Los 9 mejores museos internacionales de aviación

El primer vuelo de un avión pudo haber sido en Estados Unidos, pero hoy en día, la aviación conecta al mundo. Después de recopilar algunos de nuestros museos de aviación favoritos en los Estados Unidos, dirigimos nuestra mirada al extranjero, destacando museos internacionales de aviación para añadir a tu lista de deseos de viaje.

Para compilar esta lista, consultamos al historiador de la aviación Shea Oakley y al experto en aviación Dan Bubb; un profesor de la Universidad de Nevada, Las Vegas, y ex piloto de aerolínea, para que compartan con nosotros sus favoritos, además de considerar algunos de los nuestros.

«Lo que más me gusta de estos museos no es sólo la amplia variedad de tipos de aeronaves que abarcan diferentes períodos de tiempo, sino también la rica historia que los acompaña. Los visitantes podrán experimentar la aviación desde sus inicios hasta su alto desarrollo a lo largo de décadas», dice Bubb. «Cualquiera que aprecie la aviación y la historia no quedará decepcionado. En cada uno de estos museos, los visitantes deben estar preparados para dedicar suficiente tiempo, porque hay mucho que ver, leer y observar».

Ubicado en una de las primeras estaciones de la Real Fuerza Aérea, el Museo Imperial de la Guerra de Duxford tiene alrededor de 200 aeronaves en exhibición. «Duxford contiene la Colección de Aviones de Pasajeros Británicos que incluye un ejemplo de casi todos los aviones de pasajeros posteriores a la guerra construidos en el Reino Unido, desde el Comet hasta el Concorde», dice Oakley, quien también elogia su centro de restauración, que está abierto al público, así como sus espectáculos aéreos. «Me gusta llamarlo un ‘museo viviente'», añade. «Por mucho que ame nuestro Museo del Aire y del Espacio aquí en América, todo allí es estático. Duxford literalmente hace revivir la historia de la aviación».

España estableció su Fuerza Aérea tras la Guerra Civil Española, y el Museo del Aire y del Espacio está dedicado a su legado. Aquí encontrarás alrededor de 150 aeronaves en exhibiciones tanto en interiores como en exteriores, desde un Fokker DR-1 hasta un McDonnell Douglas F-4C Phantom II, además de artefactos como uniformes, armas y cientos de modelos de aviones. El museo, seleccionado por Bubb para esta lista, está ubicado en la Base Aérea de Cuatro Vientos, a unos 20 minutos del centro de la ciudad de Madrid.

¿Interesado en las aerolíneas comerciales más que en los aviones de guerra? Visita el Centro de Patrimonio de British Airways en la sede de la aerolínea cerca de Heathrow —es gratis visitarlo, pero necesitarás reservar una cita para hacerlo. «British Airways, al igual que Pan Am en su época, ha sido una de las aerolíneas más grandes, antiguas y significativas que ha sido pionera en la historia de la aviación comercial», dice Oakley. «El Centro de Patrimonio está lleno de fascinantes recuerdos sobre BA y sus predecesores que se remontan a 1919. Su curador, Jim Davies, suele estar disponible para dar a los visitantes un tour personal».

Francia tiene una larga historia de aviación, gran parte de la cual está documentada en el Museo del Aire y del Espacio, otra elección de Bubb. Está ubicado a solo 10 minutos en coche del aeropuerto Charles de Gaulle, en el aeródromo histórico de París-Le Bourget, que hoy en día se utiliza principalmente para jets privados. El museo fue fundado en 1919 y alberga una colección de aeronaves que incluye un Concorde y un Boeing 747, además de numerosas obras de arte y carteles relacionados con la aviación.

Aunque el Museo de la Técnica Sinsheim y el Museo de la Técnica Speyer —dos instituciones vinculadas, ubicadas a unos 30 minutos de distancia entre sí, entre Frankfurt y Stuttgart— no están dedicadas exclusivamente a la aviación, estos museos de tecnología tienen una impresionante colección de artefactos de aviación. En Sinsheim, puedes ver tanto un Concorde como un Tupolev Tu-144, un jet supersónico comercial soviético. En Speyer, puedes subir al interior de un Boeing 747 (y caminar sobre su ala) y ver un transbordador espacial soviético Buran.

Ubicado en una antigua base militar en Ottawa, el Museo de la Aviación y del Espacio de Canadá, uno de los favoritos de Bubb, es la colección de aviación más extensa del país, con más de 130 aeronaves militares y civiles y artefactos. Entre los aspectos más destacados se encuentran el bombardero Lancaster de la Segunda Guerra Mundial, las piezas más grandes sobrevivientes de un Avro Arrow (el famoso avión interceptor diseñado en Canadá) y el Canadarm del transbordador espacial Endeavour. El museo también ofrece vuelos panorámicos en helicópteros, biplanos antiguos y Cessnas.

Dividido entre ubicaciones en Londres y The Midlands, el Museo de la Real Fuerza Aérea es un testimonio del poder aéreo del Reino Unido, desde la Primera Guerra Mundial hasta el día de hoy. El museo tiene más de 160 aeronaves en exhibición, con una colección especialmente robusta de aviones de la Segunda Guerra Mundial (piensa en: Supermarine Spitfires y Hawker Hurricanes). También hay diversas exposiciones temáticas; los temas van desde la Batalla de Gran Bretaña hasta los Red Arrows, el equipo de exhibición acrobática de la RAF.

Con 250 aeronaves y 124 motores, el Museo de la Aviación Polaca tiene una de las colecciones más grandes de Europa, y está ubicado en uno de los aeropuertos más antiguos del continente, el ahora desaparecido Aeropuerto Kraków-Rakowice-Czyżyny, construido en 1912. Aunque los nazis destruyeron la mayoría de los aviones polacos de preguerra durante la ocupación, el museo tiene el único avión de combate polaco PZL P.11c que queda. El museo también tiene varios aviones soviéticos de la Guerra Fría en exhibición en lo que se llama «MiG Alley».

Para el último museo de nuestra lista, estamos de vuelta en el Reino Unido; esta vez en Aerospace Bristol, hogar del último Concorde que voló. La icónica aeronave supersónica es sin duda el punto culminante del museo, pero hay más de 8.000 artefactos aquí para que los examines. El museo también es un archivo para la Bristol Aeroplane Company (y sus predecesores y sucesores), honrando las contribuciones de la ciudad a la aviación. El Concorde en exhibición aquí, por ejemplo, fue construido en Bristol.