
Los Pueblos Mágicos forman parte de un programa del Gobierno de México lanzado en el año 2001 para desarrollar el turismo en las distintas regiones del país. Tal es el caso de Tepotzotlán, una localidad del Estado de México que conmueve a sus visitantes por su belleza rural.
Dicho programa gubernamental se encarga de enaltecer el valor patrimonial, cultural y natural de pueblos como Tepotzotlán, una localidad que, con el paso del tiempo y el avance de la modernidad, mantuvo su patrimonio intangible de forma excepcional. Además, este Pueblo Mágico fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad por formar parte del Camino Real de Tierra Adentro.
Tepotzolán, un Pueblo Mágico con mucha historia
Tepotzotlán conserva una joya del churrigueresco mexicano, una etapa artística española que se dio en la época del barroco y cuyas obras arquitectónicas inspiraron innumerables edificios latinoamericanos. En esta ocasión, El Museo Nacional del Virreinato del año 1580 es quien se destaca dentro del famoso Pueblo Mágico.

Allí, los turistas evidenciarán el paso del tiempo del poblado y su intervención barroca que data de hace 400 años. En sus inicios, el edificio fue construido por los jesuitas para fundar el Colegio Jesuita de San Francisco Javier. Sin embargo, hacia el año 1933 fue declarado monumento por la Ley Mexicana y comenzó a funcionar como museo.
Cuenta una leyenda que, durante la expulsión de los jesuitas durante la Revolución Mexicana, muchos fieles al colegio escondieron tesoros bajo tierra. Por este motivo, se aprobaron órdenes de excavación que causó daños en su iglesia principal entre los años 1928 y 9334.
A pesar de esto, el Museo es uno de los pocos complejos en México que se ha conservado intacto, incluyendo sus retablos y obras de arte dispuestas en su interior. San Francisco Javier es considerado como una de las galerías más importantes en el país, tanto por su colección, como por la estética del edificio que lo alberga.
Actividades para realizar en el Pueblo Mágico de Tepotzotlán
En las cercanías del Museo Virreinato, no puedes omitir pasar por el Acueducto de Tepotzotlán, la segunda obra arquitectónica más importante del Pueblo Mágico que cuenta con tres arcos y 438 metros de altura. Por encargo de las órdenes jesuíticas, este monumento sirvió para acercar agua al poblado desde el cerro.

Durante el fin de semana, las calles de Tepotzotlán se llenan de vida con la presencia de mercadillos, puestos de comida, tapetes, pinturas y espectáculos culturales; ofreciendo a los visitantes la oportunidad de descubrir la riqueza y diversidad cultural de este encantador lugar.
Entre sus delicias gastronómicas, la Secretaría de Turismo de México destaca los desayunos acompañados por quesadillas de hongos, la flor de calabaza y muchos locales recomiendan visitar el mercado municipal para beber tequila en jarritos con piña y chiles. La cultura mexicana nunca pierde su sabor, incluso en un pueblo mágico rodeado de arte novohispana.
¿Cuándo fue nombrado Pueblo Mágico Tepotzotlán?
A pesar de localizarse en una de las metrópolis más pobladas de México, Tepotzotlán se destaca por conservar su toque provinciano, lejos de la gran ciudad. Allí, prima uno de los museos más antiguos del lugar que data del año 1580; además de otras maravillas por conocer.
Este sitio de lo más tranquilo fue nombrado Pueblo Mágico por el Gobierno de México en el año 2002 gracias a sus callecitas empedradas, su patrimonio arquitectónico colonial y por asentarse cercano a un bello cerro que da origen a su nombre.
El nombre de Tepotzotlán proviene del idioma náhuatl y está formado por las palabras tepōtzohtli, jorobado; y tlan, lugar cerca o junto a. De forma literal, su traducción sería El Lugar Junto al Jorobado, haciendo referencia al cerro que se asemeja a una joroba, conocido como El cerro de Dos Cabezas.