargo, Abercrombie & Kent se asegura de que tu tránsito sea una experiencia inolvidable. Mientras el barco pasa, te alinearás en la cubierta, copa de champán en mano, deslizándote junto a paredes rocosas cubiertas de plantas que parecen tan cercanas que podrías tocarlas.
La flora y fauna únicas del pasaje son tan fascinantes como su historia. Tendrás la oportunidad de observar una gran variedad de vida silvestre en los acantilados de arenisca y caliza, desde zorros correteando hasta aves anidando, así como higueras, alcaparras y acantos, cuyas hojas irregulares a menudo se encuentran talladas en las omnipresentes columnas corintias de Grecia.
Para ti, viajero que busca algo fuera de lo común, el paso por el Canal de Corinto con Abercrombie & Kent es una experiencia inolvidable que combina la historia marítima con una belleza natural asombrosa; y lo mejor de todo, es algo que pocos turistas pueden ver.
