El nuevo bar de tacos flotante que está conquistando las aguas de St. Thomas
Vista exterior de Lime Out St. Thomas. Crédito:Bryson Gamble/Lime Out

Lime Out, el popular bar de tacos flotante alimentado por energía solar, acaba de llegar a Lindbergh Bay, St. Thomas, marcando la segunda apertura de la marca. Al igual que el original de St. John —que abrió en 2019—, este nuevo punto reúne tres constantes irresistibles: tacos creativos, cócteles frescos y vistas a un mar turquesa infinito.

“La idea de abrir un bar de tacos flotante surgió como un sueño para compartir la alegría de sumergirse en el mar Caribe”, explicó Chelsea Baranowski, cofundadora de Lime Out, a Travel + Leisure. “Nuestra familia pasaba casi todos los días en el agua —buceando, surfeando, haciendo kitesurf, esnórquel— y siempre buscábamos ese lugar perfecto para comer al que se pudiera llegar en barco. Con nuestra experiencia en restaurantes, pensamos: ¿por qué no llevar la experiencia gastronómica al agua?”

Llegar también forma parte del encanto: los huéspedes pueden hacerlo en yate, bote o a través del Taco Taxi, un pontón flotante que conecta directamente con el bar. La única regla: no está permitido llegar nadando, en kayak o paddleboard.

El menú reúne los clásicos que hicieron famoso al original de St. John —como el Surf & Turf, el cerdo desmenuzado con costillas al ron y los tacos de ceviche—, además de nuevas creaciones exclusivas de St. Thomas. Entre ellas destaca el taco Bless Up, con pollo jerk, repollo encurtido y una salsa vibrante de piña, mango y cilantro. “Traemos la esencia del menú de St. John a St. Thomas, infusionándolo con ingredientes locales y sabores típicos de la isla”, contó el chef Amaro Rivera. “Cada taco cuenta una historia, y este rinde homenaje a la isla que nos dio la bienvenida”.

Por ahora, Lime Out St. Thomas abre de domingo a viernes, con planes de operar los siete días de la semana en el nuevo año.

La sostenibilidad es un pilar central. “Lime Out está diseñado para operar con el menor impacto posible”, detalló Baranowski. “Usamos muy poco plástico, trabajamos con materiales biodegradables y funcionamos completamente con energía solar. Toda la preparación y cocción se realiza en tierra para proteger las aguas circundantes, y siempre buscamos reciclar y gestionar los residuos de forma responsable”.

Tanto este nuevo local como el original están ubicados en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, lo que significa que los viajeros estadounidenses pueden visitarlos sin necesidad de pasaporte.