Rodeo Drive tiene ese brillo que se enciende solo: autos de lujo que cruzan la avenida con naturalidad y boutiques que parecen pequeñas obras de arte. En ese escenario, la quinta edición de LuxuryLab Pop-Up Market encontró el marco perfecto para mostrar cómo el talento latino puede integrarse con soltura a uno de los destinos más influyentes del mundo. Con una curaduría precisa y un programa que hilaba cada experiencia con intención, la edición 2025 demostró que creatividad, innovación y artesanía contemporánea pueden dialogar sin esfuerzo con el pulso sofisticado de Beverly Hills.
Una edición que llevó la creatividad y la artesanía latinoamericana al corazón del lujo global
Desde el Beverly Wilshire, A Four Seasons Hotel —un ícono del cine y la moda frente a la avenida más exclusiva del vecindario—, el encuentro reunió a diseñadores emergentes, compradores internacionales, líderes de la industria y figuras que marcan tendencia como Luisa Serna. Ahí coincidieron marcas como Alma de Sur, Daniela Califa, Morena Corazón, Sophie Simone o Biblioteca Activist Wear, dando al programa un ritmo natural entre cortes de listón, reconocimientos oficiales y una hospitalidad impecable.
La inauguración dejó claro que esta edición tenía un brillo distinto: el reconocimiento del City Council de Beverly Hills a LuxuryLab confirmó la importancia que ha tomado su labor para conectar el talento mexicano con una de las capitales del lujo mundial. A partir de ahí, el fin de semana fluyó entre experiencias que mostraban distintas facetas del diseño y la creatividad latinoamericana: cenas en mesas emblemáticas, cocteles presentados por Loco Tequila, recorridos privados por museos y boutiques, y un paseo por Rodeo Drive que permitió entrar a espacios como Stefano Ricci, firma que pronto aterrizará en México. El itinerario hiló joyería de autor, arte pop, gastronomía y paradas icónicas como The Polo Lounge del Beverly Hills Hotel o la mansión Greystone, un lugar donde la arquitectura tiene vocación cinematográfica.
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Entre espacios que parecen diseñados para contar historias, una curaduría minuciosa y un programa que llevaba a los asistentes de una sorpresa a la siguiente, quedó algo claro: Beverly Hills y el talento latino hablan el mismo lenguaje. En una ciudad donde las tendencias se reescriben a diario, LuxuryLab Pop-Up Market encontró el escenario ideal para impulsar marcas que conciben el lujo desde la creatividad, la innovación y la artesanía contemporánea.
