
La región de Extremadura y más precisamente la mancomunidad de Villuercas Ibores Jara esconden un hermoso pueblo de tan solo 1787 habitantes que fue declarado como uno de los más lindos del mundo por la Organización Mundial del Turismo. Se trata de Guadalupe, un verdadero baluarte del turismo español que, además de su combinación exquisita de naturaleza e historia, también atesora un importante Patrimonio de la Humanidad.
Los orígenes de este pueblo se encuentran entrelazados con el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, un monumento destacado de este enclave y que fue reconocido por la UNESCO en el año 1993. Su rica historia, arquitectura distinguida y centros naturales logran cautivar a los visitantes desde el primer momento que arriban a sus callejuelas empedradas.
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La historia de Guadalupe, el pueblo de Extremadura considerado uno de los más lindos del mundo
Según narra la tradición del pueblo, un pastor encontró una imagen de la Virgen María en el río Guadalupe finales de siglo XIII y cerca del punto de hallazgo se construyó una ermita en su honor. Alrededor de esta comenzó a surgir un asentamiento que se dio a conocer con el nombre de Puebla de Santa María de Guadalupe. Este santuario posicionó al pueblo como un importante centro de peregrinación de la península ibérica.
Hoy, el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe es quien alberga la icónica imagen de la Virgen y es considerado uno de los mayores símbolos de Extremadura. Con acento mudéjar y una combinación de arquitectura renacentista, gótica y barroca, este Patrimonio de la Humanidad posee un listado imperdible de construcciones. El Camarín de la Virgen, el Claustro Gótico, la Sala Capitular, la Iglesia de Nuestra Señora, la Sacristía y el Comedor de la Hospedería son los puntos infaltables en cualquier visita al Monasterio.
Arquitectura histórica y gemas naturales, la magia de Guadalupe en todo su esplendor
Pasear por las distinguidas calles empedradas de Guadalupe se siente como un viaje hacia el pasado. Su Plaza Mayor de ambiente medieval y las edificaciones de su casco histórico en excelente estado de preservación generan una experiencia verdaderamente mágica. Los sitios indispensables en cualquier recorrido por Guadalupe incluyen las clásicas edificaciones incluidas dentro del Conjunto Histórico-Artístico de La Puebla.
El Colegio de Infantes construido en el siglo XVI, la Iglesia de la Santa Trinidad, obra barroca de Manuel de Lara Churriguera, el Conjunto de Hospitales, los 5 arcos medievales y la Antigua Judería, se destacan dentro del casco histórico y atrapan con su encanto medieval a los apasionados de la arquitectura antigua.

Guadalupe también es un destacado exponente natural de la región de Extremadura. Rodeando al pueblo se encuentra el Geoparque Mundial Villuercas Ibores Jara repleto de bosques de robles, gargantas escarpadas y sitios de avisajes panorámicos que lo convierten en el lugar ideal para los apasionados del senderismo y la recreación al aire libre.
La construcción del Monasterio de Santa María de Guadalupe en 1337 por orden de Alfonso XI trajo consigo el trazado de una red de caminos que unían a Guadalupe con los principales poblados del llamado centro peninsular. Esa red hoy es conocida como los Caminos de Guadalupe y se considera una ruta icónica de peregrinación para España y Portugal con una preservación de 12 senderos históricos.