En la calle 8 Rue Saint-Antoine en el antiguo barrio de Old Quebec, se encuentra Auberge Saint-Antoine, un hotel que ofrece una mezcla única de historia y modernidad, una joya entre los hoteles boutique de Canadá. Con artefactos históricos integrados en su diseño y un enfoque en la sostenibilidad, este hotel ofrece una experiencia inolvidable.
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Auberge Saint-Antoine: una historia de siglos atrás
La historia de Auberge Saint-Antoine se extiende a lo largo de varios siglos. El hotel está situado en uno de los sitios arqueológicos más significativos de Quebec, con artefactos que datan de los siglos XVII y XVIII. Durante la construcción, se realizaron extensas excavaciones arqueológicas que descubrieron una impresionante colección de objetos históricos. Estos artefactos, meticulosamente conservados, ahora son una parte fundamental de la decoración del hotel, brindando a los huéspedes una experiencia incomparable que fusiona el lujo contemporáneo con un viaje al pasado.
La familia Price ha sido una parte integral de la historia de Quebec por más de 200 años, comenzando con William Price, quien llegó a la ciudad en 1810 para buscar troncos de pino. Su visión y valentía lo llevaron a establecerse en los bosques del río Saguenay, fundando la ciudad de Chicoutimi y desarrollando la industria maderera que posteriormente evolucionó a la producción de pulpa y papel. La fábrica de Kenogami, construida en 1912, es un testimonio de su legado, aún operativa y reflejando su compromiso con la innovación.
El impacto de la familia Price va más allá de la industria. Tony Price, nieto de Sir William Price, fundó el Musée du Fort en 1964, ofreciendo un diorama educativo sobre la historia militar de la ciudad de Quebec. Su dedicación a la historia y la cultura fue reconocida con la Orden de Canadá en 1998. La sede original de la empresa, Price House, sigue siendo un punto de referencia en la ciudad de Quebec, ahora residencia oficial del Primer Ministro y sede de la Caisse de Dépôt et de Placement du Quebec.
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Continuando con la tradición familiar, Martha Bate Price y sus hijos Evan, Llewellyn y Lucy Price fundaron el Auberge Saint-Antoine en 1992, un hotel de lujo que combina hospitalidad y artefactos arqueológicos. Este innovador hotel-museo se ha consolidado como un emblemático destino en Quebec, ofreciendo a sus huéspedes una experiencia única e histórica. La familia Price sigue gestionando el hotel, manteniendo su legado de excelencia y dedicación a la historia y el turismo en la región.
Un diseño que cuenta historias
El hotel Auberage Saint-Antoine destaca por sus habitaciones elegantes y sofisticadas, cada una decorada con un estilo que combina lo clásico con lo moderno, creando un ambiente acogedor y lujoso. Las estancias varían desde acogedoras habitaciones estándar hasta suites espaciales con vistas panorámicas de la ciudad. Además, el hotel se enorgullece de su impresionante colección de piezas de museo, que se exhiben a lo largo de sus pasillos y áreas comunes.
Esta colección incluye obras de arte y antigüedades cuidadosamente seleccionadas, que no solo realzan el carácter histórico del lugar, sino que también ofrecen a los huéspedes una experiencia cultural enriquecedora mientras disfrutan de su estancia.
Desde 2005, el Auberge Saint-Antoine ha sido un orgulloso miembro de la prestigiosa asociación Relais & Châteaux, conocida por su dedicación a ofrecer experiencias incomparables en entornos únicos. Relais & Châteaux es una asociación internacional que celebra hoteles de lujo y destinos gastronómicos distintivos, comprometidos en atraer los sentidos y el espíritu de sus huéspedes mientras brindan calma y relajación.
