Hablamos con el pintor y escultor oaxaqueño Manuel Miguel sobre arte, filantropía y el culto a los muertos

Manuel Miguel es un pintor y escultor oaxaqueño nacido en Teococuilco de Marcos Pérez, una comunidad de la sierra norte del estado de Oaxaca (México).

Con doce años de trayectoria en el mundo del arte, ha participado en más de 80 exposiciones, tanto individuales como colectivas, a nivel nacional e internacional (Japón, España, Suiza, Alemania, Italia, Estados Unidos, Canadá, Costa Rica, Chile, etc.). Su obra se ha expuesto en centros culturales, museos, embajadas, prestigiosas galerías, ferias de arte y espacios públicos. 

Actualmente trabaja principalmente en proyectos escultóricos, ya que siente fascinación por la escultura en sus diferentes materiales y su objetivo es convertirse en escultor monumental.

Profesa la filantropía y el altruismo, y le gusta estar en constante experimentación para descubrir cada vez más los tejidos profundos de cada ser vivo.

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Foto: Andrea Benítez

¿Cuál es el punto de unión de esta exposición colectiva Colores de México que reúne a cuatro artistas de este país?

La unión que existe entre estos cuatro artistas es la amistad. Tres de nosotros vivimos en Oaxaca y la maestra Maru Castillo, a quien conocimos en esta exposición, en Madrid. Cada vez que se da la oportunidad, la convivencia se hace más constante en la comunidad de Oaxaca. Hace ya siete años que una promotora y corredora de arte, Iliana Salazar, decidió promocionarnos tanto en Ciudad de México como en Madrid, ciudades entre las que existen muchos vínculos y que ha dado origen a esta exposición en el Palacio del Infante Don Luis. Iliana está conectada con una comunidad de mexicanos residentes en Boadilla del Monte y con el alcalde de esta localidad, quien nos invitó a llevar a cabo esta exposición con ocasión de la festividad el Día de los Muertos.

El Día de los Muertos es una festividad muy especial para los mexicanos. ¿Su obra está muy influida por este culto a la muerte?

Sí, la mayor parte de mi obra siempre trata de generar un discurso sobre las tradiciones y costumbres de mi identidad desde una óptica contemporánea para el espectador.

El Día de los Muertos es una fiesta en homenaje a nuestros difuntos, cuyas almas, según las creencias prehispánicas, regresan a visitarnos. Por eso, en mi obra siempre están presentes las vivencias cotidianas de Oaxaca y de mi entorno, así como mis orígenes zapotecos.

¿Qué tipo de pintura es la suya? ¿Cómo definiría su estilo?

Mi concepto artístico se basa en el constructivismo lineal y los tejidos internos. 

¿Y en cuanto a la temática y las técnicas empleadas?

Los temas van surgiendo de la vida cotidiana. No me gusta personalizar mi obra con un título; por el contrario, siempre hago series sobre un mismo tema agotando todas las posibilidades en torno a una idea.

Utilizo acrílico para empezar una obra y lo culmino con óleo para crear una técnica mixta. .Pinto, dibujo, hago esculturas en metales, cerámica, bronces, resinas, madera, hormigón y materiales reciclados.

Usted ha participado en muchas exposiciones y además se dedica a promocionar el arte oaxaqueño y mexicano por todo el mundo. Cuándo y cómo nació esta vocación. 

En primer lugar, me gusta el tema de la filantropía y el altruismo; me encanta ayudar, ya que siempre he considerado que el ser humano debe compartir para entenderse a sí mismo.

Siempre he pensado que en esta corta existencia hay que sumar todo lo que se pueda en vez de restar. Ayudar a las nuevas generaciones que se inician en el mundo del arte genera un vínculo de energías positivas que perdurará para siempre. Tenemos que proporcionarles las herramientas para que expresen su visión artística, como en su día nos las proporcionaron a nosotros. Ayudar al prójimo es estar vivo.

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Foto: Manuel Miguel

⁠¿Qué le sirve de inspiración en su obra?

Son muchos los factores que me inspiran y cambian cada día. Nunca me aferro a un solo momento, sino que dejo fluir cada instante, esas emociones y esos sentimientos que vibran en mí y que despiertan algo tan pequeño o tan grande que me sorprenda o despierte mi curiosidad por el porqué. Por ejemplo, ver una hoja es algo común, pero cuando la analizas, ves todo un mundo de tejidos que se van desvaneciendo en sus dimensiones: ese universo interior que nadie mira, pero que existe cuando lo observas. O cuando veo grandes edificios en una gran ciudad y me asombra la gran capacidad que posee el ser humano. Por eso, mi obra consiste precisamente en llevar al espectador a un viaje interno a la materia de la que están hechos los seres vivos, ya que considero que somos un universo dentro de otro universo.

¿Cómo ve el panorama artístico mexicano y el internacional? ¿Hay concomitancias entre ambos?

El arte mexicano tiene una fuerte presencia en el mundo gracias a las obras de grandes artistas mexicanos que marcaron un hito esencial en nuestra cultura, un legado que otros artistas mantienen en la actualidad a través de sus propias propuestas. Todo está conectado, ya que todos estamos bajo la influencia de la historia y los acontecimientos. México está conectado con el mundo y el mundo con México, y sobre todo con sus artistas.

A qué se refiere con estas palabras que hemos rescatado de sus redes sociales: Un diálogo entre la mente y las manos, entre la paciencia y el tiempo. Un intento de comprender lo que aún no tiene nombre, pero ya habita en la mente.Una conexión entre el interior y el exterior 

Que tiene que haber un equilibrio. Parto de este dicho mexicano: «Hasta el movimiento no creer». El ser humano solo cree en lo que ve físicamente porque existe para él, porque es algo tangible y palpable, y se olvida de su espiritualidad. Pero, cuando empieza a tener vacíos espirituales, se da cuenta de que lo físico no le basta para sentirse realizado, por eso debe ser equilibrado. No solo debe cultivar la mente, sino también el alma, para que su exterior fluya y genere un entorno de bienestar. Debe extender la mano para construir, con paciencia, un legado útil para las nuevas generaciones. Somos seres de luz y energía, y atraemos lo que deseamos. Porque somos tejedores y lo que pensamos lo tejemos a escalas microscópicas o macroscópicas. Todo empieza por una sola idea o un sentimiento; así se teje la vida. Solo somos un punto dentro del universo. Y de aquí partimos.

⁠Tras esta exposición, ¿cuáles son sus proyectos más inmediatos?

Tengo varios proyectos a corto plazo. Por un lado, participo en la Feria Internacional Arte Capital, que se celebra del 13 al 17 de noviembre en el WTC de la Ciudad de México. A finales de noviembre, participaré en una exposición colectiva de artistas oaxaqueños en Valparaíso (Chile). También tengo una exposición en Querétaro, otra en Puebla y una exposición individual el 5 de diciembre en Cuernavaca, Morelos. Como ve, muchos proyectos.