El precioso Pueblo Mágico de España en Tenerife con una bella playa, ricos vinos, una misteriosa cueva y mucha tranquilidad
Así de bello luce Icod de los Vinos de día. (Pixabay)

En el noroeste de la isla de Tenerife, se encuentra un pueblo cuyo corazón late al compás de la naturaleza y la tradición. Icod de los Vinos, un municipio de aproximadamente 25 mil habitantes reconocido como Pueblo Mágico en Tenerife.

Su nombre, «Icod de los Vinos», hace referencia a su pasado como importante productor de vino, una actividad que aún hoy en día forma parte de su identidad.

Icod de los Vinos: viaje hacia el pasado a través de sus calles empedradas

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El icónico Drago Milenario en Icod de los Vinos. (Pixabay)

Meterse en las calles de Icod de los Vinos es emprender un viaje a través del tiempo. Sus inmediaciones emanan olor a antaño, donde destacan casas señoriales blasonadas, iglesias centenarias y conventos de gran belleza. La Iglesia de San Marcos, del siglo XVI y el Convento Franciscano, del siglo XVII, son solo algunos ejemplos de este rico patrimonio.

Este rincón canario, declarado Conjunto Histórico Bien de Interés Cultural, es el hogar del famoso Drago Milenario, un árbol emblemático que ha presenciado el devenir de los siglos. Con una edad estimada de 800 años, este gigante es el símbolo viviente de un pueblo que ha sabido preservar su esencia a través del tiempo.

El casco antiguo de Icod de los Vinos es un laberinto de callejuelas empedradas y plazas acogedoras, donde se respira una atmósfera de tranquilidad y autenticidad. Las casas tradicionales, con sus fachadas encaladas y colores vivos, son testigo mudo de una historia que se remonta al siglo XVI. Otros lugares destacados son:

  • El Parque del Drago, ubicado en el corazón del pueblo, es el punto de encuentro perfecto para admirar de cerca al Drago Milenario y su fascinante estructura.
  • Las calles de San Antonio y San Sebastián invitan a disfrutar de terrazas y restaurantes, donde saborear la auténtica gastronomía local.

Playas y cuevas en Icod de los Vinos

Además de su rico patrimonio cultural, Icod de los Vinos es un Pueblo Mágico en Tenerife con impresionantes tesoros naturales. Uno de los más destacados es la Cueva del Viento, la tercera cavidad volcánica más larga del mundo y la más grande de Europa, con más de 18 kilómetros de desarrollo conocidos. Esta cueva, con varias bocas de salida y una gran complejidad interna, alberga una amplia representación de estructuras geomorfológicas y una original fauna, tanto viva como fósil.

Por otro lado, en la costa del municipio, se encuentra la Playa de San Marcos, una bahía de arena negra resguardada por acantilados y con un pequeño puerto pesquero. Esta playa, cuyo nombre proviene de la imagen del Evangelista San Marcos que se venera en la iglesia local, fue históricamente refugio seguro para los navegantes en días de tormenta, fomentando el comercio de maderas y la construcción de embarcaciones.

El legado vinícola de Icod de los Vinos

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Vista panorámica desde el Drago Milenario. (Pixabay)

Icod de los Vinos ha sido cuna de una rica tradición vinícola desde tiempos inmemoriales. Los viñedos que se extienden por sus laderas son el lienzo donde se plasma la pasión por el cultivo de la vid y la elaboración de exquisitos vinos.

El Museo de Malvasía, más que un simple museo, es una bodega y escuela viva donde se honra el legado de los caldos canarios. Aquí, los visitantes pueden sumergirse en la historia de la malvasía aromática, una variedad de uva introducida en Tenerife entre los siglos XVI y XVIII, y degustar los vinos que cautivaron a personalidades como Catalina II de Rusia.

Para concluir, además de su patrimonio vinícola, Icod de los Vinos también es un Pueblo Mágico gracias a sus tradiciones y fiestas populares, como la Romería del Poleo y el Tajaraste, o los Hachitos de San Juan, donde el fuego y la alegría se funden en una celebración única.