Anímate a explorar el lado B de Chicago
El río Chicago es uno de los protagonistas del downtown de la ciudad. Créditos: iStock/tunart

El brillo de The Bean en Millenium Park, el observatorio con piso de cristal de la Torre Sears y la combinación de béisbol y perritos calientes del Wrigley Field forman parte del ADN de la ciudad de Chicago. Aunque suena cliché, son cosas que todo viajero debe experimentar para sentirse como parte de Chi-town

Después de tachar todos los ítems de esa lista de pendientes, tienes que adentrarte en los rincones más auténticos de la ciudad. En otras palabras, sería un sacrilegio irte de allí sin antes comprobar cuánto queso le cabe a una pizza al estilo deep dish o atestiguar qué tan buenas son las presentaciones en el club de jazz favorito de Al Capone (sí, sí, el mismísimo gángster que impulsó el crimen organizado en la ciudad hace tantos años). ¿Estás preparad@ para la aventura?

De Chicago para el mundo

Mientras que en Nueva York las rebanadas de pizza son finas, crujientes y fáciles de doblar, en Chicago tienen una base honda, gruesa y rellena de queso y salsa de tomate hasta el borde. Este estilo, conocido como deep dish es uno de los emblemas de la Ciudad de los Vientos. 

Al preguntar qué local hace la mejor pizza al estilo deep dish hay decenas de opciones, pero dos nombres resuenan con más fuerza que el resto. Lou Malnati’s es conocido por su “mezcla exclusiva de salchichas” y su corteza “hojaldrada y mantecosa” y presume de ser la pionera de esta idea en la ciudad. Por su parte, Efrén y Joseph Boglio fundaron Giordano’s en 1974 y, desde entonces, utilizan la receta del “pastel de pascua italiano” de su madre. ¿Cuál vas a elegir?

Si eres de esos que prefieren ir contra la corriente, sáltate las visitas guiadas de los barcos turísticos y opta por un paseo en kayak. Puedes rentarlos de manera independiente o con un servicio de guía en Monroe Harbor o en Chicago Riverwalk. 

The Second City empezó como un club de comedia y shows de improvisación. Para algunas personas esto puede no parecer emocionante, pero este es un reconocido semillero de talentos por el cual han pasado estrellas como Tina Fey, co-escritora del clásico de los dos mil Chicas Pesadas, y Amy Poehler, una de las actrices más exitosas de Saturday Night Live.

Actualmente, The Second City está compuesto por un conglomerado de teatros “residentes” (el más amplio tiene espacio para 223 personas) y, a pesar de su fama, los tickets son bastante accesibles. También tiene locaciones en Nueva York y Toronto.

El icónico horizonte de Chicago merece ser visto desde las alturas y no hay mejor lugar para hacerlo que el London House Hotel

Su azotea cuenta con tres niveles diferentes, lo que permite tener una visión única del centro y de lugares emblemáticos como el muelle de la marina, el Centro John Hancock y la Torre Willis. Solo basta con hacer una reserva para probar su menú y disfrutar de música en vivo.

¿Te aburren la formalidad, el silencio y la seriedad de los museos tradicionales, pero te interesan las propuestas creativas? Entonces el Museo WNDR es para ti. 

Bajo la consigna “todos somos artistas”, este espacio invita a sumergirse en una experiencia inmersiva que combina el arte con la tecnología. Algunas de sus exposiciones destacadas son la sala con piso luminoso, creada en colaboración con BrightLogic Inc., Colorwave, una instalación de Sosolimitado que responde a los mensajes enviados por los visitantes, y Obsesión por los puntos, una obra que deja entrever la mayor obsesión de la japonesa Yayoi Kusama.

Al Capone, uno de los gangsters más famosos de Estados Unidos, no solo fue conocido como el Amo de Chicago, sino que también dejó su huella en la ciudad. En su tiempo libre, disfrutaba de la vida nocturna y frecuentaba lugares como el Green Mill.

Este legendario club de jazz, que otrora era frecuentado por la élite de Chicago, todavía está en funcionamiento y es ideal para salir del típico circuito vacacional. Por supuesto, hay música en vivo todos los días de la semana y, el tercer domingo de cada mes, noches especiales de poesía. Si tienes suerte, tal vez la cabina favorita de Capone esté desocupada y te puedas sentar allí… ¿Qué mejor anécdota que esa?