
Todos conocemos y amamos el sushi, los onigiri y la sopa de fideos udon con caldo de miso. A pesar de ello, en Japón, los sándwiches con crema de los kombini se agotan en un abrir y cerrar de ojos, y las frutas de lujo de la ciudad de Karatsu son un regalo muy apreciado entre los amigos más cercanos. La diferencia de precios entre estos dos alimentos es significativa, pero, en invierno, algunas de sus variantes pueden llegar a compartir un ingrediente estrella: las fresas.
Con 312 tipos disponibles, no cabe duda de que la innovación en el cultivo de fresas en Japón es impresionante. A menudo elogiadas por sus perfiles de sabor únicos, que varían desde dulce hasta ligeramente ácido, estas frutas son un regalo para el paladar y han impulsado el crecimiento de un mercado turístico relacionado con ellas. ¿Quién no se sentiría hipnotizado por los impecables mostradores de las panaderías tokiotas o por las tiendas de barrio que venden ichigo daifukus artesanales?
Si consideras que la gastronomía es un componente esencial en cualquier plan turístico por la Tierra del Sol Naciente, entonces esta nota es para ti.
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La magia de las fresas en Japón: Tradiciones y cultivo bajo techo

En algunos países, como Estados Unidos, Alemania y Argentina, las fresas se asocian con días calurosos, mercados agrícolas, parques de diversiones y las actividades típicas del verano. En Japón, por el contrario, es una fruta de invierno, ya que los agricultores suelen recurrir al uso de invernaderos.
Este método, que se popularizó en la década de 1960, impulsó, a finales del siglo pasado, una “competencia” entre distintas prefecturas para desarrollar variedades locales. Según explica el gobierno, esta iniciativa dio paso a un amplio catálogo de fresas en Japón, que incluye las exclusivas Bijin-Hime y Oku Berry. Hoy, son tan relevantes en su pastelería y repostería que cada 15 de enero se celebra el “Ichigo no Hi” o “Día de la Fresa”. je ne sais quoi
Como mencionamos anteriormente, el pico de la temporada de fresas en Japón ocurre durante el invierno, que comienza a finales de diciembre, al igual que en el resto del hemisferio norte. No obstante, este país tiene un je ne sais quoi mágico que lo hace diferente, lo que hace que la temporada se extienda hasta mayo y, en regiones específicas, hasta junio. Esto se debe al uso de calentadores que imitan las condiciones ideales para su crecimiento.
El Reino de las Fresas en Asia (y el mundo)


La extensa oferta de fresas en Japón permite disfrutarlas en cualquiera de sus ocho regiones tradicionales. Además de la Bijin-Hime, cuyo proceso de desarrollo duró más de una década, y la Oku Berry, que se vende a 128 dólares el kilo en Europa, la shiroi houseki acaparan la atención de los internautas cada cierto tiempo por su exterior blanco y su sabor, similar al de la piña.
Los viajeros interesados en descubrir Japón a través de sus bayas deben saber que la prefectura de Tochigi, en el este, es conocida como el “Reino de las Fresas”. ¿La razón? Se trata de la cuna de la Tochitome, una variedad frecuente en tiendas y supermercados.
La ciudad de Oyama es una excelente opción para descubrir la belleza de esta zona. Allí se pueden explorar el monte Oyama, el Templo Suga y, como no podría ser de otra manera, granjas que ofrecen experiencias de recolección. Con un promedio de 300 mil visitantes anuales, Ichigo no Sato (408 Okawashima, Oyama, Tochigi 323-0058, Japón) es una de las más concurridas.
Al igual que en temporadas anteriores, quienes reservan un turno en la granja Ichigo no Sato tienen derecho a comer todas las fresas Tochi Aika y Skyberry que pueden en 40 minutos. Para los amantes de lo dulce, en el lugar también hay una cafetería que estará vendiendo un parfait de cinco kilos para los grupos que vayan entre semana. Aquellos que no puedan llegar a tiempo para la temporada de fresas en Japón también pueden consultar el calendario de recolección de arándanos, duraznos y uvas.
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Eventos y granjas cerca de Tokio

¿Buscas otros lugares donde las fresas no falten? Etonces, tenemos algunas recomendaciones para ti. Yokohama, a 18 minutos en tren de Tokio, es una parada imperdible. El motivo es su Strawberry Festival, que este año ocurrirá entre el 6 de febrero y el 2 de marzo. Fiel a su nombre, el Yokohama Red Brick Building (1-chōme-1 Shinkō, Naka Ward, Yokohama, Kanagawa 231-0001) será la sede del evento y contará con stands dedicados a la venta de suflés, donas, canelés y hasta tazas temáticas.
Si estás planeando o ya has establecido una base en Tokio, puedes pasar una tarde en una granja cercana. En Ichigo House Mitaka (Higashihachi Road, 1-8 Mure, ciudad de Mitaka, Tokio 181-0002), por ejemplo, las fresas se dejan madurar en los arbustos para que, una vez que los visitantes hayan pagado el peso de su cosecha, puedan comerlas de inmediato. Los expertos sugieren empezar por la parte del tallo, dejando el último bocado, más dulce e intenso, para el final.