
Para quienes tienen fechas de viaje flexibles, el mejor momento para hacerlo suele ser en las temporadas bajas—los meses tranquilos cuando el turismo se desacelera. Lejos de ser una desventaja, viajar fuera de la temporada alta permite descubrir un lado más rico e íntimo de un destino. En Italia, el periodo entre noviembre y marzo es cuando su auténtico encanto cobra vida. A continuación, una lista de qué ver, qué hacer, dónde hospedarse y dónde comer para aprovechar este tiempo deliciosamente pausado.
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Qué ver en Italia
En temporada baja, Italia revela su verdadera esencia sin prisas. Sitios icónicos como los canales de Venecia, las galerías de arte en Florencia, los monumentos históricos de Roma y los pintorescos pueblos de la Costa Amalfitana—como Positano, Amalfi y Ravello—son mucho más accesibles.
Altamente recomendado: explorar el Coliseo romano sin filas, admirar las obras maestras renacentistas en la Galería de la Academia de Florencia o recorrer las ruinas de Pompeya sin multitudes.

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Qué hacer en Italia
Descubre el arte de la peletería con artesanos en la Toscana; disfruta largas conversaciones con productores de vino en la región noroeste de Piamonte; o pasea tranquilamente por el Mercato Coperto di Perugia en Umbría, región del centro de Italia famosa por sus trufas y aceites de oliva.

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Dónde hospedarse en Italia
Con una relación calidad-precio mucho mejor durante estos meses, es posible alojarse en lugares premium que ofrecen lujo y hospitalidad auténtica a menor costo. Imagina una estancia personalizada en Badia di Pomaio, una encantadora villa cerca de Arezzo en la Toscana; en el íntimo hotel boutique Villa Crespi, a orillas del Lago de Orta; o en Casa Baglioni, un elegante palacio histórico en el corazón de Milán. Con menos huéspedes, el personal tiene más tiempo para brindar interacciones atentas y genuinas.
Dónde comer en Italia
Durante la temporada baja, comer fuera es relajado y personal. Restaurantes, trattorias y cafés locales reciben con calidez a los pocos visitantes, dando a chefs y anfitriones el tiempo de interactuar personalmente con los comensales. Disfruta largas charlas sobre recetas tradicionales—como los clásicos knödel, albóndigas tirolesas hechas con pan del día anterior combinadas con espinaca o speck. Prueba mariscos frescos en la costa siciliana en Ristorante Il Barcaiolo Taormina. O relájate en las acogedoras trattorias boloñesas Da Nello o Ristorante Cesarina, donde los chefs comparten con gusto los secretos de sus platos más queridos.
Reflexión final
En definitiva, la temporada baja en Italia es una celebración de la conexión humana auténtica. El ritmo más lento y la poca afluencia de visitantes permiten a los viajeros asomarse verdaderamente a la vida cotidiana de los locales. Es un momento en el que, sin esfuerzo, se crean experiencias genuinas e inolvidables.
Andrea Grisdale es miembro de la A-List de Travel + Leisure y está especializada en viajes a Italia. Puedes crear un itinerario a medida con Grisdale contactándola en [email protected]