Cabo San Lucas evoca imágenes de impresionantes vistas al mar y lujosos complejos turísticos, pero uno de sus alojamientos más elegantes se encuentra en tierra firme. Acre Resort, situado en una extensa finca de 25 acres en las estribaciones de las montañas de la Sierra de la Laguna, es un oasis en el desierto que atrae a viajeros en busca de un refugio tranquilo en este bullicioso rincón de México. Con un enfoque en el excelente servicio y experiencias culinarias de la granja a la mesa, Acre ofrece alojamientos únicos, como sus casas en los árboles con duchas al aire libre y balcones entre exuberantes palmeras. Además, el hotel acaba de agregar 10 haciendas adicionales igualmente encantadoras, diseñadas para familias y grupos grandes de viajeros.
Estos nuevos espacios, concebidos por el talentoso diseñador Héctor Esrawe, ofrecen amplias áreas al aire libre con piscinas privadas, terrazas para tomar el sol y terrazas en la azotea con hogueras, así como áreas de cocina y comedor con sombra.
La visión detrás de estos nuevos espacios era proporcionar a los viajeros «un pequeño mundo cerrado, donde al cruzar la puerta principal, te encuentras en un recinto amurallado», comentó Cameron Watt, uno de los propietarios de Acre Resort.
«En cada una de estas haciendas, tendrás tu propio espacio separado del resto del complejo, con su propia piscina. Y en las haciendas más grandes, incluso contarás con una residencia independiente, garantizando así privacidad y comodidad para todos los huéspedes», agregó.
Las casas de dos y tres dormitorios en Acre Resort tienen un revestimiento de paneles cálidos de madera de accoya en tonos miel, mientras que las paredes están construidas con tierra extraída de las laderas cercanas, lo que se integra perfectamente con el paisaje.
Los mismos paneles de madera se encuentran en el interior, lo que, según Watt, crea espacios acogedores y hogareños sin necesidad de añadir demasiados accesorios. Esrawe diseñó los muebles a medida, mientras que los textiles y artículos decorativos provienen de distintas regiones de México.
«Hay mucho espacio disponible, lo que permite a las personas cenar juntas en la misma mesa grande al aire libre o dispersarse en rincones separados para disfrutar de momentos de tranquilidad», explicó Watt.
Las haciendas, ofrecen todas las comodidades de un hogar completo. Esto incluye cocinas y despensas amplias y completamente equipadas, salas de estar, lavadoras y secadoras, televisores inteligentes, altavoces Sonos, baños privados y duchas al aire libre.
Además, los huéspedes de las haciendas tienen acceso ilimitado a las instalaciones del resort, que incluyen una impresionante piscina infinita con azulejos turquesas, una piscina de agua fría, varios jacuzzis de agua caliente, un estudio de arte, un gimnasio y, por supuesto, el exclusivo restaurante y bar de la granja.
