El Mar Caribe, uno de los enclaves turísticos más relevantes de América, suele ser descrito como un paraíso de verano perpetuo, con palmeras, frutas tropicales, playas de arena blanca y aguas turquesas. Esta descripción también refleja los paisajes de las islas ABC, un sobrenombre que muchas personas utilizan para referirse a Aruba, Bonaire y Curazao.
Las islas ABC, que forman parte de las Antillas Menores, comparten una serie de características, entre las que destacan la influencia holandesa y su ubicación fuera del cinturón de huracanes del Caribe. En conjunto, esta triada recibió más de 1.2 millones de visitantes el año pasado. Este número puede parecer modesto; sin embargo, da cuenta de un creciente interés por descubrir sus parajes naturales, fachadas coloridas y gastronomía que combina herencias europeas, caribeñas y africanas. Nos preguntamos qué otros atractivos hacen que valga la pena visitarlas, y aquí están nuestras conclusiones.
Oranjestad: centro y corazón de Aruba
A es por Aruba, la isla feliz
Aruba ha logrado posicionarse como un destino premium gracias a la frase “La Isla Feliz”. Esta campaña no solo hace referencia a la calidez y hospitalidad de sus más de 100 mil habitantes, sino que también remite al ambiente tranquilo que forma parte de zonas protegidas como el Parque Nacional Arikok y las piscinas silvestres de la Reserva Tres Trapi.
Desde la pesca y el windsurf hasta el esnórquel y el buceo, la isla, cuyos idiomas oficiales son el neerlandés y el Papiamento, es un edén para los amantes de las actividades al aire libre. Las playas de Malmok, conocida por sus aguas poco profundas; Hadicurari, hogar del Aruba Hi Winds World Challenge, el campeonato de surf más aclamado del país; y Dos Playas, rodeada de cuevas de piedra caliza, son los refugios perfectos para quienes tienen ganas de descubrir las olas del Caribe.
Por otro lado, Aruba posee los ingredientes para la celebración de todo tipo de ceremonias románticas. El evento «Aruba I Do Vow Renewal Ceremony» es una muestra de ello, pues ha atraído a parejas de todo el mundo desde 2018. Además, resorts de lujo de la talla de The Ritz-Carlton, Hilton Aruba Caribbean Resort & Casino y Tamarijn All Inclusive ofrecen paquetes para festejar uniones memorables frente al mar.
B es por Bonaire, un paraíso para el buceo
Aunque las islas ABC son parte del Reino de los Países Bajos, Bonaire es la única que depende de ese país desde el punto de vista administrativo. Este detalle se traduce en una mayor influencia europea en diversas actividades y costumbres: el uso del neerlandés como uno de los idiomas oficiales, los festejos del Día del Rey cada 27 de abril y las cornisas, molduras, persianas de madera y techos a dos aguas de los edificios coloniales. Estos últimos detalles son frecuentes en el paisaje urbano de Kralendijk, la capital.
La gastronomía bonaerense no estaría completa sin los sabores y las tradiciones de África y el Caribe. Una muestra de dicha fusión es el sopi, una sopa abundante que era consumida después de una larga jornada trabajando bajo el sol. Este plato, que combina papa, zanahoria, maíz y carne de pollo o pescado, también forma parte de la dieta de islas vecinas.
Dado que es hábitat de algunas especies en peligro de extinción, Bonaire ha centrado sus esfuerzos en la promoción del ecoturismo. Esto llevó al gobierno a establecer un impuesto de entrada de 75 dólares por persona con el objetivo de desarrolla actividades de sustentabilidad y apoyar iniciativas relacionadas con la educación, la infraestructura y el desarrollo turístico.
La mejor playa del mundo está en el Caribe y tiene aguas cristalinas que parecen una piscina
C es por Curazao, la pequeña Holanda
Con una superficie aproximada de 444 kilómetros cuadrados, Curazao es la isla más grande de este trío. Willemstad, su capital, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997 gracias a su valor cultural e histórico. Hoy en día Willy, como muchos le dicen de cariño, es el centro neurálgico de la isla.
Los holandeses fundaron Punda, ubicada en la parte norte de Willemstad, en 1634. Esta zona alberga atractivos turísticos como Handelskade, una calle adoquinada que está llena de tiendas de recuerdos, boutiques, bares y restaurantes, el mercado flotante y Plaza Nobo. Para llegar a Otrobanda, el lado más “nuevo” de la ciudad (su creación data de 1707), los visitantes deben cruzar el Puente Flotante Reina Emma. Allí, es posible visitar el Museo Kura Hulanda, que está centrado en la antropología y “culturas predominantes” de Curazao, así como el parque de manglares Rif.
Al igual que sus homólogas, Curazao ofrece una amplia gama de actividades: buceo en arrecifes de coral, senderismo en el Parque Nacional Christoffel, paseos por antiguas plantaciones de aloe vera, escalada en roca, y la lista sigue. Ninguna elección es incorrecta; solo hay que estar dispuesto a sumergirse en la aventura y el encanto del Caribe, ya sea en Curazao o en el resto de las islas ABC.
