
Los viajes son grandes oportunidades para comprar artículos o souvenirs. Entre ellos, las bebidas alcohólicas son muy elegidas: sirven para compartir un buen momento, como regalo o, en algunos casos, hasta como una inversión. Pero algunos viajeros desisten de llevarlas, preguntándose si pueden llevar alcohol en la maleta.
La respuesta no es tan sencilla ya que depende de la política de cada país. Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, tienen leyes más estrictas con respecto a las bebidas que sus pares americanos o europeos. Por suerte, las páginas web de las distintas aerolíneas cuentan con apartados que indican claramente qué se puede transportar y de qué manera.
En el caso de viajes por Argentina, la logística no es compleja. Si las bebidas tienen un porcentaje de alcohol por volumen de 24% a 70%, la capacidad se limita a 5 litros. Esto incluye a bebidas espirituosas y destilados como whisky, gin, ron, Cognac o grappas.
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La cerveza, sidra y vino -a excepción, tal vez, de algún fortificado- tienen niveles de alcohol más bajos, por lo que no existen límites sobre la cantidad de botellas a transportar, sino sobre el peso máximo del equipaje.

En ambos casos, el sello de fábrica deberá estar intacto (léase, no se puede viajar con botellas abiertas) y bien guardadas para evitar su rotura con cualquier golpe o movimiento. Algunas aerolíneas piden que cualquier líquido sea alojado en el artículo personal que se almacena debajo del asiento delantero, para evitar accidentes en caso de que el equipaje caiga de las gavetas superiores.
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Nuestra recomendación es que las botellas estén envueltas en papel de burbuja que los proteja, pero si no tienes, recubrirlas con toallas o ropa gruesa es también una buena opción. Es importante que el equipaje vaya lleno, para que las botellas no se muevan al ser transportadas, pudiendo chocar con objetos y provocando roturas.
¿Qué pasa cuando viajamos al exterior? Allí la situación cambia. Los vuelos internacionales no permiten líquidos o fluidos de más de 100 ml en la cabina, por lo que botellas más grandes (a menos que sean compradas en un free-shop/duty free) no pasarán seguridad. En estos casos, es recomendable viajar con las botellas guardadas en el equipaje despachado, ya que están permitidas en la bodega.
