De vez en cuando hay que dejar ir el presupuesto y regalarnos una experiencia exclusiva. Pillows Maurits at the Park está entre los hoteles de lujo en Ámsterdam que te recomiendo para tu próxima «escapada sin límites de gastos» y aquí te cuento el motivo.
El este de Ámsterdam es custodiado por el Oosterpark, el primer parque público de la ciudad, inaugurado en 1891. Un jardín abierto, diseñado bajo el paisajismo inglés, con esculturas, arboledas, estanques y aves. En este escenario se levanta el Pillows Maurits at the Park en un edificio que antes fue una universidad. Sin bardas que lo separen del Oosterpark, el hotel se siente como un retiro en el campo.

Ámsterdam: qué hacer en la capital neerlandesa
Gastronomía sin fronteras en Pillows Maurits at the Park
Comencemos en Ámsterdam dejando claro algo: la comida tradicional de los Países Bajos puede ser monótona. De 1568 a 1648 la región enfrentó una guerra para independizarse del imperio católico español; como respuesta se adhirió al calvinismo, que promovía la austeridad.
Para el calvinismo, la comida no era placer sino necesidad; por eso la gastronomía local se basa en papas, lácteos y productos del mar, especialmente los que se pueden conservar para el invierno. Así que los hoteles de lujo deben incluir chefs que ofrezcan propuestas más ricas como las cocinas italiana o francesa.
Dentro del Pillows Maurits se levantan dos restaurantes: Van Oost, de alta cocina, y Spring Café Brasserie, con vista a los jardines del parque. El brunch es un ritual diario que incluye cava ilimitada. ¿Y estamos de vacaciones, cierto? Las burbujas siempre suman al idilio.
El menú del Spring Café, que también ofrece comida y cena, tiene influencias italianas y francesas, con un servicio de primer nivel. Soy de México y una de las cosas que más me gustan de viajar a Europa es explorar las cartas de vinos de los hoteles para experimentar con uvas que no se encuentran en mi lado del mundo. En ese sentido la carta de vinos del hotel ofrece por supuesto algunas etiquetas comerciales (principalmente hablando de champán) pero también vinos alemanes, rarezas de Francia y más.




Entre el desayuno, comida y cena
Caminar por el hotel, siempre en silencio, me recuerda aquellos balnearios europeos donde la gente iba a repararse. La limpieza es impecable y los blancos de nuestra suite, que da al parque, refuerzan esa sensación etérea. Al atardecer, los rayos del sol que se meten a través de la persiana del baño invitan a terminar el día con un baño en la tina. ¿O a empezar la noche?
Fitz es el bar del hotel con dos espacios: un salón en la planta baja y el rooftop, abierto de martes a sábado si el clima lo permite. Son expertos en coctelería de clase mundial, y te dejo un tip de insider: es de los pocos lugares en Ámsterdam donde sirven Xila, un aperitivo mexicano con base de mezcal y siete ingredientes, hecho por mujeres en Ciudad de México.
The Living es un salón dentro del hotel donde tienes todo lo que necesitas. Rodeado de libreros de piso a techo, un guiño al pasado académico del edificio. Aquí puedes tomar un café, una cerveza o una copa de vino mientras buscas resolver el gran dilema de las vacaciones: qué hacer entre el desayuno, comida y cena. También ofrecen algunos snacks con brownies o galletas caseras.
Uno de los privilegios de hospedarse en estos hoteles es aprovechar al concierge. Sí, tienes a TRAVEL AND LEISURE y a Food Police para guiarte, pero si alguna duda persiste, acércate al escritorio en The Living y pide otra copa de cava (recuerda: estamos de vacaciones).
Ámsterdam: como un local (adoptivo) por Martín Villanueva
¿Qué hacer en Ámsterdam?
Aunque el hotel está pensado para ser tu refugio te recomiendo sucumbir a la idea de salir. Nosotros lo hicimos desde el día de nuestra llegada con el fin de combatir el jetlag. Para que te des una vuelta por el barrio aquí te dejo algunas ideas:
Louie Louie: una terraza sobre una calle de casas cubiertas de jardines, algo que encontrarás de manera constante en Ámsterdam. Para sentarse a ver gente pasar mientras se toma un vino.
Wereldmuseum: un museo dedicado a las culturas del mundo a través de exhibiciones de arte. Forma parte de una corriente de pensamiento, muy popular en la Europa de hoy, que busca transitar del eurocentrismo hacia una visión donde “el mundo no tiene un centro, sino que es una red donde todos influenciamos a todos”.
Dappermarkt: un mercado sobre ruedas que se instala todos los días excepto los domingos. Busca el stand de los mariscos y si tienes el estómago, prueba el harring. Se trata de uno de los platillos típicos de holanda, un pescado curado con una textura gomosa que se traga con pepinillos y cebolla cruda (recuerda que se traga, no se mastica). Los rumores son ciertos: o lo amas o lo odias.
Café Kujiper: un amigable café de barrio para tomar una cerveza local y probar los snacks fritos de la gastronomía local, como las bitterballen, croquetas de carne de vaca.
Supermercado: una de mis actividades favoritas cuando voy a otro país es meterme a ver qué compran los locales en su día a día. En el Lidl de la calle Eerste Van Swindenstraat, a unas cuadras del hotel, puedes comprar quesos, aperitivos preparados como aceitunas, encurtidos, ensaladas de cous cous, vinos (en Europa los súper siempre tienen un refri de vinos blancos, espumosos y rosados ya fríos), cerveza…
Los canales: la entrada principal del hotel está frente al canal de la calle Alexanderplein. Si buscas con atención encontrarás un muelle donde podrías hacer un picnic con todo lo que te compraste en el Lidl. Pero para comer rey te recomendamos volver al hotel.
¿Cómo llegar a Pillows Maurits at the Park?
El Pillows Maurits at the Park está al este de Ámsterdam, a 15 minutos en Uber de la estación central, en un barrio residencial y multicultural donde conviven comunidades de Yemen, Surinam, Turquía y Europa del Este. Si prefieres estar cerca del red light district, este no es el lugar. Desde aquí el centro queda a 30 minutos a pie. El este es tranquilo, sin ruido ni turistas.
Este hotel forma parte de Small Luxury Hotels of the World, una colección de más de 570 hoteles boutique en 90 países, seleccionados por su carácter único, diseño y calidad, que ofrece experiencias personalizadas con un servicio íntimo y exclusivo.

¿Cuánto cuesta una habitación en Amsterdam?
Habitaciones desde 340 dólares. Reserva aquí.