
Situada al sur de la Comunidad autónoma de Castilla y León y a orillas del río Adaja en España, la ciudad de Ávila emerge con su majestuoso esplendor de la Edad Media. Gracias a su recinto amurallado preservado casi íntegramente, la localidad es considerada como el área medieval en mejores condiciones de toda Europa. De hecho, desde 1985, la ciudad antigua, su gran muralla y las iglesias extramuros de San Segundo, San Pedro, San Andrés y San Vicente son parte del Patrimonio de la Humanidad declarados por UNESCO.
Asentada a mil metros sobre el nivel del mar, Ávila es dueña de un casco histórico repleto de monumentos religiosos y civiles que le valieron varias distinciones a lo largo del tiempo. En 2007, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, decidió incluir también las iglesias de San Nicolás, Santo Tomás, San Martín, Santa María de la Cabeza y San José en la lista de Patrimonios destacados.

Ávila, la ciudad medieval con la muralla mejor preservada de Europa
Poblada inicialmente por las tribus de los vetones, el asentamiento no ofreció resistencia en la llegada de los romanos. La ciudad comenzó a tomar tintes de romanización y alrededor de la plaza central se construyó el primer recinto murado.
Tras la invasión árabe en la Península Ibérica, Ávila pasó a estar bajo poder musulmán hasta que el rey Alfonso I tomó la ciudad. 400 años de luchas fronterizas le esperaban por delante a la ciudad que hoy es uno de los paraísos medievales de España y la capital de provincia menos poblada del país con 59 mil habitantes.
La muralla de Ávila, un tesoro medieval Patrimonio de la Humanidad
La increíble muralla de Ávila es una clásica cerca militar románica que se encuentra alrededor de todo el casco histórico de la ciudad. Construida por el maestro Casandro Romano y el francés Florín de Pituenga, cuenta con 9 arcos: la Puerta de la Catedral, la Puerta de Alcázar, la Puerta de San Vicente, la Puerta de la Santa, la Puerta del Rastro, la Puerta del Puente, la de la Mala Dicha, el Arco del Carmen y el Arco del Mariscal.
Su construcción inició en el Siglo XI con el rey Alfonso VI de León, con el propósito de poblar los territorios olvidados y darles seguridad a las ciudades de Segovia, Salamanca y Segovia. La obra duró 9 años y en siglo XIV se llevaron adelante importantes reformas para aumentar los objetivos defensivos de los imponentes muros. En la actualidad, la construcción es considerada uno de los emblemas medievales mejor preservados de toda Europa.
Unesco la sumó a la Lista de Patrimonio de la Humanidad en 1985 al considerar que la construcción representaba en sí misma una serie de «Valores Universales Excepcionales» que deben ser trasmitidos y legados a las generaciones venideras. Su decisión se basó en los criterios 3 y 4 de selección que tienen que ver con ser testimonio de una civilización que desapareció y con la majestuosidad de la construcción.

Qué visitar en Ávila, la ciudad amurallada de España
Además de su famosa muralla, Ávila posee una larga lista de edificaciones imperdibles para visitar. La Catedral de Ávila está catalogada como la primera catedral gótica de España y bien merece un espacio destacado en una visita.
Un emblema indiscutido de la localidad es Santa Teresa, presente en cada rincón de sus calles y por quién se erigen numerosas construcciones eclesiásticas. El Convento de Santa Teresa ubicado junto al Museo homónimo son una parada obligada en Ávila. Para completar el circuito también se destacan la Plaza del Mercado Grande, la basílica de San Pedro y el Real Monasterio de Santo Tomás.