
A unas dos horas al suroeste de Little Rock, Arkansas, se encuentra uno de los parques más singulares de Estados Unidos: el Parque Estatal del Cráter de los Diamantes. Este sitio de 911 acres atrae a visitantes de todo el país por una razón única: aquí puedes buscar diamantes… y llevarte los que encuentres.
Ubicado sobre un antiguo cráter volcánico, este parque se hizo famoso en 1906 cuando un agricultor local, John Huddleston, encontró diamantes en la zona. Desde entonces, se han descubierto más de 35 mil diamantes, incluyendo el más grande hallado en Estados Unidos: el “Tío Sam”, de 40 quilates. En 1972, el lugar se convirtió en parque estatal y hoy cualquier persona puede excavar en su campo de búsqueda de 37 acres. Todo lo que encuentres es tuyo, ya sea una gema, roca o mineral.
Este parque estatal en California es el mejor valorado en EE.UU.

Los tipos de diamantes más comunes que se encuentran aquí son blancos, amarillos y marrones. En el Centro de Descubrimiento de Diamantes, el parque exhibe algunos de los hallazgos más impresionantes en su “Salón de la Fama”. Por ejemplo, en mayo de 2025, un visitante de Minnesota encontró un diamante marrón de 3.81 quilates, el más grande hallado ese año. También pueden encontrarse otras piedras, como cuarzo, ágata, granate y jaspe.
Según Waymon Cox, superintendente del parque, el mejor momento para buscar es justo después de la lluvia:
“Muchos de los diamantes más grandes se encuentran sobre el suelo. Cuando llueve, el agua arrastra la tierra y deja al descubierto minerales pesados, incluyendo diamantes.”
¿Cuánto cuesta entrar y qué se necesita?
La entrada para la búsqueda de diamantes cuesta $15 para adultos y $7 para niños. Puedes llevar tus propias herramientas o alquilar equipo dentro del parque, donde encontrarás palas, cribas, sarucas (una especie de criba cóncava), cubos y carros. También puedes adquirir equipo especializado en tiendas cercanas como Lovejoy Diamond Screens o Murfreesboro Hardware.
Si encuentras algo, los guardabosques pueden certificarlo oficialmente. Aun así, Cox recomienda no obsesionarse con encontrar un diamante:
“Aunque la mayoría de los visitantes no hallan uno en su primera visita, hay muchas otras piedras únicas y hermosas para coleccionar.”
Más allá de los diamantes: naturaleza, estrellas y camping
Si lo tuyo no es excavar, el parque ofrece otras experiencias como un parque acuático de temporada, kilómetros de senderos naturales y excelentes condiciones para observar las estrellas, gracias a la escasa contaminación lumínica.
Para quienes desean quedarse más tiempo, el parque cuenta con un camping sombreado con 47 parcelas para autocaravanas o casas de campaña con conexiones completas, además de cinco parcelas básicas, todas con acceso a baños y duchas.
Ya sea que vayas en busca de un diamante o simplemente a disfrutar de la naturaleza, el Parque Estatal del Cráter de los Diamantes es una aventura que combina historia geológica, paisajes únicos y la posibilidad real de regresar a casa con un tesoro