
Suena la campana. Por un momento todos quedan en silencio en la plaza, luego los portadores de queso comienzan a moverse, vestidos con trajes blancos y sombreros coloridos, mientras el aroma del picante Gouda llena el aire. El mercado del queso de Alkmaar no es un mercado común, es un espectáculo, un ritual, una parte viva de la historia holandesa.

Alkmaar y su mercado del queso: un legado que abarca siglos
Los rayos del sol iluminan las históricas casas de ladrillo que rodean la Waagplein. Un murmullo animado llena el aire mientras los comerciantes hacen los preparativos finales. Alrededor de 30 mil kilogramos de queso ya están alineados y apilados en el mercado, listos para el espectáculo que comienza de nuevo cada viernes por la mañana.
El aroma picante del Gouda maduro se mezcla con el ruido de los numerosos visitantes y el ansioso regateo mientras los portadores de queso caminan entre la multitud con sus trajes blancos y coloridos sombreros de paja.
Desde finales de marzo hasta finales de septiembre, el mercado del queso de Alkmaar es más que un espectáculo semanal: es historia viva. Sus orígenes se remontan al año 1593 , cuando se fundó el Gremio de Transportadores de Queso para organizar el cada vez mayor comercio de este lácteo. Las escamas de queso de Alkmaar se mencionan en documentos históricos ya en el año 1365. El floreciente comercio exigía una organización clara y así se creó un sistema que todavía existe hoy en día.
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Los queseros, un gremio con reglas fijas
En el centro de la acción están los portadores de queso , quienes con su ceremonia centenaria forman el corazón del mercado del queso de Alkmaar. Llevan los enormes panes de Gouda por la plaza con su característico pasito, el “Kaasdragersdribbel”. Sus trajes blancos y sus coloridos sombreros de paja son el símbolo de un antiguo gremio que aún hoy funciona según reglas estrictas. A cada equipo, llamado “Vem”, se le asigna un color: rojo, azul, amarillo o verde. La tropa está liderada por el padre queso, cuyo sombrero naranja lo hace inconfundible.
Existen diferentes roles dentro del gremio:
- El Padre del Queso: es el máximo responsable, determina los procesos y representa al gremio.
- Los capataces (Voormannen): dirigen el vemen y están en contacto directo con los comerciantes.
- El pesador : es el responsable del pesaje preciso de las ruedas de queso.
- Los transportadores de queso : transportan el queso con un transportador especial (Berries) que puede cargar hasta 160 kilogramos de queso . Una barra de queso pesa alrededor de 13 kilos .
- El preboste : una especie de escriba del gremio y guardián de las reglas, que garantiza el orden e impone sanciones por las violaciones de lo establecido.
La histórica Waagplein y el Museo del Queso
La plaza del mercado de Alkmaar, la Waagplein, es el centro de esta tradición. La báscula histórica se construyó aquí en 1593 para hacer más eficiente el comercio del queso. Como la demanda aumentó, las antiguas básculas pronto resultaron demasiado pequeñas y se amplió el edificio. Hoy alberga el Museo del Queso Holandés, que ofrece una visión de la historia de la producción de queso.
Los visitantes pueden ver equipos históricos para la fabricación de queso, libros de negocios antiguos y exposiciones interactivas. Muy popular entre los turistas: una foto de recuerdo con los portadores de queso, a veces incluso se tolera una fila larga.
Alkmaar debe su auge económico al queso. En el siglo XVII, durante la Edad de Oro holandesa, Alkmaar se convirtió en una de las ciudades comerciales más importantes del país. En aquella época, el queso no solo se enviaba a las principales ciudades holandesas, sino que también se exportaba a Alemania, Escandinavia e incluso el Caribe. Los portadores de queso desempeñaron un papel fundamental en este comercio, y sus sucesores continúan con orgullo esta tradición hoy en día.
Los inspectores: guardianes de la calidad
No todos los panes que llegan a la Waagplein pueden llevar el sello de Alkmaar . La calidad es supervisada por un equipo bien coordinado de catadores de queso, cada uno de ellos un conocedor con sentidos agudos. Con mano experta y un taladro especial, toman muestras, analizan el color, la textura, el olor y finalmente el sabor. El juicio sigue una coreografía centenaria: ver, romper, oler, saborear. Sobre todo, el “Oude Kaas” madurado, cuya profundidad cristalina y su toque picante de nueces encantan los paladares de los conocedores, debe pasar esta prueba. Sólo cuando se cumplen todos los criterios el queso se libera, se pesa y se ofrece a la venta bajo la atenta mirada de los inspectores.
Handjeklap – Regateando con la tradición
Una vez confirmada la calidad de un queso, este sale al mercado, y aquí es donde entra en juego el tradicional “ Handjeklap ”. Esta forma especial de regateo ha sido parte integral del mercado del queso de Alkmaar durante siglos. Los vendedores y los compradores se sitúan uno frente al otro, aplaudiendo rítmicamente y gritando los precios. Este intercambio continúa hasta que ambas partes acuerdan un precio: un espectáculo fascinante que llena la plaza del mercado con aplausos frenéticos y voces fuertes. Originalmente, este ritual era un método puramente práctico para acordar rápidamente un precio en medio del bullicio, sin tener que realizar largas negociaciones escritas. Hoy en día se ha convertido en un símbolo de la originalidad del mercado y sigue siendo un espectáculo divertido.
Consejos prácticos para los visitantes del mercado del queso de Alkmaar
- Cuando: el mercado del queso tiene lugar todos los viernes de 10 a 13 horas desde finales de marzo hasta finales de septiembre . Durante los meses de verano también hay un mercado nocturno todos los martes de 19 a 21 horas.
- Dónde: Waagplein, Alkmaar: en el corazón del casco histórico .
- Llegada: se puede llegar a Alkmaar desde Ámsterdam en tren en 35 minutos. Se recomienda a los conductores que utilicen los espacios de estacionamiento P+R en las afueras de la ciudad.
- La mejor vista: si llegas temprano, conseguirás los mejores asientos justo al lado del mercado. Una alternativa es la vista desde el primer piso del Museo del Queso.
- Consejos de compra: en Alkmaar se puede conseguir queso en abundancia. Queso Gouda, Edam, «Royal»: la variedad es impresionante. Si buscas el auténtico queso de Alkmaar, en Alkmaar encontrará numerosas posibilidades de comprarlo y degustarlo . La ciudad y sus alrededores ofrecen una rica selección de especialidades locales.
¿Espectáculo turístico? ¡Sí! Pero sobre todo, un trocito de cultura holandesa viva.