
El Museo del Arte Prohibido en Barcelona ofrece una mirada única a la historia del arte censurado de los siglos XX y XXI. Ubicado en la Casa Garriga Nogués, este museo en Barcelona presenta más de 200 piezas que por diversos motivos fueron prohibidas o censuradas.
Su creador, el empresario y periodista Tatxo Benet, decidió fundar el museo después de que una obra que había adquirido fuera censurada por la misma galería que se la había vendido y en el mismo año según consta en la página oficial del Consorcio de Turisme de Barcelona. Por eso, este museo brinda una oportunidad singular para explorar la tensión entre la libertad de expresión y la censura en el mundo del arte.
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El museo en Barcelona que le da cobija al arte prohibido

El Museo del Arte Prohibido no solo es un refugio para obras que fueron apartadas del ojo público, sino también un lugar donde se pueden apreciar las diferentes formas en que los artistas desafiaron las normas establecidas. Con un enfoque irónico y reflexivo, el museo pretende dar visibilidad a estos trabajos y resaltar la importancia de la libertad creativa.
A lo largo de sus 2 mil metros cuadrados, los visitantes pueden descubrir piezas que abarcan desde el siglo XVIII hasta la actualidad, demostrando que la censura en el arte es un fenómeno que ha persistido a lo largo de los siglos. En esta línea, el Museo del Arte Prohibido según indica desde su sitio oficial, cuenta con una colección variada y extensa con piezas censuradas, vandalizadas o atacadas por razones diversas. A continuación, se destacan algunas de las piezas más significativas:
- Los Caprichos de Francisco de Goya: esta serie de grabados es conocida por su crítica mordaz a la estructura sociopolítica de España en el siglo XVIII. Las obras de Goya se encuentran entre las más censuradas de su tiempo.
- Smiling Copper de Banksy: una obra emblemática del famoso artista urbano que critica la opresión y el uso de armas. Lo hace mediante la imagen de un policía con una cara sonriente caricaturesca.
- Presos políticos en la España contemporánea de Santiago Sierra: la obra que inspiró la creación del museo. Fue retirada de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo en 2018, marcando el comienzo de la colección de Benet.
- La civilización occidental y cristiana de León Ferrari: una obra que cuestiona la violencia y el autoritarismo en la sociedad occidental y cristiana.
- Piezas de Pablo Picasso y Andy Warhol: obras que, aunque de artistas reconocidos mundialmente, también han enfrentado la censura en diferentes contextos.
- Fotografías de Robert Mapplethorpe: conocido por sus provocativas imágenes que exploran temas de identidad, género y sexualidad, Mapplethorpe es otro de los artistas cuya obra fue frecuentemente censurada.
- Instalaciones de Ai Weiwei: el activista y artista chino es famoso por su crítica al gobierno chino y su defensa de los derechos humanos. Varias de sus obras están presentes en el museo.
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El museo como espacio para la reflexión

El Museo del Arte Prohibido en Barcelona también invita a reflexionar sobre el poder de la censura. Eso también implica la importancia de la libertad de expresión en el arte. A través de sus exposiciones y programas educativos, el museo busca:
- Visibilizar la censura histórica: mostrar cómo la censura afectó a artistas y obras a lo largo del tiempo, desde el siglo XVIII hasta el presente.
- Fomentar el diálogo: Promover conversaciones sobre las razones detrás de la censura y cómo esta impacta en la sociedad y la cultura.
- Educar a las nuevas generaciones: a través de su programa educativo, el museo busca atraer a jóvenes y estudiantes, ofreciéndoles una comprensión profunda.
Información útil del museo
- Ubicación: se encuentra en la Casa Garriga Nogués en el centro de Barcelona. Así, el museo aprovecha un edificio histórico que contribuye a la experiencia del visitante.
- Entradas y horarios: abierto de 10:00 AM a 8:00 PM, con entradas que oscilan entre los 9 y 14 euros. Esto facilita el acceso a una audiencia amplia.
- Exposiciones rotativas: con un programa expositivo que cambia cada 12 a 15 meses, el museo mantiene su oferta fresca y relevante, permitiendo a los visitantes ver diferentes piezas de la colección en cada visita.