
En el sureste de Mallorca, existe un pueblito encantador que aguarda por los viajeros con su autenticidad, historia y belleza natural. Se trata de Santanyí que, junto a Cala d’Or, Porto Petro y Cala Figuera, conforma un conjunto de cuatro núcleos urbanos que cautivan a quienes exploran esta región balear.
Con aproximadamente 48 km de costa deslumbrante y ubicado al lado del segundo parque natural más grande de Baleares, Santanyí se posiciona como una joya escondida. Este pueblo no solo se beneficia de su espectacular entorno natural, sino que también ofrece un ambiente sereno, acompañado de excelentes opciones de restaurantes y hoteles.
El hermoso pueblo de Mallorca con terrazas empinadas y paisajes naturales alucinantes
Santanyí, el pintoresco pueblito escondido en Mallorca
Santanyí ha mantenido su encanto mallorquín original a lo largo del tiempo. Con playas mediterráneas a solo cuatro kilómetros del centro de la ciudad, su paisaje urbano se caracteriza por edificios medievales y modernos construidos con la distintiva piedra arenisca dorada de mares locales.
Aunque hallazgos arqueológicos sugieren la posible existencia de un asentamiento en la época romana, la aldea fue documentada por primera vez en 1236 bajo el nombre de Sancti Aini. La fortaleza Cala Llonga del siglo XVIII se construyó para proteger a la localidad de los sucesivos ataques piratas y hoy es uno de sus principales atractivos turísticos junto con sus preciosas playas que se popularizaron en la década del 60.

Cuáles son las principales atracciones de Santanyí
El casco antiguo de Santanyí, parcialmente rodeado por restos de la muralla medieval, ofrece una experiencia única. La Plaza Mayor, punto central de encuentro, está dominada por fachadas de arenisca y casas de tres pisos que enmarcan la plaza. El ayuntamiento del año 1902, construido con la característica piedra dorada de mares, y la iglesia de Sant Andreu, con un órgano barroco del taller real de órganos de Jordi Bosch, son imperdibles.
A cinco kilómetros del centro, el parque natural de Mondragó alberga más de 70 especies de aves y una variada flora y es el sitio ideal para los apasionados de las actividades al aire libre. La costa sureste, con el puerto de Cala Figuera y la playa familiar de Cala Santanyí, ofrece opciones para todos los gustos.

Las galerías y talleres del pueblo son ideales para los amantes del arte y, por supuesto, para adquirir algún recuerdo. Con lugares como Galería Barceló y Casa de Arte, la localidad expone su interesante cultura.
Cómo llegar a Santanyí desde Palma de Mallorca
Para llegar a Santanyí, se puede tomar un viaje en coche desde Palma de Mallorca en aproximadamente 50 minutos. Además, las líneas 501 y 502 de autobús desde Palma ofrecen una opción conveniente, aunque tardan alrededor de 2 horas en llegar a la zona. Independientemente de la opción elegida, descubrir Santanyí promete una experiencia única, fusionando historia, naturaleza y autenticidad mallorquina