Descubre La Medina de Fez: la ciudad sin coches más grande del mundo según el Libro Guinness

Caminar es una de las mejores formas de conocer una ciudad: te permite adentrarte en sus callejones, descubrir cafeterías escondidas y entrar en pequeñas tiendas con facilidad. Claro, no todos los destinos están diseñados para Caminar es una de las mejores maneras de explorar una nueva ciudad. Ir a pie te permite entrar y salir de tiendas, cafeterías y restaurantes con facilidad. Sin embargo, no todos los destinos son igual de amables con los peatones, y uno de los mejores lugares para hacerlo es uno de los espacios peatonales más antiguos y grandes del mundo: La Medina de Fez.

Ubicada en Marruecos, Fez es una ciudad del siglo XIII considerada la capital cultural del país. La Medina de Fez, un recinto amurallado lleno de historia, está diseñada para caminar y, en ocasiones, para el paso de algún burro. Según el Libro Guinness de los Récords, es la zona urbana sin coches más grande del mundo por población: más de 156,000 personas viven dentro de sus murallas, donde la circulación de automóviles está prohibida.

Cada mayo, sus plazas y callejones se llenan de música durante el Festival de Músicas Sagradas del Mundo, que coincide con el Jazz en Riads, dos de los eventos más importantes de su calendario cultural, de acuerdo con Visit Morocco. La ciudad también es famosa por su gastronomía, considerada de las mejores del planeta.

Este espacio único fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Mundial. Dentro de La Medina de Fez, los viajeros pueden encontrar una infinidad de recuerdos y artesanías: curtidores, tejedores, artesanos del cobre y alfareros trabajan a la vista de quienes recorren sus calles. Sus plazas están rodeadas de arquitectura que refleja siglos de historia y son escenarios donde se mantiene vivo un estilo de vida ancestral.

Los restaurantes dentro de la medina tampoco se pueden perder. Algunas opciones son Mom’s Touch, con su terraza ideal para un bocado con vista; Ruined Garden, perfecto para una tarde tranquila entre plantas; o Restaurant Bab Sahra Fes, para quienes buscan una experiencia más exclusiva.

Si bien es posible recorrerla por tu cuenta, muchos viajeros optan por visitas guiadas para descubrir rincones secretos. Existen alternativas como Fez Tour Guide, que organiza recorridos por la medina y excursiones a lugares cercanos; tours a museos y tiendas en Get Your Guide; y paseos con locales disponibles en Airbnb Experiences.

Incluso el trayecto para llegar forma parte de la experiencia. Desde Tánger puedes tomar un tren con la operadora nacional Office National des Chemins de Fer, que tarda alrededor de cuatro horas en llegar. Es una manera sencilla de visitar no solo Fez, sino también otras ciudades marroquíes. Y un consejo final: lleva calzado cómodo. Créenos, tus pies lo agradecerán.