Catalogada como uno de los mejores destinos turísticos de España, la Costa Brava cuenta con pueblos con encanto, playas con alma mediterránea y paisajes naturales salvajes. Situada al noroeste de Cataluña, con más de 200 km de costa que se extiende desde Blanes hasta la frontera con Francia.
Aquí exploraremos los pueblos con más encanto de la Costa Brava.
Cadaqués
Situado en Cabo de Creus, para muchas personas se trata del pueblo más bonito de la Costa Brava. Con una belleza natural que reside en sus casas blancas, calles empedradas que invitan a perderte en ellas, y su iglesia con vistas al mar. Una atmósfera que combina tranquilidad y arte gracias a la influencia de Salvador Dalí. En tan solo un día recorrerás este pueblecito mágico y visitarás lugares como la casa de Dalí.
Calella de Palafrugell
Este pueblo marinero con casas blancas y aguas igual de cristalinas es una joya costera escondida, donde tus vacaciones se tornarán tranquilas lejos de la masificación de las zonas turísticas. Podrás caminar por el paseo de las calas o camino de ronda, ver el faro de San Sebastián o el Museo del Corcho, hacer excursiones en kayak y muchas cosas más.
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Tossa de Mar
En un entorno prácticamente virgen, Tossa de Mar destaca por su castillo medieval y sus playas donde se funden historia y belleza. Dentro de esta ciudad, en su casco antiguo, te adentrarás en la época medieval. Pasea por sus callejones dentro del recinto amurallado y llega hasta el imponente faro. Recorre el paseo marítimo y contempla edificios como la capilla blanca de Mare de Déu del Socors o la estatua Minerva. Disfruta de un recorrido lleno de historia y paisajes medievales.
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Pals
Con una playa de arena fina y vistas panorámicas espectaculares el pueblo de Pals es ideal para disfrutar en familia. Ofrece la posibilidad de realizar deportes acuáticos, pasear o descansar contemplando el paisaje, con las Islas Medes de fondo. En este pueblecito es muy conocido el arroz de Pals o la gamba de Palamós entre otros. Sus lugares emblemáticos son la Plaza Mayor de Pals, la Iglesia de Sant Pere, la Torre de las Horas o el mirador Josep Pla entre otros. Ven y disfruta de todo el encanto que ofrece este pueblo mágico.
Begur
Sus playas y calas protegidas por la vegetación crean un entorno paradisíaco en este pueblecito mediterráneo. Después de recorrer uno de los mejores caminos de Ronda de toda la Costa Brava, antes de volver al pueblo, una parada indispensable es el Mirador Carmen Amaya. A este mirador se le suman las torres de defensa, edificios característicos de la zona. Desde la Plaza Vila puedes subir por la calle Phi, repleta de arte, restaurantes con gastronomía variada y tiendas originales, hasta llegar a la Torre Sant Ramon. Una de las torres de defensa de Begur más bonitas.
