
España y sus pueblos ofrecen inigualables paisajes naturales, sitios históricos de preservación intacta y hospedajes en cabañas de lo más preciosas. Muchos de ellos son apreciados por el turismo internacional, dado que es una estupenda manera de relajarse con su tranquilidad a muy pocos kilómetros de la gran ciudad.
A pesar de encontrarse en la costa mediterránea, Benicàssim se distingue por su variada topografía montañosa, que alberga paisajes naturales impresionantes y pueblos históricos como Vilafamés; una población con encanto donde encontrarás un castillo medieval y una desconcertante roca de más de 200 millones de años de antigüedad.
Conoce Vilafamés, el bonito pueblo de Castellón
Declarado como Bien de Interés Cultural en el año 2005, Vilafamés cautiva a todo aquel que busca paseos históricos por pueblos de antaño donde evidenciar sus rasgos árabes, además de caminar a lo largo de sus calles adoquinadas que serpentean toda la localidad.
Explorar Vilafamés requiere un buen nivel de energía, ya que sus calles empinadas y sus numerosos escalones te llevarán hasta su punto más alto, donde se alza su imponente castillo…
Castillo de Vilafamés: Arquitectura árabe en su máximo esplendor
El Castillo de Vilafamés es la mejor obra maestra que sintetiza el pasado árabe de la comunidad de Castellón. Construido cerca del 1200, el castillo soportó cientos de reformas hasta ser declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España.

Durante las Guerras Carlistas del siglo XIX, el Castillo sufrió importantes ataques y modificaciones que lo hicieron utilizable para nuevas tácticas de guerra de la época. A pesar de esto, hoy encontrarás murallas, paredes y almenas intactas y noblemente preservadas.
¿Una roca de 200 millones de años? Conoce a Roca Grossa
Un punto emblemático de Vilafamés, y parada obligatoria para todos sus visitantes, es la Roca Grossa, una gigantesca formación rocosa de 2600 toneladas que habita esta aldea de Castellón desde hace más de 222 millones de años.

La antigua roca se erige en una pendiente a 30°, ofreciendo un espectáculo visual impresionante y nunca antes visto por tus ojos. Según cuenta una leyenda local, al tocar la roca debes pronunciar tres deseos para que, al menos, uno se cumpla.