¡Es julio, temporada alta en Lloret de Mar! Normalmente solo vengo aquí en invierno u otoño, simplemente porque hay menos actividad que en julio y agosto, cuando los turistas acuden en masa a las playas. Esta es la primera vez que Lina y yo venimos a Lloret en pleno verano. Pero queremos echar un vistazo al Camí de Ronda, inaugurado el año pasado y que conecta la playa principal de Lloret con Platja Fenals.
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En el lado izquierdo de la bahía de Fenals comienza la nueva ruta, que forma parte del sendero de gran recorrido GR-92. Realmente cómodo para caminar, el camino conduce directamente a lo largo de la costa hasta algunos miradores increíblemente hermosos. Hasta hace unos años, el GR, que conectaba las dos playas principales de Lloret, discurría por una zona residencial situada detrás del Castell Sant Joan. Estoy muy ilusionada con esta nueva ruta con estupendas vistas. Esta es la primera vez que Lina visita Lloret y está completamente sorprendida de lo bonita que es la costa!
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Cuando llegamos a Cala Banys –demasiado rápido- no podemos resistirnos y hacemos una pequeña parada. Simplemente para disfrutar de la vista de la bahía y las rocas y las palmeras y el cielo azul.
Paseamos por la bahía y el casco antiguo, donde naturalmente tengo que enseñarle a Lina la Iglesia Sant Romà . Finalmente llegamos al otro lado de la bahía, donde la ruta de senderismo de gran recorrido continúa por detrás del Castell de Platja a través de la Cala dels Frares. Este emblemático castillo, que en realidad no es un castillo porque fue construido en los años 50 como residencia privada de un rico fabricante de galletas, ha sido abierto recientemente a los visitantes. Pasé por allí muchas veces y me pregunté cómo sería por dentro. La ubicación justo al final de la bahía, sobre la roca, es única.
El Castell Lloret, como se llama ahora, acoge desde el verano pasado una exposición inmersiva sobre la crisis climática. Primero, tome el ascensor hasta el piso superior. La exposición, compuesta por tres partes, comienza allí. La primera habitación está pintada como una pintura abstracta con líneas, cuadrados y triángulos en las paredes. Nos ponemos unas gafas de realidad virtual y allá vamos.
Me encanta sumergirme en otros mundos con estas gafas y estoy totalmente emocionada cada vez. ¡Aquí en el Castell, el mundo por el que nos movemos “virtualmente” también está muy bien hecho! En la segunda sala, nos sentamos en cómodos sillones sobre una plataforma móvil y somos guiadas a través del tema del clima de una manera llena de acción. En la tercera y última sala se utilizan pequeños juegos para concienciar sobre acciones sostenibles en la vida cotidiana. Luego nos quedamos, todavía un poco aturdidas por las experiencias salvajes, de nuevo bajo el sol en la terraza del castillo.
Me gustó especialmente la primera sala. La exposición está llena de acción y es especialmente emocionante para los niños mayores. Sin embargo, el tema de la crisis climática está un poco descuidado para mi gusto personal. Si bien es fantástico que la exposición aborde este importante tema, adopta un enfoque más lúdico. Me hubiera gustado ver más discusión técnica y temática. Pero definitivamente fue divertido.
Por fin visitamos un nuevo restaurante en Lloret del que no había oído hablar antes. En Cala Canyelles, una tranquila bahía a las afueras del centro, se encuentra el Gammarus, una mezcla de restaurante exclusivo y club de playa. Incluso ahora, en plena temporada alta, la playa de Canyelles es mucho más tranquila que las playas del centro. El interior del restaurante es increíblemente hermoso, con muchas plantas, materiales naturales y bonitos detalles. Y la comida… ¡un poema! “Solo” pedimos unos pocos entrantes y estábamos tan llenas que apenas pudimos comer el postre. Había: pan con tomate y salsa alioli, ensalada de tomate con burrata, flores de calabacín rellenas y, de postre , tarta de queso cremosa y tarta banoffee. Tan delicioso y abundante que nos saltamos la cena.
Datos prácticos:
Castell Lloret, en Platja Sa Caleta: precio entrada 10 euros. Después de la exposición, vale la pena disfrutar de la vista desde la terraza del “castillo”. También puedes entrar a la cafetería de arriba sin visitar primero la exposición, pero entonces tienes que explicar a las señoras de la barrera de la entrada que te gustaría visitar la cafetería de la terraza y tomar algo allí.
Como ya he escrito muchas veces aquí en el blog, en Lloret hay numerosas discotecas, pero los fiesteros, predominantemente jóvenes, vienen aquí casi exclusivamente en los meses de verano. En otoño o en invierno se puede vivir la ciudad de una forma totalmente diferente, mucho más tranquila, con mucha naturaleza y estupendos museos. Pero si realmente queréis venir aquí en verano (niños en edad escolar y similares), el mar es, por supuesto, lo más divertido para los más pequeños. Allí pueden saltar, chapotear, hacer snorkel, construir castillos de arena… La exposición inmersiva en el castillo es sin duda una buena idea, no sólo en los días de lluvia.
Nuestra conclusión: como era de esperar, Lloret está más concurrido en verano que en los meses de otoño e invierno, pero sorprendentemente todavía hay muchas formas de evitar la llamada milla de fiesta. Por ejemplo, simplemente paseando por los Camins de Ronda hasta alguna de las muchas pequeñas y bonitas bahías.
Me encanta.
