
La serie Juego de Tronos no solo tiene una trama que te mantiene en el filo del asiento, sino que también presenta impactantes paisajes que parecen salidos de los libros originales. Debido a su éxito crítico y comercial, los fanáticos no dudaron en viajar a los lugares en los que fue grabada. Dubrovnik, que se convirtió en la capital de los Siete Reinos, no fue la excepción.
El pasado medieval de Dubrovnik guarda algunas similitudes con el del Trono de Hierro. Hace cientos de años, una serie de terremotos y luchas contra posibles invasores motivaron la construcción de imponentes murallas que, hoy en día, son uno de sus principales atractivos. Ese encanto histórico sigue atrayendo a turistas de todo el mundo y la ha convertido en uno de los destinos líderes de Europa.
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Un viaje al pasado
La antigua República de Ragusa tiene montones de parajes interesantes, pero primero tenemos que hablar un poco sobre sus murallas y fortalezas. ¿Cómo no hacerlo? Estas construcciones, que se extienden a lo largo de 1.94 kilómetros, fueron construidas para proteger a sus habitantes entre los siglos XII y XVII y están muy bien conservadas.
El sistema está compuesto por cinco fortalezas y dieciséis torres y baluartes que se pueden visitar durante todo el año. Existen tres entradas de acceso; una está al lado de la capilla de San Lucas, conocida por su arquitectura gótica, otra al lado de la iglesia de San Salvador y la Puerta de Pile, en el casco histórico, y la última está junto al Museo Marítimo.

El punto más alto del sistema de defensa es la torre Minčeta. Esta robusta construcción está compuesta por paredes con más de seis metros de espesor y representa la resiliencia de Dubrovnik. Desde allí es posible vislumbrar cómo el naranja de los techos de tejas de las casas contrasta con el azul del Adriático.
Dominando el lado oriental de la ciudad se encuentra el fuerte Revelin. Originalmente funcionaba como un punto para los avances de los otomanos, pero, actualmente, miles de personas lo recorren con fascinación y admiran todos sus recovecos. Durante los meses más cálidos, su terraza sirve como escenario para algunas de las actividades que forman parte del Festival de Verano, un evento lleno de baile, música, teatro y folclore.
Un paseo por el casco antiguo y otros sitios encantadores
El principal atractivo de Dubrovnik está en sus murallas. Pero, ¿a dónde vamos cuando ya las recorrimos de arriba hacia abajo? Muy fácil… Visita el resto de la ciudad.
Para iniciar tu recorrido de forma memorable, atraviesa la emblemática Puerta Pile, que solía ser el principal acceso de esta localidad. Recorre Stradun, la calle principal, hasta llegar al palacio Sponza. No olvides mirar a los lados en el transcurso de tu recorrido, pues te encontrarás con músicos, tiendas de souvenirs y locales gastronómicos. Si el hambre aprieta, puedes desviarte hacia el restaurante Forty Four, que sirve delicias como risotto con trufas al pesto.
En la fuente de Onofrio puedes ver rastros del auge económico que gozó Dubrovnik en el siglo XV. Esta bonita estructura, diseñada por el arquitecto napolitano Onofrio della Cava, ha surtido a los ragusinos con agua potable desde su inauguración. Sí, sí… Puedes recargar tu botella sin miedo y refrescarte antes de seguir.

Otro sitio imperdible es la playa Banje. Debido a su popularidad, es recomendable ir temprano para asegurar un lugar donde poner la toalla y otros efectos personales. En pleno verano, su agua es ideal para escapar del sol abrasador.
Si todavía te queda algo de tiempo en tu itinerario, tienes que visitar la isla Lokrum. Queda a solo minutos en ferry de Dubrovnik. El jardín botánico, las ruinas del monasterio benedictino de Santa María y caminos naturales te mantendrán ocupado a lo largo de todo un día.
Un festín para los sentidos
La escena cultural de la Perla del Adriático va mucho más allá que Juego de Tronos. En junio, por ejemplo, se celebra el Festival Midsummer Scene, cuya programación incluye adaptaciones de las obras de autores célebres como William Shakespeare y Julio Verne, mientras que en octubre tiene lugar el Festival de Cine, pensado especialmente para niños y jóvenes.
Por otro lado, en Dubrovnik también hay un ecosistema gastronómico muy nutrido. Dado que esta es una urbe costera, Nautika y Proto son dos de los mejores lugares para probar los mariscos croatas. En este sentido, algunos eventos importantes son el Festival de la Pizza y el Festival Good Food. Este último es ideal para aprender cómo cocinar algunos de los platos croatas más tradicionales.
Recorrer sus murallas, pasear por Stradun, visitar sus fortalezas y disfrutar de sus playas son solo algunas de las experiencias que te esperan en Dubrovnik.