En la Provincia de León, España, existe un pueblo que hacia la década de 1981 había sido catalogado como deshabitado. Muchas de las personas que vivieron en Montes de la Ermita trabajaban en otras localidades de la zona y debían hacer largos caminos para llegar allí. Por ese motivo, decidieron mudarse hasta que la zona quedó vacía.
Sin embargo, un hombre de más de 60 años llevó un caso a tribunales para revertir la situación, alegando que él aún vivía allí y que no iba a desprestigiar el valor de su casa construida por su familia hace ya muchos años. Conoce entonces los Montes de la Ermita, el pueblo con tan solo un habitante que tiene paisajes hermosos.
Este pueblito de 500 habitantes tiene el mirador más bello del mundo y está a 40 minutos de Oviedo
Así es Los Montes de la Ermita, el pueblo con un habitante
Enclavado en el Bierzo Alto de las Sierras de Gistredo, en la comunidad autónoma de Castilla y León, se encuentra un pequeño pueblo rodeado de arbustos y frondosos árboles, cuyas casas fueron construidas hace un centenar de años y supo tener hasta 112 habitantes.
Estas pequeñas cabañas cuentan con paredes de piedra de montaña y unos techos de tejas oscuras que fascinan al verlas combinadas con el paisaje serrano de León. Este espectáculo es apreciado todos los días por Abel, un vecino de la Ermita que asegura que este pueblo nunca quedó deshabitado.
Pueblos deshabitados: qué hacer en Montes de la Ermita
Para su fortuna, en 2023, Abel fue concedido en su deseo de ser el único habitante legalmente reconocido en Montes de la Ermita, aunque debe seguir batallando en la Justicia. Además, aún resta mucho por hacer para apreciar la belleza de este lugar, tanto como él lo hizo durante décadas.
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Actualmente, la Asociación Cultural de Antiguos Vecinos de Los Montes de la Ermita ha ido restaurando partes del pueblo, como la iglesia, la escuela e incluso el camino de acceso para facilitar la llegada de turistas al lugar.
Su patrimonio más preciado es la Iglesia Nuestra Señora de Las Llamas, una construcción típica del Bierzo que data del siglo XIX y que fue restaurada para su perfecta conservación. Esta capilla resalta en el lugar, además de combinarse junto con el resto de las casitas de piedra.
Incluso, aún se celebra en el lugar la fiesta patronal de la Virgen de Las Llamas en agosto de cada año. Luego de la misa, los habitantes del lugar que regresan a sus casas para festejar, exponen una mesa con pinchos y dulces para los transeúntes.
Esta tradición se la conoce como “la Ronda de las Bodegas” y te deleitará con todos sus platillos que aguardan por ser consumidos. Por la tarde, la fiesta concluye con una partida de bolos en la plaza del pueblo y muchos bailes con una orquesta en vivo.
