
Situado en la falda norte de Sierra Nevada, a tan solo 67 kilómetros de la capital almeriense, se encuentra Abrucena, un Pueblo Mágico de Almería tiene ese toque serrano que lo hace tan especial. Su nombre, de origen incierto, posiblemente latino, evoca el campamento militar romano de Apricius o Lauricius que se asentó en la zona.
Este municipio de poco más de mil 100 habitantes aparece entonces como una gema escondida, ofreciendo a los visitantes una garantía de tranquilidad, tradiciones ancestrales y un entorno natural incomparable.
Abrucena, el Pueblo Mágico de Almería que aloja a la Sierra Nevada

A lo largo de sus sinuosas calles empedradas, se respira la historia de un pasado morisco que ha dejado una huella indeleble en la arquitectura y el trazado urbano. Las casas encaladas, construidas en terraza, se elevan como un laberinto blanco que invita a perderse en su apacible ambiente.
El corazón de Abrucena late al ritmo de su Iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación, una joya mudéjar que antaño fue una mezquita árabe y que hoy se yergue majestuosa con su torre coronada por un campanario.
Más allá de su casco urbano, Abrucena se encuentra inmersa en el Parque Natural de Sierra Nevada, uno de los principales atractivos de la región. Este paraíso natural, reconocido por su riqueza paisajística, botánica, faunística y antropológica, ofrece innumerables oportunidades para los amantes del senderismo y la exploración al aire libre. Ejemplos de esto son:
- Las ruinas árabes de El Castillejo, que datan de los siglos XII-XIII, rebalsan de historia mientras se disfruta de vistas impresionantes.
- El área recreativa de La Roza, a solo 8 kilómetros del pueblo, es un lugar idílico para disfrutar de la naturaleza, con espacios para acampar, barbacoas y senderos que serpentean entre árboles y arbustos.
- Los amantes de la cultura y la espiritualidad podrán visitar la Ermita de las Ánimas y la Ermita de San José, joyas arquitectónicas que atesoran la devoción de los lugareños.
- El Molino: el único molino de la provincia que aún se mantiene en funcionamiento regular, data de 1580 y se encuentra en la Calle del Agua.
Tradiciones arraigadas y gastronomía de Abrucena

A lo largo del año, Abrucena celebra numerosas fiestas y tradiciones que reflejan su rica herencia cultural. Desde la Cabalgata de Reyes Magos, donde los Reyes y sus pajes recorren las calles en burro, hasta las Hogueras de San Antón y la Romería de San Marcos, cada evento es una oportunidad para sumergirse en las costumbres locales y disfrutar de la calidez de su gente.
En tanto, la gastronomía de Abrucena también merece una mención especial. Platos típicos como las migas, la «fritá» de conejo, los gurullos y los roscos fritos son solo una muestra del sabor único que impregna la cocina local. Los productos de la huerta, como el tomate, el pimiento y la calabaza, se combinan magistralmente con el aceite de oliva y las especias, dando lugar a delicias culinarias que seducirán a los paladares más exigentes.
También se puede degustar exquisiteces como la carne de membrillo, la mistela, las tortillas de habas y los embutidos artesanales como el chorizo, la longaniza y el salchichón.
Cómo se llega a Abrucena desde Almería
Se puede llegar a Abrucena desde Almería en coche en unos 49 minutos, recorriendo una distancia de 47 millas. La ruta más rápida es por la A-92.







