
As Veigas, un pequeño pueblo asturiano que fue abandonado por sus habitantes, se convirtió de a poco en un destino mágico para aquellos que buscan escapar del bullicio de la vida moderna y pasar un momento de tranquilidad en un entorno natural único.
Situado en el concejo de Taramundi, en la comarca del Eo-Navia, esta aldea parece suspendida en el tiempo, con sus calles empedradas y sus construcciones de piedra y madera que evocan al antaño. Las características principales y qué lugares descubrir aquí.
As Veigas, el pueblo asturiano olvidado en el tiempo

A medida que se camina por este pueblo asturiano, la sensación de paz y serenidad va creciendo. El sonido del río que serpentea a sus pies y el crujir de las ramas de los árboles que rodean la aldea se convierten en la única melodía que acompaña a As Veigas. Las antiguas casas de piedra, con sus tejados de pizarra, parecen guardar los secretos de generaciones pasadas, mientras que los hórreos centenarios se yerguen como silenciosos testigos de una forma de vida que ya no existe.
A pesar de su abandono, As Veigas fue rehabilitada como un Centro de Turismo Rural, convirtiéndose en un refugio para aquellos que buscan desconectar del ajetreo cotidiano. Algunas de las actividades más entretenidas que se pueden realizar aquí son las siguientes:
- Explorar senderos que serpentean a través de los bosques circundantes. De paso, admirar la diversidad de la flora y fauna autóctona.
- Visitar la iglesia del siglo XVII dedicada a Santa María de las Nieves, un testimonio de la riqueza arquitectónica de la región.
- Descubrir el conjunto etnográfico de Teixois, un vivo ejemplo de la vida rural de antaño.
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Un remanso de paz en la Reserva de la Biosfera

As Veigas se encuentra en el corazón de la Reserva de la Biosfera de Oscos, Eo y Terras de Burón, un espacio natural protegido que se extiende por Asturias y Galicia. Esta reserva alberga una gran biodiversidad y paisajes de extraordinaria belleza.
De este modo, al visitar este pueblo asturiano, se pueden disfrutar de actividades al aire libre. Ejemplo de ello son el senderismo y la observación de aves. En lo que respecta al alojamiento, aquí se pueden encontrar casas rurales rehabilitadas, donde se puede degustar la auténtica cocina tradicional asturiana en un mesón-museo típico de la zona.







